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Dirigentes del PP, Vox y Cs se unen a Parler, red social de la ultraderecha, antes de su caída

La red social Parler despunta tras la suspensión de la cuenta de Twitter de Donald Trump. Siempre a la cabeza, los estadounidenses que simpatizan con el presidente saliente decidieron unirse a este medio que no aplica regulaciones de contenido. Esta fue su forma de protestar ante los grandes medios sociales por su reacción hacia las declaraciones de Trump después del asalto al Capitolio. No obstante, en España, dirigentes del Partido Popular, Vox y Ciudadanos se han sumado ahora a esta red social.

La plataforma de microblogging nació en el año 2018 con sede en Estados Unidos y, desde el lunes, ha sido vetado por Amazon, negándole a Parler el alojamiento de sus contenidos a través de Amazon Web Services, así como por Apple y Google, lo que impide la descarga de su aplicación. El analista y consultor en redes sociales David Álvarez ha explicado a Público que “lo han tratado de vender como que son la red social que permite la total libertad de expresión”.

Por su parte, la experta en ética hacker y analista de ciberseguridad Paula de la Hoz ha destacado que se trataría de “la alternativa para los que quieren hablar de las cosas que se censuran en Twitter”, incluyendo contenidos racistas, xenófobos, misóginos y relacionados con abusos a menores de edad.

En su incorporación a la red social, el líder de la formación ultraderechista Vox, Santiago Abascal, escribió el sábado su primer mensaje de adhesión: “¡No podrán silenciarnos!”. Otros miembros del partido como su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, el europarlamentario Hermann Tertsch o el vicesecretario de comunicación de Vox, Manuel Mariscal, le siguieron. Este último publicó que “la libertad de expresión está siendo atacada a nivel global”.

Sin embargo, aún más destacable es que no solo la extrema derecha populista se ha sumado a esta corriente iniciada desde Estados Unidos, sino que, por ejemplo, la diputada del Partido Popular y futura líder de las Nuevas Generaciones del PP, Bea Fanjul, escribió en su ingreso a la red social el mensaje más polémico: “Empieza la revolución” fueron sus palabras, la misma proclama que utilizaron los seguidores ultraderechistas de Trump durante el asalto al Capitolio. Por otro lado, el senador popular por Cantabria, Javier Puentes, señaló en la red social: “Difícil de entender que los medios no se hagan eco del ataque a la libertad de expresión por parte de las grandes tecnológicas”.

Entre las filas de Ciudadanos ha sido Toni Cantó, su portavoz en Les Corts, y el antiguo miembro del partido Juan Carlos Girauta, que ejerció como portavoz de la formación en el Congreso, quienes han dado el salto a la red social que destaca entre la extrema derecha. Girauta, quien presumió de acumular 6.000 seguidores en Parler en tan solo unas horas, escribió en Twitter que “Esto ya era una cuadra que hay que limpiar a diario de bots e indeseables. Ahora es mucho más grave: censura ideológica”.

Cabe recordar que uno de los principales inversores de Parler es la familia Mercer, muy cercana a Donald Trump. De hecho, una de sus integrantes, Rebekah Mercer, es una de las mayores donantes del Partido Republicano.

Así, el presidente saliente y su equipo comenzaron a utilizarla durante la última campaña electoral, cuando Twitter empezó a limitar algunas de sus publicaciones “por incumplir sus normas de uso”. Por todo ello, los expertos consideran de forma generalizada que Parler es una herramienta tecnológica en manos de un grupo de presión.

El problema del alojamiento

La oficina de Amazon Web Services (AWS) en Houston, Texas. Autor: Tony Webster, 31/03/2019. Fuente: Flickr. (CC BY 2.0).
La oficina de Amazon Web Services (AWS) en Houston, Texas. Autor: Tony Webster, 31/03/2019. Fuente: Flickr. (CC BY 2.0).

El veto de Amazon, Apple y Google plantea un serio problema a la efervescente red social. Los gigantes tecnológicos consideran que ha vulnerado las condiciones y normas de uso de sus plataformas, sobre todo en lo que respecta a la moderación de contenidos que incitan al odio, “lo que supone automáticamente el cese de su actividad, así como la imposibilidad de descargar la aplicación de modo masivo, que es lo que está sucediendo ahora mismo”, ha explicado Álvarez.

El propio CEO de Parler, John Matze, ha comunicado que “Esto no se debe a restricciones de software, tenemos nuestro software y los datos de todos listos para usar. Más bien, es que las declaraciones de Amazon, Google y Apple a la prensa sobre la suspensión de nuestro acceso han provocado que la mayoría de nuestros otros proveedores también abandonen su apoyo. Y la mayoría de las personas con suficientes servidores para alojarnos nos han cerrado las puertas”.

Es por ello que fuentes de Parler ya han anunciado que reiniciarán el proyecto desde cero, “aunque sin la colaboración de las grandes plataformas de alojamiento, como Amazon, se antoja muy complicado que vuelvan a activarse, por lo menos a corto plazo”, argumenta Álvarez.

No obstante, el analista considera que lo sucedido con Trump ha sido la puntilla que ha enfrentado a las grandes empresas tecnológicas con las implicaciones políticas y sociales de los proyectos que han creado durante la última década.

En este sentido, no observa que la libertad de expresión esté en peligro, tal y como plantea la extrema derecha, pero sí advierte sobre el riesgo de la arbitrariedad. Así pues, defiende que “o se afronta una regulación conjunta de fondo o seguiremos con el problema”.

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