Europa

Salamanca, Vox, PP y un 15M de derechas

El pasado 9 de mayo las protestas estallaron en el madrileño barrio de Salamanca contra la gestión del gobierno. Estas protestas han estado extendiéndose por la geografía española a la vez que han sido jaleadas por los representantes conservadores. ¿Conseguirán convertirse en un nuevo 15M?¿Quizás en uno de derechas o de extrema derecha?

Hace 9 años que el Movimiento 15M surgió en España. Este movimiento político de personas indignadas que se formó espontáneamente contra la política de recortes impuesta por el gobierno fue ocupando las calles y plazas. Aquello cambió para siempre el panorama de la vida política española.

Protestas 15M
Manifestación «Fuera mafia, hola democracia», Puerta del Sol, Madrid. 5 Octubre 2013, 19:58:09. Autor: Barcex para Wikimedia Commons. Licencia CC-SA 3.0.

Los partidos políticos tuvieron que aumentar la democracia interna, la transparencia en la gestión y la participación ciudadana. Al tiempo, vieron aparecer nuevos actores directamente alumbrados por estas manifestaciones populares, como Podemos.

¿Un posible 15M?

¿Se está repitiendo la historia?¿O solo quizás solo lo parece? Hace 11 días las protestas tomaron el barrio de Salamanca contra la gestión del gobierno en la crisis de la CoVid19. También como un alegato contra de la medidas de confinamiento social y a favor de la puesta en marcha de la economía.

Estas concentraciones se repitieron día tras día con un aumento constante y progresivo de personas, extendiéndose a otros barrios de Madrid. A fecha de hoy ya han alcanzado otras capitales de provincia, con manifestaciones de entre decenas y cientos de individuos.

Para saber si estamos ante un movimiento como el sucedido el 15 de mayo de 2011, primero hay que analizar ambos para comparar sus posibles similitudes.

Transversalidad ideológica

Uno de los rasgos más básicos del 15M era su carácter transversal. Sus integrantes llegaron de distintas capas sociales y económicas. Su unidad provino de un profundo rechazo hacia los recortes y del apoyo a un conjunto de medidas muy concretas que expresaban una desafección generalizada hacia la clase política. De hecho, uno de los más conocidos lemas fue «somos el 99%».

En este caso es muy diferente. Las protestas del barrio de Salamanca se han bautizado como “la revolución de los cayetanos” en referencia al alto nivel adquisitivo y aspecto de los integrantes, propios de una clase social alta y adinerada.

Y este hecho no es solo estético o casual: en el distrito de Salamanca, la renta media se situó en 2017 en 68.333€. Y eso significa que en algunos puntos como la Castellana donde se extendió rápidamente la protesta (más conocida en los medios como Núñez de Balboa) la renta media supera esos máximos y llega a picos de 73.227€ según el Instituto Nacional de Estadística.

Se puede concluir que uno de los rasgos de los protestantes iniciales es su pertenencia a una clase económica adinerada en contraposición a la transversalidad del 15M.

Protestas Salamanca Descapotable
Un hombre marcha con descapotable y micrófono en las protestas del barrio de salamanca. Autor: Captura tomada el 20 de Mayo de 2020 a las 15:50. Fuente: Cuenta de Twitter de @RocserRocs.

Apartadismo

Otro rasgo del Movimiento 15M era que surgió espontáneamente. Es decir, no hubo ningún partido político detrás organizándolo, sino que fueron fruto del hastío de la sociedad civil. De hecho, apenas recibió el apoyo de unos pocos partidos con escasa representación. La inmensa mayoría del espectro político de aquellos años no solo trató de desentenderse, sino que incluso criminalizaron brutalmente al movimiento.

De hecho, el 15M estalló cuando gobernaba el PSOE y sus críticas continuaron hacia un PP que gobernaba como hacia un PSOE en la oposición. Importante recordar que otro de los lemas del 15M era «PSOE, PP, la misma mierda es.». Es más, la presencia oficial de partidos o de su simbología era ampliamente rechazada. Eso pasó por ejemplo con Izquierda Unida, que intentó capitalizar el movimiento sin éxito.

Por lo tanto, el 15M no era un movimiento que luchase contra Rajoy o contra el PP, sino contra el statu quo, la corrupción y los recortes.

