Europa

Anomalías de este 1 de mayo: así se apropia la ultraderecha del discurso obrerista

El pasado 1 de mayo, Día de las personas trabajadoras, en España se realizaron las clásicas concentraciones y manifestaciones propias de esta fecha histórica, si bien con la limitación que suponen las restricciones previstas por los gobiernos autonómicos y el del Estado para tratar de afrontar la actual crisis sanitaria.

Este hecho, probablemente inevitable dada la situación, provocó que en muchas ciudades del Estado español no se pudieran llevar a cabo con normalidad las actividades previstas por los sindicatos mayoritarios de clase, viéndose restringida tanto la participación permitida en muchos puntos del país, que provocó que la afluencia fuera mucho menor a la contabilizada años anteriores.

Este día reivindicativo se lleva celebrando, de un modo u otro, desde el año 1889, cuando la Segunda Internacional Socialista lo estableció como un día de celebración por la consecución de la jornada de 8 horas, por lo que se ha celebrado en condiciones totalmente anómalas y adversas.

En España, este día se declaró festivo por primera vez durante los gobiernos de la II República y, curiosamente, incluso durante el período de la Guerra Civil provocada por la sublevación del bando franquista, se siguió celebrando y conmemorando esta festividad hasta la victoria final del general y dictador Francisco Franco, quien suprimió esta fecha por considerarla de izquierdas y promotora de la lucha de clases y la organización de las clases populares.

En consecuencia, no fue hasta el regreso del sistema constitucional de 1978 que el 1 de mayo volvió a considerarse una festividad y a celebrarse cada año.

De este modo, el 1 de mayo del 2020 fue la única ocasión en la que, habiendo un sistema político representativo y un Estado de Derecho en el país, no se pudo celebrar dicha festividad.

La presencia de Yolanda Díaz en el 1 de mayo

Así pues, el 1 de mayo de 2021 fue un día como mínimo muy peculiar, puesto que fue el primero que se realiza después del confinamiento estricto del año anterior. Se trató de una fecha en la que se combinaron muchas sensaciones.

Por una parte, había una cierta esperanza provocada por los reencuentros de compañeras y compañeros en las calles, organizadas y luchando por sus derechos, cada una y cada uno con sus símbolos y con su ideología pero de acuerdo en la necesidad de mejorar los derechos de las personas trabajadoras y de la gente que peor está sufriendo las consecuencias de la crisis sanitaria.

De igual manera, también había una cierta ilusión y expectativa, puesto que era el primer año en el que la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, participaba de las actividades organizadas por los sindicados, manifestando así su cercanía a los mismos. También la actitud de los sindicatos fue más cooperante con el Gobierno de lo que lo fue en el pasado.

En consecuencia, esta cierta sintonía entre Gobierno y sindicatos, provocaba que se respirara un ambiente menos confrontativo, siendo esto muy poco frecuente en esta fecha que, precisamente, se había caracterizado por sus reivindicaciones ante el Gobierno, las cuales ahora se centraron en el eslogan “Ahora toca cumplir”, que suscribió la propia Ministra Díaz.

Este hecho acaparó portadas debido a su especial significación. Desde ciertos sectores, se ha calificado la visita de Yolanda Díaz a la manifestación del 1 de mayo como una estrategia comunicativa, lo que hasta cierto punto podría ser una realidad.

Sin embargo, otras personas han argumentado que su trabajo en el Gobierno está siendo muy destacado gracias al impulso de medidas en favor de las personas trabajadoras, liderando desde Unidas Podemos (UP) la confrontación con su socio de gobierno, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

De hecho, la popularidad de Yolanda Díaz y el reconocimiento a estas medidas ha hecho que su presencia en estas concentraciones haya sido bien acogida en un momento en el que los cargos públicos no gozan de especial apoyo entre la población, con un descontento y una desconfianza social récord.

La presencia Solidaridad, el sindicato de Vox

Seguramente la noticia del día fue que Solidaridad, el sindicato ligado a Vox y fundado por miembros de este partido, participó de la celebración del 1 de mayo, si bien no conjuntamente a los sindicatos de clase y resto de partidos, a los que tachó de “sumisos”, alegando que no tienen como prioridad defender los intereses de la población española.

Así pues, realizaron presentaciones por todo el país, siendo la principal de ellas la realizada en Madrid, en la que participaron importantes dirigentes del partido de extrema derecha como Santiago Abascal o Rocío Monasterio, además del Secretario General del sindicato, Rodrigo Alonso, quien , paradójicamentefue denunciado ante la Mesa de la Cámara del Parlamento de Andalucía por atacar la libertad sindical.

Cabe destacar la importancia de este suceso, el cual, como casi todo lo que ocurre en política, no es casual, sino que tiene una clara intencionalidad detrás. Con esta estrategia, Vox y su cada vez más grande área de influencia trata de diferenciarse del resto de partidos ubicados en el eje conservador-liberal en España.

