Europa

¿Quién vota a Vox? Radiografía de sus votantes

El miércoles de la semana pasada, Santiago Abascal, líder del ultraderechista Vox, anunciaba su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos debido a que ‘’España no puede resistir más muerte y ruina de este Gobierno criminal’’. Eso sí, después de las vacaciones de verano, ya en septiembre. Una nueva estratagema de Vox para ganar visibilidad, ante los malos resultados que le dan las últimas encuestas, ya que no existe una mayoría parlamentaria que vota una investidura de otro candidato que no sea Sánchez.

Hace casi 3 años de la irrupción de Vox en el primer plano de la política española y parece que fue ayer cuando Pablo Iglesias salía en rueda de prensa para declarar la ‘’alerta antifascista’’ y las rotativas de algunos periódicos se llenaban de mensajes de pánico (otras de mensajes de júbilo). Hasta aquel entonces, España se vanagloriaba de ser una destacada excepción entre las democracias europeas, al no albergar parlamentarios de ultraderecha en sus instituciones; espectro ideológico que había aumentado su presencia de forma considerable en los parlamentos del viejo continente tras la crisis de 2008.

Uno de los responsables de esta anomalía era el Partido Popular (PP) que, lejos de representar el centro político, había contentado hasta el momento a los votantes más ultras con posicionamientos que hoy en día parecerían descabellados hasta para los populares, como oponerse al derecho al divorcio o al matrimonio entre personas del mismo sexo. En aquellos años aún había muchas personas que no comprendían estos avances sociales y representaban un buen nicho de votos.

Sin embargo, los estragos de la crisis económica de 2008, que aún perdura, los escasos resultados materiales de los partidos de la nueva política (Podemos y Ciudadanos), los numerosos casos de corrupción del PP y el aumento del independentismo en Cataluña, entre otras cuestiones, propiciaron la aparición de un nuevo partido con un discurso populista, meridianamente en contra de los nacionalismos periféricos y de los movimientos de izquierdas o progresistas y que, aunque estaba conformado en su mayoría por ex-dirigentes populares, como su líder Santiago Abascal, se presentaba como una marca nueva y no adolecía el desgaste político de los partidos de la vieja política.

Así pues, tras haber roto con la anomalía que representaba la ausencia de diputados de extrema derecha en el parlamento español, Vox ha mejorado sus resultados electorales en cada cita con las urnas, por lo que la siguiente pregunta es inevitable: ¿quién vota a Vox?¿De dónde vienen sus votantes? ¿Por qué ahora y no antes?¿Lo vota más la clase alta o la baja?¿Las mujeres o los hombres?¿Qué similitudes y diferencias hay con los votantes de la extrema derecha europea? A través de estas preguntas se puede tener una idea, no solo de quién vota a Vox, sino también de por qué se le vota.

¿De dónde viene quien vota a Vox?

Acto de vota a Vox en 2018 en Castellón La España por Venir. Autor: Vox España, 26/04/2018. Fuente: Flickr.
Acto de vota a Vox en 2018 en Castellón La España por Venir. Autor: Vox España, 26/04/2018.
Fuente: Flickr. Dominio público.

Lo primero a tener en cuenta para analizar al votante de un partido son dos aspectos que a menudo se pasan por alto en estos análisis: la heterogeneidad y la volatibilidad del voto. La sociedad es compleja, en constante cambio, y esto se refleja en la política. Por un lado, un mismo partido puede tener votantes con distintos perfiles, es más, si quiere obtener mayorías que le permitan transformar su programa electoral en políticas y leyes tangibles, en una sociedad con opiniones e ideologías dispares, debe ser capaz de aglutinar a votantes de diferentes sensibilidades políticas (es decir, perfiles heterogéneos).

Por poner un ejemplo cercano en el tiempo, entre los cerca de 7 millones de personas que votaron al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las últimas elecciones, hay amas de casa progresistas y feministas, jubilados que han votado y votarán siempre al mismo partido y jóvenes que se movilizaron ante el auge de VOX, entre otros muchos.