En las protestas del barrio de Salamanca la realidad es bien distinta. Uno de los signos claros es que este barrio es un bastión conservador. Si nos fijamos en el último barrio nombrado, Núñez de Balboa, en las elecciones generales españolas del 10 de Noviembre de 2019 la derecha sumó un espectacular 89,8% del voto: 62,14% de voto al PP, 22,54% de voto a Vox y un 5,12% de voto a Ciudadanos.

Si se amplia la radiografía a otras zonas del distrito, se ve un potente triunfo de las derechas. No solo eso, sino que otros barrios que rápidamente se unieron a las manifestaciones, como Boadilla del Monte o Pozuelo de Alarcón, tienen un claro signo conservador con más del 60% de los votos para estos partidos.

Además, en este caso, son los dos grandes partidos conservadores, PP y Vox, los que están promoviendo las manifestaciones contra el gobierno. Hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, declaró en la Asamblea de Madrid que «lo de Núñez de Balboa les parecerá una broma».

También diversos portavoces españoles de la extrema derecha más mediática, como Alvise Pérez o Javier Negre, están gastando una gran cantidad de tiempo y recursos en promover estas manifestaciones.

Manifestación barrio Salamanca
Protesta de manifestantes en el barrio de salamanca. Autor: Captura del pantalla del programa “Cuídate, Cuidamos” de RTVE, tomada el 20 de Mayo de 2020 a las 16:15h. Fuente: RTVE.

Es cierto que las protestas se han extendido y que ahora no están presentes exclusivamente en los barrios más ricos. Pero no hay que olvidar que el conjunto de los grandes partidos de derecha en España sumaron un total de 10.297.472 votos, 5.019.869 del PP, 3.640.063 de Vox y 1.637.540 de Cs.

Si inicialmente eran las clases más pudientes, conforme la protesta se extiende, alcanza a pequeños y medianos empresarios, personas autónomas, obreros de derechas y clases pasivas. La gran mayoría de ellos de signo conservador. Es decir, este movimiento no está consiguiendo ampliar su base, sino se asienta sobre su electorado previo. Se puede ver una prueba en las contra-manifestaciones que se han sucedido cuando las concentraciones han tratado de extenderse a los barrios más pobres y obreros de Madrid.

Así pues, estas protestas están marcadas por un profundo signo conservador y apoyadas por buena parte del establishment político, muy al contrario del 15M.

Iconografía propia

Otro rasgo distintivo es la iconografía y el simbolismo. El 15M careció de una simbología heredada. Sus manifestaciones no estaba copadas por símbolos ni de izquierda ni de derecha: no había rastro de banderas republicanas, monárquicas, comunistas o franquistas. Con pocas excepciones.

En cambio las protestas del barrio de Salamanca han tenido un elemento referencial y omnipresente: la bandera española. Copada en su uso tradicionalmente por la derecha y la extrema derecha, su uso exacerbado es un símbolo necesario para entender el auge de partidos como Vox.

Cartel Vox protesta
Campaña promovida por Vox con el objetivo de protestar en coche contra el gobierno.

Esta apropiación de la bandera se presenta además con otros elementos que van en línea con los mencionados: símbolos franquistas, banderas carlistas… inequívocamente unidos a los sectores de la extrema derecha tradicional española.

Esta simbología refuerza el contenido de las manifestaciones en su contenido al eje de derechas, precisamente en un ambiente español tremendamente polarizado, con amplia representación de elementos guerracivilistas. Así pues la simbología de derechas y nacionalista es un elemento referencial de las manifestaciones, en contraposición al 15M, que carecía de una simbología partidista o política concreta.

En resumen: si el 15M era transversalidad, apartidismo y carencia de simbología, estas nuevas protestas se caracterizan por partir de una clase social homogénea, por su carácter derechista y la simbología política de este signo, incluso en rechazo con otras relacionadas con postulados más progresistas.

Coherencia interna de las protestas

Desde que surgió la pandemia, se ha intentado culpabilizar a las manifestaciones feministas del 8 de marzo como el día del contagio desde sectores derechistas españoles. Sorprende que se pase por alto que ese mismo fin de semana ocurrieron varios miles de eventos más. Entre los que engloban partidos de futbol, cultos religiosos, fiestas o incluso un mitin multitudinario de Vox.

