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Mociones de censura en Murcia y Madrid dinamitan pactos entre PP y Ciudadanos en toda España y apartan a Vox

Las mociones de censura presentadas por el PSOE y Ciudadanos en Murcia precipitan 24 horas de inestabilidad política cuando se cumple un año de la semana en que España se confinó por la pandemia de Covid-19. No obstante, la lucha de poder se juega en Madrid, donde habrá que resolver jurídicamente si la convocatoria de elecciones anticipadas que realizó Ayuso es válida o, en su lugar, se celebran las mociones de censura presentadas por el PSOE y Más Madrid, en principio admitidas a trámite.

El Tribunal Constitucional decidirá sobre Madrid

Díaz Ayuso: “Reafirmamos nuestro compromiso de unidad, imprescindible para afrontar los retos a los que nos vemos obligados”. Autor: Comunidad de Madrid, 15/07/2020. Fuente: Flickr. (CC BY-NC-SA 2.0).

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, informados unas horas antes del movimiento que Ciudadanos y PSOE pensaban realizar en Murcia, planearon detonar el pacto que mantenían con la formación naranja en la Comunidad de Madrid, en previsión de que pudiera haber una réplica de la maniobra en dicha región.

A las 00 horas del jueves 11 de marzo, día en que el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, ha acusado a Ayuso de dejarle fuera de los actos conmemorativos por el 11-M y de cesar a todos los consejeros de Ciudadanos y reorganizar las áreas otorgando sus competencias a los populares, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publicaba el decreto de disolución de la Asamblea madrileña y registraba la cita electoral anticipada para el martes 4 de mayo, con la firma de la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso.

«Me he visto obligada a tomar esta decisión por el bien de Madrid y de España y contra mi voluntad repetida de agotar la legislatura”, explicaba Ayuso en una breve comparecencia sin preguntas tras el Consejo de Gobierno en la Puerta del Sol.

Mientras, el Partido Socialista Obrero Español, Más Madrid y Unidas Podemos insisten en que la Cámara no está disuelta, puesto que la Mesa de la Asamblea, presidida por Ciudadanos y reunida de emergencia telemáticamente, admitió a trámite las mociones de censura presentadas por ambas formaciones.

De este modo, si bien el entorno leal a Ayuso defiende que prevalece la convocatoria de elecciones que la presidenta madrileña tramitó el miércoles tras firmar el decreto correspondiente en la sede del Gobierno en la Puerta del Sol, la Mesa de la Asamblea sostiene que las mociones de censura siguen su curso ya que fueron tramitadas de forma previa a la publicación del decreto en el BOCM.

El portavoz de Ciudadanos en el parlamento regional, César Zafra, ha sido el más prudente en sus pronunciamientos y ha apuntado que “en este momento tienen que ser los servicios jurídicos de la Cámara los que decidan”.

Todo el dilema parece depender de las horas exactas. Hasta el momento, las distintas informaciones apuntan a que la Mesa de la Asamblea admitió a trámite las mociones de censura en torno a las 14:30 horas, poco después del anuncio de la presidenta autonómica. Posteriormente, a las 16:10 horas, el Ejecutivo de Ayuso informó al presidente de la Asamblea, por escrito y a través del registro, del decreto de convocatoria electoral, en una comunicación firmada por la consejera de Presidencia, María Eugenia Carballedo.

Para ese instante la Mesa ya había decidido, con los votos del PSOE y Ciudadanos, que se tramitarían las mociones. No obstante, estos acuerdos para celebrar las mociones de censura de Más Madrid y PSOE no salieron del registro hasta las 16:12 y 16:15 respectivamente.

Por el momento, los servicios jurídicos del parlamento autonómico aún están dirimiendo la cuestión, que podría llegar al Tribunal Constitucional si el Gobierno de Ayuso recurre la tramitación de ambas mociones amparándose en un delito de “prevaricación” por parte de la Mesa de la Asamblea al convocarse ésta sin las 24 horas de antelación que fija el Reglamento y, en efecto, la puja deriva en un conflicto de competencias entre el Gobierno y el Parlamento. De hecho, podría incluso tener lugar una de las mociones y que posteriormente el Constitucional declarase su nulidad en favor de los comicios.

Esta inestabilidad política, unida al contexto de pandemia, ya ha tenido sus primeras consecuencias en lo que a restricciones respecta. El choque entre el Gobierno central y el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, hasta ahora la región con peores datos de contagio de todo el país, ha provocado que el último amenace con no acatar los cierres perimetrales que el Consejo Interterritorial había acordado para el puente de San José y la Semana Santa.

Así pues, pase lo que pase en los tribunales, Ayuso ya habla en clave de campaña electoral, tal y como lo ha demostrado en un recorrido matutino por distintas radios este jueves 11 de marzo.

En concreto, han destacado declaraciones como “quiero mi propio proyecto porque no lo he tenido hasta la fecha, porque me han estado mareando los unos y los otros, con broncas entre ellos, con tiranteces, y con los presupuestos estamos en marzo y no los tenemos” o “quisiera gobernar sola pero gobernar para todo el mundo. Para socialistas moderados que identifican estas políticas como suyas, y no el cierre por el cierre. Voy a por esos votantes de Ciudadanos que se han quedado sin partido. También a por los de Vox”.

