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El 1% de la población más rica contamina el doble que el 50% más pobre

Intermón Oxfam concluye en el informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono publicado el 21 de septiembre de 2020 que el 1% de la población más rica produce más del doble de los gases de efecto invernadero que la mitad de la población más pobre. Así, el informe desvela las amplias desigualdades económicas que existen acerca de la huella ecológica que emiten las personas y que son las personas más ricas las principales responsables del cambio climático.

El informe es el resultado de un estudio realizado por Oxfam y el Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo en función de la huella de carbono en comparación a los niveles de consumo y la renta entre los años 1990 y 2015 de un total de 117 países. En él, se llega a diferentes conclusiones, como que las emisiones totales de cada año se incrementaron en un 60% mientras que las acumuladas se duplicaron.

Entre 1990 y 2015, las emisiones anuales se incrementaron en un 60 % y las emisiones acumuladas se duplicaron, pero esta distribución ha sido muy desigual. Los datos revelan la gente más rica (unas 63 millones de personas generan el 15% de las emisiones de gases contaminantes, mientras que la más pobre, unos 3.100 millones, genera el 7%.

Esta desigualdad se acrecenta a medida que hay más diferencias en cuanto a la riqueza individual. De esta forma, la mitad del total de las emisiones las produce el 10% de la población más rica. A su vez, contaminan 60 veces más que el 10% de la gente más pobre.

Otro dato interesante es que el 5% más rico del total de la población genera el 37% del incremento total de las emisiones entre 1990 y 2015, es decir, que unas 315 millones de personas han generado más de un tercio del aumento total de la contaminación en esos 25 años.

Por otro lado, según la ONG, aproximadamente el 50% de estas emisiones puede atribuirse al 10% más rico de la población mundial, cuyo promedio de huella de carbono alcanza once veces superior a la de la mitad más pobre de la población, y es 60 veces superior a la del 10% más pobre, que apenas ha incrementado su consumo en el mismo periodo de tiempo.

Un crecimiento económico para la población más rica

Porcentaje de emisiones acumuladas entre 1990 y 2015, y uso del presupuesto global de carbono para la meta de los 1,5 °C, vinculado al nivel de consumo de los distintos grupos de ingreso a nivel global y población más rica. Autor: Captura de pantalla realizada el 25/09/2020 a las 7:43h. Fuente: Informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono de Intermón Oxfam.
Porcentaje de emisiones acumuladas entre 1990 y 2015, y uso del presupuesto global de carbono para la meta de los 1,5 °C, vinculado al nivel de consumo de los distintos grupos de ingreso a nivel global . Autor: Captura de pantalla realizada el 25/09/2020 a las 7:43h. Fuente: InformeCombatir la desigualdad de las emisiones de carbono de Intermón Oxfam.

En el informe, Intermón Oxfam concluye que este incremento en la huella de carbono y en las emisiones de gases de efecto invernadero (que tienen un papel protagonista en los efectos del cambio climático) es el resultado de un aumento exponencial de la actividad productiva y, en líneas generales, de la economía de los países.

Sin embargo, que tanto el consumo como las emisiones se hayan incrementado especialmente en la parte más rica de la población, revelan que este crecimiento económico se ha distribuido de forma muy desigual, beneficiando claramente a las clases más altas del mundo.

De hecho, el propio informe desmonta el mito de que el aumento de la contaminación en el mundo se debe a las clases medias emergentes en China y en India, ya que, aunque es cierto que su contribución al cambio climático se ha incrementado considerablemente entre 1990 y 2015, el gran peso de las emisiones y del consumo sigue estando en la parte más rica de la población.

Los dos grupos más afectados por esta injusticia son precisamente los menos responsables de la crisis climática: por un lado, las personas en mayor situación de pobreza y exclusión, y que ya tienen dificultades para hacer frente a los efectos del cambio climático; y, por otro lado, las generaciones futuras, que heredarán un presupuesto de carbono agotado y un mundo que avanza a pasos agigantados hacia el colapso climático. – Intermon Oxfam, 2020.

Así, el informe llega también a una conclusión demoledora: aunque el 90% de la población mundial redujese las emisiones de carbono a cero mañana mismo, el 10% más rica podría por sí misma alcanzar el límite del aumento de los 1,5 ºC la temperatura del mundo apenas unos años más allá del año 2030, año en que se ha fijado que se llegará a dicho límite si la civilización sigue este ritmo.

Otra de las conclusiones es que, al tiempo que la parte más pobre y más vulnerable de la población es la que menos contribuye al cambio climático, es la que más recibe sus nefastas consecuencias. Así, si eres mujer, mayor de 65 años, de bajos ingresos y vives en zonas o países en vías de desarrollo, tienes más probabilidades de sufrir desastres climáticos.

Por último, al ritmo actual, se estima que serán necesarios 200 años para que toda la población mundial viva por encima del umbral de pobreza de 5,50 dólares anuales. Así, el informe no solo refleja las enormes desigualdades en cuanto a la contribución al cambio climático, sino que esta situación está muy lejos de revertirse.

La necesidad de revertir el cambio climático

El “gráfico de dinosaurio”, que refleja el desigual aumento de las emisiones
de carbono entre 1990 y 2015. Autor: Captura de pantalla realizada el 25/09/2020 a las 7:40h. Fuente: Informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono de Intermón Oxfam.
El “gráfico de dinosaurio”, que refleja el desigual aumento de las emisiones de carbono entre 1990 y 2015.
Autor: Captura de pantalla realizada el 25/09/2020 a las 7:40h. Fuente: InformeCombatir la desigualdad de las emisiones de carbono de Intermón Oxfam.

En el informe, Oxfam también hace énfasis en cómo la pandemia por Covid19 ha reducido en términos absolutos el consumo mundial, aunque éste también se haya hecho de manera desigualmente distribuida lo que, a juicio de lo expuesto en el mismo, ejemplifica que sí que pueden tomarse medidas para revertir los efectos del cambio climático.

Mientras la actual crisis sanitaria y económica mundial sigue su curso, la crisis climática no deja de agravarse. Las catástrofes provocadas por fenómenos meteorológicos extremos, como el ciclón Amphan en la India o los incendios descontrolados en Estados Unidos, no se han detenido durante la pandemia de COVID-19. Estos desastres son un claro recordatorio de lo peligrosamente cerca que nos encontramos de superar el límite de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 º C, la meta recogida en el Acuerdo sobre el clima de París. Intermón Oxfam.

No obstante, también se dice que la salida del confinamiento, especialmente en los países más ricos, hace que pronto se retorne a la situación del principio, por lo que anima a adoptar políticas públicas, “como por ejemplo gravar determinados bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones (como los SUV, los vuelos frecuentes en clase business y en aviones privados) y otras como ampliar la infraestructura digital y de transporte público, podrían contribuir a reducir las emisiones, frenar la desigualdad y mejorar la salud pública.”

Eso sí, también se incide en que “es imprescindible que se pongan en marcha ya para que cumplan ese propósito antes de que se agote el presupuesto global de carbono y se sobrepase el límite de 1,5 ºC decalentamiento global.”

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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