Por otro lado, las personas reflexionan y cambian sus opiniones (así lo hacen también los partidos) por lo que hoy pueden votar a unos y mañana a otros (es decir, el voto puede ser volátil). Los ejemplos de esto son muchos, pero por poner uno también reciente, destaca el caso de Ciudadanos, que pasó de obtener más de 4 millones de votos a tan solo 1’6 millones, en únicamente seis meses. Por lo tanto, no se puede precisar una definición única y permanente del votante de cualquier partido, tampoco del de Vox. En base a esto, las encuestas electorales que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es una buena fuente primaria para extraer la información más relevante sobre su grueso electoral.

Dicho esto, en primer lugar, de dónde vienen los votantes de Vox. En este caso, la convocatoria electoral del 28 de abril de 2019 es clave porque fue la primera en la que Vox obtuvo representación parlamentaria y de la que hay datos más fiables. Así pues, a ver qué cuentan sus propios votantes.

Según la encuesta postelectoral del CIS, un 56’1% de los que votaron a Vox el 28 de abril lo habían hecho al PP en 2016, por lo que más de la mitad de quien vota a Vox, votaba al PP. Después, un 12’8% provienen de Ciudadanos, un 7’8% de abstencionistas y un 4’4% y 1% del PSOE y Unidas Podemos (UP), respectivamente. Esto desmiente algunas de las teorías que afirmaban que los extremos se tocan, es decir, que los votantes de Vox eran antiguos votantes de UP o del PSOE; y confirma otras, como que la extrema derecha había estado hibernando en la cueva de los populares.

El mismo CIS arroja algunos datos que están en línea con las afirmaciones realizadas en la introducción del artículo. Mientras que solo para el 24% de los encuestados totales la situación en Cataluña había influenciado su voto, en el caso de los votantes de Vox el porcentaje es del 58’8%. Se observa pues, un votante que juzga tibia la respuesta del PP (la derechita cobarde) al desafío soberanista y una respuesta nacionalista exacerbada ante lo que consideran un ataque a su identidad nacional. Esto último se materializa en actos como sacar la bandera española al balcón, acción común entre los votantes de la derecha, pero sobre todo entre los de Vox.

Además, el votante de Vox es el más apolítico de todos. Según el último barómetro del CIS (julio 2020), un 11,4% de quien vota a Vox considera la política el mayor problema de la sociedad española, siendo el partido con mayor porcentaje de los cinco grandes partidos estatales. Aunque la formación de extrema derecha se creó hace 7 años y es más antigua que, por ejemplo, Podemos, no obtuvo representación en las elecciones de 2016, a diferencia de UP o Ciudadanos, por lo que ha podido venderse como el nuevo partido contra la clase política y contra el establishment, pudiendo aglutinar al votante descontento de derechas.

Mitos y realidades sobre el votante de Vox

3. Manifestación organizada por Vox contra el Gobierno La caravana por la libertad. Autor: Vox España, 23/05/2020. Fuente: Flickr.
Manifestación organizada por Vox contra el Gobierno La caravana por la libertad.
Autor: Vox España, 23/05/2020. Fuente: Flickr. Dominio público.

El votante de Vox está rodeado de mitos y de realidades. Se intentará analizar los más comunes utilizando de nuevo en la encuesta postelectoral del CIS de las elecciones generales del 28 de abril de 2019. Lo primero que salta a la vista es una sobrerrepresentación de hombres entre sus votantes, es decir, una presencia de hombres por encima de la media, o en este caso, muy por encima.

Mientras que en los otros cuatro grandes partidos las diferencias entre hombres y mujeres son reducidas (el que mayor diferencia presenta es el PP, con un 46,5% de hombres y 53,5% de mujeres), en Vox la diferencia es más del triple, 23’6 puntos, con un 61’8% de hombres y un 38’2% de mujeres. Esta es una característica que Vox comparte con las derechas populistas de otros países, probablemente por el fuerte discurso antifeminista y contrario a las leyes que protegen los derechos de las mujeres.

