Europa

TÚPatria, la escisión moderada de Vox

2019 fue indudablemente un buen año para el partido ultraderechista Vox en España. Y pese a una pandemia mundial que ha tambaleado a los gobiernos del mundo, las encuestas señalan que 2020 no será tan provechoso. Quizás, como muchas personas dicen, la posición histriónica de Vox durante la pandemia ha sido demasiado para la formación. A esta tesitura se suman sus problemas internos y la formalización de la que parece ser la primera escisión del partido verde: TÚPatria, que se presentó ayer 27 de julio en Madrid.

El nuevo partido se suma al panteón de partidos de derecha y se define a sí mismo como liberal-conservador, incrustándose entre el PP y Vox, en una posición posiblemente más cercana a la extrema derecha de lo que pregonan.

Esta escisión nace, según sus propias palabras, “para defender de verdad a España”, para ofrecer una alternativa más moderada a Vox y para que se escuche a la militancia que el partido, a su juicio, ha abandonado. El rosario de abandonos del último año en la formación puede indicar que algo de verdad puede haber en estas últimas palabras, especialmente tras decisiones como la eliminación de las primarias para decidir las listas electorales.

Poco se sabe de TÚPatria en estos momentos. Cuenta con una página web sencilla, donde se puede encontrar a los miembros de la Comisión Ejecutiva Nacional (sin enlaces a su curriculum o historia personal), su ideario político, estatutos y un par de pestañas para afiliarse o contactar con la organización.

Poseen unas cuentas bastante activas en redes sociales, como Facebook, Twitter e Instagram) con bastante contenido, aunque en muchos casos son imágenes genéricas adaptadas sacadas de un banco de imágenes o similar.

Además es notoria la falta de lo que en argot político se denomina músculo, esto es, gente que no ocupa cargos pero que apoya al partido en acciones o actos, ya que no hay fotos con militantes o simpatizantes, si bien se desconoce con exactitud el apoyo que puede tener detrás.

De dónde sale TÚPatria y quién está detrás

Carmen Gormis Escribano en la presentación de TÚPatria el 27 de Julio de 2020. Autor: Captura de pantalla realizada el 28/07/2016 a la 1:42h. Fuente: Cuenta de Twitter @phierrecom
Carmen Gormis Escribano en la presentación de TÚPatria el 27 de Julio de 2020.Autor: Captura de pantalla realizada
el 28/07/2016 a la 1:42h. Fuente: Cuenta de Twitter @phierrecom

La idea del nuevo partido nace originalmente en Cataluña y empieza a moverse en grupos de Telegram internos como “Vox Barcelona a fondo”, impulsado por dirigentes catalanes críticos con la gestión de la organización. TÚPatria finalmente toma forma a partir de un grupo de ex-afiliados, militantes y cargos de Vox desafectos por la deriva autoritaria del partido y la pérdida de valores, al menos según atestiguan.

Dentro del propio grupo promotor y anunciado en su propio sitio web, puede verse de hecho a varias personalidades que tuvieron puestos destacados en Vox y que ahora conforman el Comité Ejecutivo Nacional de TÚPatria:

En primer lugar, está Carmen Gomis Escribano, la cara más visible del proyecto y que ocupa el cargo de Presidenta de la escisión.

De 2016 a 2019 ocupó diversos cargos en Vox, siendo Secretaria Provincial, Vicesecretaria de Comunicación y Vicesecretaria de Implantación Territorial, encargándose de coordinar el partido, comunicarse con los medios e implantarlo en la provincia de Alicante.

Ha trabajado en distintos puestos comerciales, tanto a niveles inferiores como en subdirección. Posee formación en marketing y publicidad.

Se dio de baja de Vox en 2019 y se unió al poco exitoso proyecto “Contigo Somos Democracia”, un partido formado por ex-militantes de Ciudadanos en 2017 descontentos con la deriva excesivamente nacionalista del partido y que iba en contra de los intereses del territorio valenciano.

En segundo lugar, se ve el nombre de José Carlos Rúa Perandones, quien ocupa el puesto de Vicepresidente y Secretario Económico de TÚPatria.

Cuando estaba en Vox fue Presidente de la Gestora Provincial de León entre 2014 y 2016, Secretario de la Gestora Provincial de León y Secretario del Comité Ejecutivo Provincial.

A nivel profesional, ocupó puestos empresariales de alto nivel, pero después de 2014 ha ejercido multitud de puestos de trabajaos con perfiles más humildes como gestor, comercial y asesor.

En tercer lugar, Carlos García, tercero en la escala de mando. Ocupa el puesto de Secretario de Organización de TÚPatria.