El resto de partidos políticos mantienen un perfil bajo e incluso desde Vox, que apuesta por el juego electoral en todas las regiones tambaleantes, Rocío Monasterio se ha limitado a expresar que “estaremos en el lugar en el que nos coloquen los madrileños”.

Por su parte, el PSOE se encuentra ante una situación inesperada sin un claro candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Aunque Gabilondo podría repetir, ha descartado pronunciarse al respecto. Por otro lado, en Más Madrid presentan a Mónica García como la mejor candidata para traer un cambio la izquierda de la región, pero tampoco quieren hablar de unas elecciones que, como ha recordado el vicepresidente autonómico de Ciudadanos, Ignacio Aguado, costarán alrededor de 20 millones de euros a los madrileños y habrá que repetir igualmente en 2023.

El terremoto político en Murcia que se sintió en Castilla y León y Andalucía

Fernando López Miras, presidente de Murcia, perjudicado por las mociones de censura en 2018. Autor: PP Comunidad de Madrid, 12/02/2018.  Fuente: Flickr. (CC BY 2.0).
Fernando López Miras, presidente de Murcia, perjudicado por las mociones de censura en 2018. Autor: PP Comunidad de Madrid, 12/02/2018. Fuente: Flickr. (CC BY 2.0).

El 10 de marzo de 2021 dos mociones de censura presentadas en Murcia a nivel autonómico y local por el Partido Socialista y Ciudadanos desbancaban al Partido Popular, que llevaba gobernando en la región durante 26 años. Ambas formaciones suman 23 escaños en la Asamblea Regional y contarán con el apoyo de Podemos para conseguir los votos necesarios en el Ayuntamiento de la capital.

La corrupción del PP murciano desde los tiempos de su expresidente Ramón Luis Valcárcel, que ostentó el cargo durante 19 años, aún se está juzgando en los tribunales. Esto, unido a los recientes escándalos sobre la vacunación irregular de 400 altos cargos de la Consejería de Sanidad y a la renegociación del pin parental con Vox, ha dinamitado la confianza entre los socios de Gobierno de esta región.

A partir de entonces, el fuego cruzado entre ambos partidos políticos ha sido constante. El miércoles 10 de marzo se lanzaron los primeros ataques: el secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguraba a última hora que “Ciudadanos ha pactado para derribar los gobiernos de Murcia, Castilla y León y Madrid. Ha decidido volar por los aires los gobiernos de la libertad” y calificaba los movimientos de la formación naranja de “tremendamente irresponsables en plena pandemia”, además de aprovechar la situación para abrir las puertas del Partido Popular a todos los militantes de Ciudadanos descontentos con la dirección del partido.

Por su parte, la líder de Ciudadanos Inés Arrimadas afirmaba en un tuit que “llevamos meses intentando que el PP de la Región de Murcia cumpla el acuerdo para combatir la corrupción y el escándalo de las vacunaciones irregulares. Ha sido imposible. Abriremos una nueva etapa de regeneración liderada por las políticas de Ciudadanos”.

La mañana del jueves, lejos de cesar las confrontaciones y encauzar la situación de distintas regiones, fuentes de la dirección nacional del PP han difundido que “Arrimadas se ha convertido en un satélite de Sánchez e Iglesias, dejando huérfanos a afiliados y dirigentes de Ciudadanos. Su palabra no vale nada, como se comprueba escuchando su hemeroteca”.

A la par, el portavoz del Partido Popular en el Senado, Javier Maroto, seguía la misma estela acusando a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, de negociar con el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, “de forma oculta” para presentar de forma conjunta tres mociones de censura contra el PP en Murcia, la Comunidad de Madrid y Castilla y León, con el objetivo de desestabilizar a las tres regiones.

Maroto, que ha acusado a la dirección de Ciudadanos de querer “unir su destino a PSOE y Unidas Podemos” en una entrevista para la Cadena Ser, también ha celebrado el fracaso de la moción de censura presentada por el líder del PSOE en Castilla y León, territorio donde asegura que la formación naranja “tiene más sentido común que su dirección” presidida por Arrimadas a nivel nacional.

No obstante, el líder socialista Luis Tudanca aún espera reunir 4 votos de Ciudadanos, además de los apoyos de Podemos, para que prospere la moción de censura. Pese a que la propia Arrimadas ha anunciado la ratificación del acuerdo de Gobierno con el PP en Castilla y León, cabe recordar que mantiene una relación distante con el dirigente de Ciudadanos en la region, Francisco Igea.

El efecto mariposa no ha llegado hasta Andalucía, donde la líder socialista Susana Díaz ha dejado claro que no está pensando en intrigas electorales, pero pide a Ciudadanos que tome nota “porque el PP le lleva a la ruina” y, de hecho, dentro de la formación naranja en esta Comunidad Autónoma hay serias discrepancias con su líder y vicepresidente de la región, Juan Marín, quien, además de haber asegurado la estabilidad de su coalición con el PP de Juanma Moreno Bonilla, no tiene una relación especialmente buena con Arrimadas.

Enlaces y fuentes:

– Foto de portada: Pablo Casado en un acto en la sede del Partido Popular en julio de 2019. Autor: Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular, 09/07/2019. Fuente: Flickr. (CC BY 2.0). // Dobles grados de las facultades de Derecho y Empresariales. Autor: Universidad Pablo de Olavide, 12/05/2017. Fuente: Flickr. (CC BY-SA 2.0).

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