El mismo 8M, murieron 7 personas por CoVid19. El primer día de protestas del Barrio de Salamanca, las muertes en el conjunto del estado superaban las 150. Parece que culpabilizar a unas manifestaciones era una intencionalidad más ideológica que por problemas exclusivos de salud.

Eso lleva a la siguiente discusión: salubridad vs libertad. Nadie duda de que la libertad es un bien fundamental que debe ser protegido. Pero la restricción del movimiento está más que justificada ante una epidemia mundial con cientos de muertos diarios que afecta al conjunto de la sociedad. Es un trago amargo y difícil, pero que debe pasarse. Así lo recomiendan todos los organismos internacionales, como la OMS, y a ese acuerdo están llegando todos los partidos en todo el mundo.

Muchos líderes de extrema derecha se han pronunciado contra el confinamiento, como Trump y Bolsonaro. Y parece que hay algo más que la libertad tras sus proclamas, ya que su éxito en la reelección de las citas electorales de 2020 y 2022 respectivamente, depende de la buena marcha de la economía. Elemento que se ha visto mortalmente truncado por la pandemia global.

En un momento de crisis sanitaria, con la pandemia con decenas de muertos diarios, con repuntes en otros países y con un estado de alarma mundial generalizado, ¿es ya el momento de politizar una crisis que está haciendo estragos en occidente y en todo el globo?

Masa crítica, transversalidad y opciones de futuro

Por todo lo expuesto, es difícil que en estos momentos las protestas alcancen a ser un “15M” ya que carecen de todos sus rasgos más característicos. Con mucho podrían considerarse una especie de “15M” de derechas.

Captura Alvise Twitter Salamanca
Alvise Pérez promueve campañas contra el gobierno de Pedro Sánchez. Autor: Captura tomada de Twitter el 20 de Mayo de 2019, 16:00. Fuente: Cuenta de Twitter de @Alvisepf

El contenido principal de estas protestas es el ideológico. Por supuesto hay un fuerte aspecto material que las motiva, representado por la gestión del gobierno, la pandemia y los problemas económicos. Pero, por sus características, se puede deducir que posiblemente con un gobierno conservador estas protestas no hubieran ocurrido. O quizás hubieran ocurrido en un barrio de signo contrario.

Esta misma tónica se está viendo en otros países donde la oposición y, especialmente la extrema derecha, están usando esta pandemia para intentar asaltar las instituciones, con resultados dispares.

Así y, al menos en estos momentos, no parece que se vaya a alcanzar una masa crítica similar a la de 2011, donde se estima que participaron entre 2,5 y 7 millones de personas. Para que ocurriera esto, el movimiento debería generalizarse y homogeneizarse entre distintas capas sociales heterogéneas.

Pese a todo, pueden ser numerosas si tenemos en cuenta que la masa de votantes de partidos de derecha y de extrema derecha es de 10.297.472 votos. Una cantidad nada desdeñable que podría tener influencia en el sentido del voto a causa del enfado por la gestión de la crisis sanitaria y, en el último momento, decantar el voto a su favor. Además, tras la crisis sanitaria, vendrá la crisis económica. Y en España, un país dependiente del turismo, la hostelería y el consumo interno, el golpe será demoledor como pronostican las distintas proyecciones.

Esto no es nuevo. Las crisis han sido históricamente la ocasión perfecta para los que los partidos de extrema derecha alcancen el poder. Y es por eso que gastan ingentes cantidades de energía y recursos en animar a la gente a participar. El ambiente actual, el hartazgo social y los problemas económicos pueden hacer eclosionar un auténtico 15M muchos más heterogéneo que sirva a intereses derechistas.

De hecho, estas crisis suelen ser una condena para los gobiernos que las afrontan. La mayoría de los gobernantes y partidos que detentaban el poder en 2008, ya no lo hacían en 2013. Muchos incluso se hundieron en la irrelevancia o desaparecieron.

Por eso, aunque hoy no sea un 15M, no quiere decir que en el futuro no sea algo similar. Aún no existe ese 15M que tanto ansía la extrema derecha española. Pero quizás mañana sí.

Fuentes, enlaces y bibliografía:

Foto destacada: Manifestación contra el Gobierno en Madrid”. Autor: Olmo Calvo. Foto descargada el 20 de Mayo a las 17:00. Fuente: eldiario.es, bajo licencia CC-BY-SA 3.0

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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