En Vox ocupó fue Vicesecretario de Organización de la dirección nacional.

Es titulado en Criminología y funcionario de carrera de instituciones penitenciarias. Como Carmen Gomis, también participó en Contigo.

En cuarto lugar, Ricardo Baña, Secretario de Exteriores de la formación y probablemente el más polémico de la lista.

En 2018 era el coordinador de Vox en las Islas Canarias.

Este teórico empresario (ya que no se sabe exactamente su dedicación) fue obligado a dimitir tras conocerse que había sido condenado por un delito contra la Hacienda Pública en 2016, debiendo pagar 281.000 euros para no pasar por prisión.

Además, es un famoso templario canario, exactamente Gran comendador de las Islas Canarias en la Soberana y Militar Orden del Temple de Jerusalén”, con tanto éxito que nombró a otros 4 compañeros de Vox templarios.

Los siguientes cargos de la ejecutiva de la formación son:

Antonio Lorenzo de Membiela, Secretario de Sectorial de TÚPatria. En Vox ocupó los puestos de Vicesecretario de Recursos en 2019 y Coordinador de Benidorm entre 2018 y 2019.

Soledad Feases, Secretaria de Estudios, Programa y Participación de TÚPatria. En Vox fue coordinadora en Teruel y candidata en las elecciones generales de 2019. Es ama de casa.

Pedro Gómez, Secretario de Seguridad y Libertades democráticas y es una de las personas que alcanzó uno de los puestos más altos en Vox, siendo jefe de Seguridad y Defensa a nivel estatal. Se ha mantenido en secreto como la sorpresa de la presentación del partido.

En lo profesional ha ocupado distintos puestos como directivo.

Rámiro Tellez, Secretario de Educación, Ciencia y Tecnología de TÚPatria. Fue presidente de Vox Almería, siendo su cabeza de lista. Es Doctor en Química.

Es decir, toda la cúpula está formada por ex-miembros de Vox, marchándose del partido en la mayoría de los casos por desacuerdos con la formación, o siendo obligados a darse de baja, como es sucedió con Ricardo Baña.

En todo caso, es cierto que las urnas no les permitieron alcanzar un puesto.

Principios ideológicos de TÚPatria

Logo de TÚPatria. Autor: Captura de pantalla realizada el 28/07/2020 a las 02:04h Fuente: Twitter
Logotipo de TÚPatria. Autor: TÚPatria. Fuente: Cuenta de Twitter @tupatriaespana

TÚPatria nace como un partido diferente a Vox. Teóricamente, se encajan en una posición más moderada. Además, ponen en valor su postura como liberal-conservadores, haciendo bastante énfasis en esta cuestión.

Desde luego parecen asumir un discurso más moderado (o, al menos, más amable) que la formación verde. Pero no está tan claro que lo sean en cuanto a sus posiciones políticas, si bien es cierto que su sitio web no ofrece demasiada información como sí que sucedía en cambio con Vox, cuyos famosos 100 puntos principales del programa fueron en su momento más que reveladores.

Sobre esto, tan interesante como lo que dicen, es lo que se puede leer entre líneas.

Nacionalismo español

Este es un punto principal del pensamiento de TÚPatria, como ya se puede adivinar leyendo el nombre de la nueva formación. El partido ensalza constantemente el concepto «la nación española» y habla de la unidad como un elemento referencial.

Además constantemente evocan los recuerdos de una grandeza pasada. La idealización histórica (y, a menudo, errada) que pone un tiempo pasado como el mejor con respecto al actual (corrompido por el progreso y la gestión política) junto a la exhaltación del nacionalismo patrio, aunque no es necesariamente de su dominio, es particularmente común en la extrema derecha y en el fascismo. De hecho, el dictador italiano Benito Mussolini aludía al Imperio Romano, mientras que Francisco Franco ensalzaba la época de los Reyes Católicos. Es más, tanto el fascismo como el franquismo se apropiaron de símbolos de estas épocas.

Liberalismo económico

Como es común en los partidos de derecha, existe una potenciación del capitalismo y de una economía lo más liberal posible reduciendo la intervención del estado en la actividad económica, por ejemplo, reduciendo los impuestos de personas (y empresas), obviando por supuesto el detalle de que esto redunda en menos capacidad del estado para dar servicios. Y estos menores servicios suelen disfrutarlos las clases bajas y medias.