En lo que respecta a la edad, Vox está sobrerrepresentado entre los votantes de mediana edad y, por ende, infrarrepresentado entre los menores de 24 y los mayores de 55. Esto se explica, por un lado, porque el voto de la población mayor está en la derecha está controlado por el PP y es muy difícil que estos cambien su voto a formaciones nuevas; y, por el otro, porque el discurso antifeminista, antiLGTBI, antiinmigración, etc. tiene mayores dificultades para calar entre la juventud, normalmente más progresista. Pese a eso, es cierto que Vox es uno de los partidos con más voto joven y el que más voto tiene de hombres menores de 24 años.

Asimismo, a diferencia de lo que se piensa en algunos sectores, el votante de Vox no es analfabeto. El porcentaje de votantes de Vox sin estudios es ínfimo, del 1’4%, y mucho menor que el de partidos como el PP o el PSOE. Los votantes de la formación de Abascal están sobrerrepresentados en la educación secundaria, pero en estudios superiores o universitarios, tienen un porcentaje considerablemente menor al de los partidos de la nueva política (UP y Ciudadanos).

Sin embargo, cuidado en caer una falacia al interpretar estos datos, ya que la variable estudios correlaciona con la variable anterior (la edad) en tanto que cuanto mayores en edad son los votantes de un partido, menos estudios tienen, por norma general. Así pues, votantes del PP es la población más envejecida y la que menos estudios tiene, mientras que quien vota a UP es más joven y con más estudios.

A propósito del nivel socioeconómico, el cuerpo electoral de Vox es de clase media alta, ya que la formación verde está sobrerrepresentada entre los votantes con ingresos superiores a 1800 euros mensuales, pero no consigue hacerse un hueco, por ahora, entre el grueso de la clase obrera.

Sin embargo, en la repetición electoral del 10 de noviembre de 2019, se da un cambio. Aunque la clase obrera siguió optando mayoritariamente por los partidos de izquierdas, el caso de Vox es paradójico: cosechó un gran resultado entre las clases adineradas y consiguió, al mismo tiempo, ser la primera o la segunda formación más votada en los 10 municipios más pobres de España, que el 28 de abril había dominado el PSOE.

Aun así, como todo, esta paradoja tiene una explicación. Por un lado, la derecha y su discurso neoliberal se imponen a la izquierda en las clases más altas (y no hay derecha más derecha que Vox); y, por el otro, los barrios más pobres y marginales son, por desgracia, los que menos se movilizan para votar por su justificado desencanto con la clase política, haciéndolo únicamente cuando aparece una formación nueva que se posiciona contra el establishment (o que parece hacerlo).

Además, también es reseñable la distribución del voto según la comunidad autónoma. Vox no prospera en las comunidades autónomas con un sentimiento identitario fuerte, como Galicia, País Vasco, Navarra o Cataluña; y triunfa en la España vaciada, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, y en las regiones con una mayor tasa de inmigración, como Murcia o Andalucía.

Ideología de quien vota a Vox

4. Javier Ortega Smith con presidentes provinciales de Vox en la manifestación de la plataforma Jusapol en Zaragoza. Autor: Vox España, 17/03/2018. Fuente: Flickr.
Javier Ortega Smith con presidentes provinciales de Vox en la manifestación de la plataforma Jusapol en Zaragoza.
Autor: Vox España, 17/03/2018. Fuente: Flickr. Dominio público.

