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Los Proud Boys celebran que Trump no condene a los grupos de extrema derecha

El primer debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden en el marco de la campaña de las elecciones estadounidenses ha colocado en el punto de mira a los grupos de extrema derecha y, especialmente, a los denominados “Proud Boys”. Esta organización machista, racista e islamófoba nació en los meses anteriores a la llegada de Trump a la Casa Blanca en el año 2016. Ahora, el actual presidente de los Estados Unidos no condena a este tipo de grupos racistas de extrema derecha que han proliferado por todo el país durante su mandato. En su lugar, advierte: “Proud Boys, retrocedan y aguarden”.

Trump es consciente de que este tipo de grupos de extrema derecha está compuesto por una parte fundamental de sus votantes de base. “No quiere enemistar a racistas y antisemitas porque le ven como alguien que se solidarizará con ellos” afirma Colin Clarke, analista del think tank The Soufan Center, especializado en terrorismo y grupos de extrema derecha, a eldiario.es. Además, explica que “la referencia de Trump a los Proud Boys es extremadamente peligrosa porque les proporciona un estímulo moral que eleva su perfil, permitiéndoles a su vez aumentar el reclutamiento y la recaudación de fondos”.

De hecho, el fundador del grupo, Gavin McInnes, no ha tardado en responder a la mención del presidente Trump bromeando: “Yo controlo a los Proud Boys, Donald, no retrocedáis y no aguardéis”. El favor que ha supuesto para la extrema derecha que se aludiera al grupo en el debate presidencial se ha podido contabilizar en tan solo unas horas. Las búsquedas en Internet se han disparado y, según las informaciones de The New York Times, varios miembros del mismo han celebrado las palabras de Trump en sus foros privados como algo “histórico”. Asimismo, el aumento de participantes ya se ha hecho notar también.

Las críticas a Trump

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hablando en la Conservative Political Action Conference (CPAC) en 2018, en National Harbor, Maryland. Autor: Gage Skidmore, 23/02/2018. Fuente: Flickr. (CC BY-SA 2.0).
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hablando en la Conservative Political Action Conference (CPAC) en 2018, en National Harbor, Maryland. Autor: Gage Skidmore, 23/02/2018. Fuente: Flickr. (CC BY-SA 2.0).

Las protestas por las declaraciones del Presidente no se han hecho esperar. Es por ello que unas horas más tarde, el presidente ha decidido llevar a cabo un lavado de imagen y modificar su discurso con las siguientes palabras: “No sé quiénes son los Proud Boys, tendréis que darme una definición porque realmente no sé quiénes son. No sé quiénes son los Proud Boys, pero quienes quiera que sean, tienen que retirarse y dejar a la policía hacer su trabajo”. En otra entrevista para la cadena Fox News ha asegurado que “lo he dicho muchas veces y quiero ser claro de nuevo: condeno al KKK (Ku Klux Klan). Condeno a todos los supremacistas blancos, condeno a los Proud Boys. No sé mucho sobre los Proud Boys, pero lo condeno”.

Estas rectificaciones nacen de la alerta que se propagó, a raíz del comentario inicial, entre los republicanos en el Senado. De hecho, al menos cuatro legisladores republicanos tomaron distancia de esta declaración y exigieron al presidente que calificase expresamente al grupo extremista como una organización racista. Trump así lo ha hecho, pero no sin pedir a su vez que Biden declaro a los “antifa” como grupo terrorista.

El extremismo de los Proud Boys

La bandera de los Proud Boys. Autor: ScottishPOYB, 14/09/2020. Fuente: Wikimedia Commons. (CC BY-SA4.0).

El grupo se define a sí mismo como “una fraternidad de hombres a favor de Occidente que se niegan a pedir disculpas por crear el mundo moderno, también conocidos como chovinistas occidentales”. La organización reconoce abiertamente que no admite a mujeres entre sus filas. En palabras de su fundador, Gavin McInnes: “Quizá, la razón por la que soy sexista es porque las mujeres son tontas. No, es broma, chicas. Pero hay ciertos sectores en los que no soléis destacar, como la escritura”.

Sin embargo, su fundador, que también es conocido por ser uno de los creadores de Vice Media, ha intentado que la agrupación se mantuviera alejada de la conocida alt-right (“extrema derecha alternativa”). Pese a sus esfuerzos, la similitud entre sus postulados llevó al FBI a clasificar a la organización como “grupo extremista con vínculos con el extremismo blanco” en 2018.

Y es que, aunque los Proud Boys no se consideren racistas ni homófobos, admiten que “es un grupo multirracial formado por heteros, algunos homos, muchos judíos… El único requisito es que seas un tío, nacido tío, y que aceptes que Occidente es lo mejor”. De hecho, su fundador no ha vacilado a la hora de asegurar que no le gusta el islam y que sería correcto llamarle islamófobo. Además, también ha afirmado que “los palestinos son estúpidos. Los musulmanes son estúpidos y lo único que respetan es la violencia”.

McInnes, quien disfraza de comedia su ideología racista, machista, tránsfoba y violenta, ha diseñado la organización como un club en el que se reciben distinciones dependiendo de méritos como hacerse un tatuaje, recibir una paliza como rito para controlar la adrenalina o participar en una “gran pelea por la causa”.

En 2017 se hizo viral un vídeo del propio fundador en el que aparecía pegando un puñetazo a un activista antifascista y, de hecho, afirma que “cuando nos pegamos contra estos chavales antifascistas de Nueva York, que todos eran hijos de profesores que son marxistas porque su papi se lo dijo, te sientes sexista cuando les golpeas porque cuando les das un puñetazo, parecen chicas. Su cara se desploma, es como papel maché”.

No obstante, su preocupación principal es la supuesta guerra contra los blancos en los países occidentales y, aunque se consideran antirracistas públicamente, McInnes defendió en un artículo del año 2014, escrito para la publicación American Renaissence, que cada “raza” posee un coeficiente intelectual, teniendo las personas negras el menor de todos. Sus declaraciones se encuentran en sintonía con este racismo mal disimulado: “No tengo miedo de hablar de las atrocidades a las que los blancos y personas de origen europeo se enfrentan no solo en este país, sino en los países occidentales de todo el mundo. La guerra contra los blancos, europeos y la sociedad occidental es muy real y es hora de hablar de ello y de dejar de preocuparnos por la corrección política”.

El grupo adquirió mayor relevancia mediática tras los sucesos de 2017 en Charlottesville. Uno de sus miembros, Jason Kessler, participó en la organización de la marcha supremacista “Unite the right” que concluyó con el fallecimiento de una persona y dejó a varios heridos después del ataque de un ultra a un grupo de contramanifestantes. Un momento delicado tras el cual Trump también fue criticado por no condenar la violencia de la extrema derecha. En su lugar, afirmó que “en ambos lados hay gente muy buena”.

Los actos violentos de Charlottesville aceleraron la expulsión de Kessler de los Proud Boys, pese a que, como ha documentado el Southern Poverty Law Center (centro de referencia en la clasificación de grupos racistas y antisemitas), el propio McInnes lo había invitado a participar en su programa, The Gavin McInnes Show, un par de meses antes y desde allí había promocionado la convocatoria ultra.

Enlaces y fuentes:

– Foto destacada: Proud Boys. Autor: Becker1999, 19/07/2020. Fuente: Flickr (CC BY 2.0.)

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