El partido destaca también en este punto, incluso llegando a negar que la desigualdad sea mala, sino un proceso natural y apoyando el ya superado efecto derrame, que a su vez procede de la economía neoliberal de las Escuelas de Austria y de Chicago de los años 70 y 80, con economistas como Hayek y Friedman, que dio a su vez sustento teórico para las políticas de recortes y privatizaciones en Europa y América, empezando por Margaret Tatcher en Reino Unido y por Ronald Reagan en Estados Undios.

Unidad de España

Aunque es sorprendente que este punto no aparezca expresamente en su manifiesto, quizás para diferenciarse de Vox, dejan bien claro que no permitirán entidades que ataque «la unidad de la patria», que no otorgarán financiación a entidades que vayan contra los intereses del Estado y que apuestan por un sistema educativo con el castellano como lengua predominante, en detrimento de las otras lenguas del estado.

Sin necesidad de una mención específica a su modelo territorial, es bastante similar al de Vox pero con un tono quizá más moderado al no hablar directamente de suspender autonomías o de disolver los parlamentos regionales.

La defensa de la libertad

La «defensa de la libertad» es una constante, incluso un clásico, dentro de las formaciones de derecha y de extrema derecha. Sin embargo, esta supuesta defensa de la libertad a menudo se utiliza como un discurso populista para generar un discurso que atraiga a la gente, escondiendo una forma muy particular de entender el concepto de libertad.

Es cierto que España todavía tiene que mejorar en derechos fundamentales y en libertades. No obstante, precisamente estas cuestiones a mejorar no afecta por igual a todo el mundo. Por ejemplo, la libertad de expresión todavía es una cuenta pendiente en lo que se refiere, por ejemplo, a atacar a los altos poderes del Estado, como la Corona, o al abuso que se hace del delito de enaltecimiento al terrorismo y que ha permitido encausar a personas por hacer chistes, por hacer representaciones teatrales, por peleas de bar o por canciones. Por no hablar de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, así como la herencia del sistema judicial y policial franquista que dificulta una adecuada justicia y equidad en la aplicación de la ley.

Al mismo tiempo, hay una amplia cantidad de periodistas, youtubers e influencers de extrema derecha que hablan de los límites de la libertad de expresión y que, pese a sus barbaridades, exageraciones y fake news jamás han sido imputados por nada. Se ha llegado a pedir la intervención del ejército o a amenazar a políticos sin ningún tipo de consecuencia cuando se ha hecho desde la ultraderecha.

Sin embargo, ningún partido derechista en España (es decir, ni Partido Popular, ni Ciudadanos, ni Vox) señala estas cuestiones cuando habla de libertad. Posiblemente a los que se refieren es a los delitos de odio y a esa defensa que hace la extrema derecha de poder seguir insultando y menospreciando a colectivos históricamente oprimidos y aún en desigualdad como el colectivo LGTB o las personas racializadas. Es esa adhesión a la lucha contra «la dictadura de lo políticamente correcto» como un discurso que permita el poder seguir diciendo falsedades, mentiras, bulos y barbaridades sin ningún tipo de consecuencia.

Curiosamente, TÚPatria además defiende la libertad de expresión para todo, excepto cuando vaya “en contra de España y sus instituciones”. El concepto de libertad en estos casos al final es siempre es libertad bajo mis normas.

Raíces católicas

Este punto no ocupa ningún epígrafe principal. De hecho, en el punto 7 de su web, en el apartado “Que Pensamos”, se lee: “Potenciaremos y defenderemos la tradición histórica judeo-cristiana desde una posición aconfesional”.

Pero, ¿es esto creíble? Los valores cristianos están bastante presentes en sus textos y publicaciones. En el apartado “Que Pensamos” se puede ver distintas referencias con contexto cristiano como “el misterio de la maternidad” o que “el bienestar general deberá ser complementado con el social, cultural y espiritual.

En Facebook incluso llegan a hacer publicaciones poco propias de un partido aconfesional: “Honramos también a la 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐞𝐧 𝐌𝐚𝐫𝐢́𝐚, madre de Jesús y nuestra madre en el cielo, por ser éste su mes”.

Esto se refleja también en el punto sobre familia y vida. Su concepción no difiere en modo alguno de Vox: están en contra del aborto y el derecho a morir dignamente, aparte de concebir un único modelo de familia, bastante alejado de la realidad actual y representado por padre, madre e hijos.

Por supuesto, esta defensa de la familia tradicional es una declaración subrepticia de oposición a los derechos LGTB, algo que comparte con Vox.

La violencia de género también esta enmendada apoyando las tesis de la formación de origen, queriendo ampliar el concepto de violencia de género hasta dejarlo sin valor y apostando por asimilarlo a la violencia intrafamiliar, ignorando todo el contexto, los datos y la causística propia alrededor de la violencia machista.