Lo primero de todo, ¿son los votantes de Vox de derechas? Sí, muy de derechas. En el último barómetro del CIS (julio 2020) se ubicaban en un 6,9 de media en la escala ideológica (siendo el 1 la posición más a la izquierda y el 10 la más a la derecha). Aun así, existe una ligera tendencia al centro, posiblemente como consecuencia de la ampliación de su electorado, ya que hace un año se ubicaban cerca del 8 en esta escala. Asimismo, a pesar de tener un porcentaje considerable en el 10 de la escala (15,1%), es reseñable que su franja más numerosa es la del 5, con un 22,9%. Esto se puede explicar por aquellas personas que prefieren definirse como ‘’ni de izquierdas, ni de derechas’’ y que Vox ha intentado captar camuflando su ideario ultraderechista con mensajes tales como: ‘’no somos de extrema derecha, somos de extrema necesidad’’.

En lo que respecta a su ideología, entre los que lo votaron el 10N, las categorías políticas con mayor porcentaje son conservador/a (34,4%), liberal (13,8%) y demócrata cristiano/a (7,6%). También es el partido con más votantes que prefieren no definirse o hacerlo como apolíticos, con un 11,2%, lo que está en consonancia con lo ya comentado. Está sobrerrepresentado entre personas católicas, pero estas son mayoritariamente no practicantes.

Ahondando en las encuestas del CIS, una pregunta bastante interesante es: ¿Cuál de las siguientes frases refleja mejor su opinión sobre la democracia? El 70,1% de quienes votaron a Vox el pasado 10 de noviembre creían que la democracia era preferible a cualquier otra forma de gobierno, mientras que el 21% afirmaba que un gobierno autoritario era preferible en algunas ocasiones, superando con creces la media que es del 5%. Con ello se desmonta la teoría de que Vox, o al menos sus votantes, son antidemocráticos, pero se observa una sobrerrepresentación del autoritarismo entre sus filas.

Características sociológicas y reflexión

5. Santiago Abascal encabezando la manifestación organizada por Vox contra el Gobierno La caravana por la libertad. Autor: Vox España, 23/05/2020. Fuente: Flickr.
Santiago Abascal encabezando la manifestación organizada por Vox contra el Gobierno La caravana por la libertad.
Autor: Vox España, 23/05/2020. Fuente: Flickr. Dominio público.

Finalmente, pasando a las características sociológicas de su electorado, en línea con la edad de sus votantes, Vox está infrarrepresentado entre el estudiantes y las personas jubiladas, por lo que está sobrerrepresentado entre las personas que trabajan. Asimismo, está por debajo de la media entre quienes realizan trabajo doméstico no remunerado, que suelen ser mujeres.

En lo relativo a la profesión, está muy por encima de la media entre las personas que se dedican a la agricultura, concordando con su éxito en la España vaciada, predominantemente agraria; y entre el ejército, aunque solo 4 puntos por encima de la media. En cambio, está infrarrepresentado en el colectivo científico e intelectual, 10 puntos por debajo de la media. Decir también que Vox es el partido más votado entre miembros de la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas.

Con todo esto, queda un poco más claro de qué elementos políticos y sociológicos se compone el grueso electoral de quien vota a Vox y que, por lo tanto, se tengan mejores herramientas para analizar su discurso. Cuando una personalidad política hace unas declaraciones, se debe pensar por qué las hace y a quién van dirigidas.

En especial a la extrema derecha le interesa que la sociedad desconozca esto, porque en la mayoría de las ocasiones no sirven a quien dicen servir. Se encuentran muy a gusto en las sombras. Con este tipo de artículos, se busca precisamente arrojar luz sobre la estrategia de la ultraderecha. Estos son los datos, de quien lee el artículo son las conclusiones. Desde aquí, a seguir trabajando para dejar a la ultraderecha Al Descubierto.

Enlaces, fuentes y bibliografía:

– Foto de portada: Acto de Vox en 2018 en Barcelona La España por venir. Autor: Vox España, 03/06/2018. Fuente: Flickr. Dominio público.

Vicente Barrachina

Articulista. Apasionado por la Sociología y la Ciencia Política. Periodismo como forma de activismo. En mis artículos veréis a la extrema derecha Al Descubierto, pero también a mí.

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