Regeneración política y promesas de cambio

Como es de actualidad, la mayoría de nuevos partidos se presentan como adalides de la regeneración política y prometiendo promover grandes reformas para corregir y democratizar órganos de poder.

Si bien es verdad que la llegada de Podemos (2014) y Ciudadanos (2007) sentó bien a la política de regeneración, con un aumento de los juzgados por corrupción de anteriores legislaturas, primarias y tolerancia cero con la corrupción, otras promesas quedaron en el aire.

El problema es que los partidos grandes que tienen el poder (o tienen la mayoría, como el Partido Popular en el actual Consejo General del Poder Judicial) rara vez quieren hacer esas reformas que beneficiarían a los partidos pequeños o minoritarios. Así que suelen ser bonitas promesas que no conviene cumplir una vez se obtiene la victoria.

En las diferencias, TÚPatria sorprendentemente se adhiere a la Declaración Universal de Derechos Humanos y respeta totalmente la actual Constitución.

Analizando su ideario, podría decirse que toma posturas tanto de Vox como del Partido Popular. Aunque principalmente lo que más cambia son las formas, que en efecto son bastante más moderadas, y un discurso que no opta por atacar sino por defender lo contrapuesto a la ideas de la igualdad.

En la práctica, analizando las tácticas clásicas de la ultraderecha y el pasado de su ejecutiva, posiblemente el ideario en su conjunto estaría más cerca de Vox, especialmente por sus ideas retrógradas y conservadoras que esconden sus principales propuestas.

A Vox le crecen los desafectos

Carmen Gomis, en el centro de la foto delante de Javier Ortega Smith y junto a otras dirigentes de Vox, en una manifestación en Madrid. Autor: Carmen Moraga, 17/07/2020. Fuente: eldiario.es (CC BY SA 2.0.).
Carmen Gomis, presidenta de TÚPatria, en el centro de la foto delante del Secretario General de Vox Javier Ortega Smith junto a otras
dirigentes de Vox, en una manifestación en Madrid.Autora: Carmen Moraga, 17/07/2020. Fuente: eldiario.es (CC BY SA 2.0.).

Este partido tiene cierta relevancia por ser la primera escisión oficial de Vox. Pese al gran crecimiento que tuvieron en 2019, los abandonos, ceses y hartazgos de cargos y bases han ido en aumento.

En Murcia, el partido ultraderechista suspendió a los 3 diputados que denunciaron irregularidades. Esto también se llevó por delante a la presidenta de Vox Sevilla, que dimitió acusando al partido de mala praxis.

En Cádiz el Comité Ejecutivo Provincial perdió hasta el 80% de sus miembros por la imposición de una gestora impuesta desde Madrid. Lo mismo ocurrió en Murcia tras graves reproches de falta de democracia interna en los meses anteriores.

El cese de Carlos Portomeño en León tras salir a la luz que pidió financiación a la Fundación Francisco Franco provocó la marcha de varios miembros (entre ellos el segundo de TÚPatria, José Carlos Rúa).

Varios cargos electos se han dado de baja, la mayoría de ellos acusando a Vox de falta de democracia interna, como José Carlos García Sampayo, concejal en Benicassim; Rafael Ruda, concejal de Vícar; Luz Belinda Rodríguez, diputada almeriense; o dos de los diputados de Vox en Ceuta, tras denunciar el carácter islamófobo del partido.

Estos se unen a ese grupo de participantes de Vox que, por algún motivo, no parecían saber que es un partido de ultraderecha. Por ejemplo, el responsable provincial de Vox Zamora, Aaron de Paz, que se marchó por las posturas homófobas del partido, o Sayde Chaling-Chong, que se dio de baja tras sentirse engañado porque no creía que Vox fuera racista .

También diputadas, como Malena Contestí, que denunció que “Son homófobos, extremistas y criminalizan a la mujer”, o Paloma Zorrila, que fue expedientada por el trabajo de su marido, que trabajaba en una clínica donde se practicaban abortos.

Incluso la militancia ha sido protagonista de estos desencuentros, creando una plataforma de afectados, denunciando las anomalías al cobrar cuotas en Cartagena o con la denuncia de la caja B valenciana.

Indudablemente, los crecimientos de los partidos tensionan sus estructuras internas. Y Vox no iba a ser una excepción. Lo que sorprende de este caso es que la mayoría de renuncias coinciden en lo mismo: la denuncia del carácter autoritario y caciquil de la formación ultraderechista y de sus ideas racistas, machistas y xenófobas.

Pero… ¿tiene futuro TÚPatria?

Hacer un ejercicio de adivinación siempre conlleva obvias dificultades, pero se puede tratar de analizar lo que se conoce de este nuevo partido y el contexto social y político actual para tratar de dibujar una proyección realista.

Como se ha visto a lo largo del artículo, TÚPatria tiene un ideario similar al de Vox y parecido al del conservador Partido Popular. Aunque es posible que exista hueco para una nueva formación, no está muy claro que entre ambas opciones haya el suficiente espacio para un partido que bebería del mismo electorado. Por lo tanto, tanto un partido como el otro deberían perder muy buena parte de sus apoyos y, además, considerar que otros partidos moderados como Ciudadanos no van a atraer parte de ese nicho de votantes.

Además, el éxito de Vox no consiste ni mucho menos en su ideario, sino en un elemento que TÚPatria ha decidido abandonar: el ruido.

Vox, copiando el manual de Steve Bannon y de la alt-right, crece entre el ruido, el conflicto y las propuestas descabelladas. Crean polémica, crispan y polarizan a la sociedad. Y gracias a eso, crece. Abandonar el elemento referencial de la extrema derecha no parece el camino hacia el éxito. Y, en general, presentarse como una opción moderada en un momento de polarización política tampoco suele augurar buenos resultados, con excepciones.

Relacionado con esto, está el uso eficiente de la publicidad por parte de Vox. Si bien la imagen que proyecta TÚPatria no es negativa ni poco profesional, es demasiado sencilla en comparación al despliegue de medios de la formación verde. No parece que, al menos de momento, pueda competir en este punto.

Otro aspecto que suele ignorarse de Vox es que también ha crecido formando unas bases sólidas lentamente, en un proceso que el partido se ha podido permitir gracias a una constante financiación. Si TÚPatria puede hacer esto solo el tiempo lo dirá, pero no parece fácil: con el viento favorable, tardó nada más y nada menos que cinco años en empezar a ver resultados. Y eso a pesar de grandes apoyos económicos y políticos.

Además, su mensaje a día de hoy ya no es actual ni provocador. El partido no ha llamado la atención por ningún hecho concreto al tiempo Vox aún se encuentra en unas cotas de popularidad altas en su electorado. Como descubrió Ciudadanos cuando intentó ganarle el sitio al Partido Popular, ante el original y la copia, la gente elige el original. La única forma de ganar en este sentido es mediante una diferenciación clara y con un discurso o una postura que representen una novedad. Y no parece ser el caso tampoco.

Por último, comparando TÚPatría con iniciativas similares (es decir, otras escisiones), tanto Podemos como Ciudadanos han sufrido este mismo, dando lugar a Más País (2019) y Contigo Somos Democracia (2017), respectivamente. Curiosamente, ambas también de corte más moderado y centrista que sus partidos de origen. Y ambas han resultado un desastre electoral.

Incluso en el caso de Podemos, que ha tenido además movimientos que se han escindido del partido por opinar que la marca restaba apoyo electoral, han sufrido un duro varapalo en las elecciones, como en el caso de En Marea (pilotada por Luis Villares), formaciones que renegaron de Podemos,como Más Madrid, o partidos que pasaron de colaborar conjuntamente a distanciarse, como Compromís. Ninguno mejoró resultados al abandonar a Podemos. En Marea, de hecho, perdió toda su representación en el Congreso.

Parece pues acertado decir que TÚPatria no conseguirá calar en el electorado: su mensaje es demasiado similar, no hay espacio político para otro partido así, no es nuevo, no parece tener una gran financiación, ni una imagen potente, ni tampoco personalidades atractivas y carismáticas y además experimentos similares han acabado en la nada. Además, excusándose en la pandemia de la Covid19 y la falta de espacio, la presentación de la formación al público ha sido más bien discreta, con la única asistencia de los principales cargos del partido y de la prensa, sin mayor trascendencia.

Es difícil a priori por lo tanto que algo tangible pueda salir de ahí. Pero también es cierto que, hace tan solo una década, España vivía un fuerte bipartidismo representado por PP y PSOE, que concentraban más del 80% del electorado. Incluso el propio partido ultraderechista Vox fue, durante sus primeros años, un fracaso político del que mucha gente se reía, llegando a ser tercera fuerza en relativamente pocos años. La modernidad líquida de Bauman también se aplica en política.

Todavía quedan tres años para las próximas elecciones. Habrá que estar pues expectantes al futuro.

Enlaces, fuentes y bibliografía:

Foto destacada: Imagen promocional de TÚPatria. Autor: Captura de pantalla realizada el 28/07/2020 a las 2:00h. Fuente: Cuenta de Twitter @tupatriaespana.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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