Así, el partido de extrema derecha trata de distinguirse de su principal competidor electoral, el Partido Popular (PP) el cual históricamente se ha mostrado contrario a formar parte activa de este tipo de fechas, acercándose a posturas discursivas nacionalpopulistas, las cuales distan bastante del discurso neoliberal predominante en la derecha española.

De este modo, Vox se acerca a la estrategia empleada por la extrema derecha en otros países, siendo probablemente el caso más clarificador el de Francia con Agrupación Nacional de Marine LePen, el cual sigue una línea estético-discursiva cercana a algunos postulados tradicionales de la izquierda política, los cuales se combinan con elementos de corte nacional y otros de tipo reaccionario para tratar de atraer el voto de la clase trabajadora, la cual se siente en parte desamparada ante las nuevas situaciones a las que se enfrenta como consecuencia del desarrollo de esta nueva fase del capitalismo, que se podría definir como hiperglobalización.

De este modo, no es una cuestión casual que los ejes que guían el discurso del sindicato de Vox sean: obrerirsmo, nacionalismo y reaccionarismo. Tampoco se trata de una cuestión ideológica, evidentemente.

En lo concreto, Vox sigue siendo un partido netamente neoliberal, el cual está en contra del salario mínimo interprofesional, por mucho que ahora su filial sindical reclame incluso una subida del mismo.

Del mismo modo, Solidaridad exige que las multinacionales paguen impuestos en España, mientras que Vox ha votado en contra de la denominada Tasa Google, cuyo objetivo era precisamente ese, de la misma forma que han justificado la fuga de capitales alegando que el tipo impositivo es demasiado alto.

Se puede ver que se trata meramente de una estrategia de marketing, una manera distinta y más engañosa de vender su producto, que no deja de ser una combinación de neoliberalismo en lo económico y tradicionalismo y posturas reaccionarias en lo político, social y ético.

Si bien aún es pronto para aventurarse a pronosticar el resultado de esta jugada, sí que cabría considerar que la condición de posibilidad del fracaso de Solidaridad y de la extrema derecha que se pretende obrerista pasa por el éxito tanto en las propuestas y políticas como en el discurso de los partidos políticos y sindicatos de clase, los cuales deben ofrecer una alternativa en términos de subjetivación a lo propuesto por Vox, además de mejoras materiales en la vida de la mayoría social.

Hay que recordar que la falta de organización de alternativas que movilicen a la gente y hagan frente al discurso ultraderechista se ha señalado como uno de los factores que facilitan el avance de este tipo de fuerzas políticas y de la implantación de su agenda política.

La extrema derecha neofascista acude al 1 de mayo

Finalmente, el tercer elemento anómalo en la celebración del 1 de mayo en un país democrático fue la presencia de múltiples agrupaciones nazis y fascistas en distintas ciudades del Estado español.

En la ciudad de Valencia, el partido neofascista España 2000 convocó una manifestación bajo el lema “Por un 1 de Mayo obrero y español”, la cual fue autorizada por la delegada de Gobierno Gloria Calero, a quien se le ha criticado su excesiva permisividad ante las actuaciones policiales desmesuradas vividas en los últimos tiempos, así como su equidistancia a la hora de confrontar las ideas y acciones contrarias a la democracia.

A lo largo de la manifestación, en la que también participaron otras fuerzas hermanas como La Falange (FE/La Falange), se exhibieron todo tipo de simbologías contrarias al espíritu de la Constitución de 1978.

Esta manifestación estaba convocada a las 18:30 horas en las Torres de Quart y tuvo fin apenas una hora más tarde, en las Torres de Serranos, ambas ubicaciones céntricas y perfectamente accesibles para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las cuales acompañaron a los miembros de esta convocatoria durante el recorrido para garantizar su seguridad.

Cabe destacar que, aún con la presencia policial durante el trayecto, los cánticos y símbolos contrarios a la democracia prosiguieron durante todo el evento, sin que se sepa de ninguna detención por parte de la policía.

Bastante menos permisiva se mostró la policía con las personas que organizaron una contramanifestación en repulsa del discurso de extrema derecha y antiderechos de la organización neofascista, a los cuales se terminó por encapsular cerca de la Plaza Santa Mònica, cerca de donde se había previsto finalizar la manifestación por parte de España 2000, quien en ningún momento tuvo que ver alterado su recorrido.

Cabe destacar que, además, la contramanifestación antifascista, que contaba con una gran presencia policial, se saldó con varias personas identificadas.

Ante las manifestaciones realizadas por los demócratas, desde España 2000 se afirmó que pasaron y volverán a pasar, en referencia al contexto de la Guerra Civil, en la cual se posicionan favorablemente al bando golpista.

No obstante, el suceso más grave ocurriría llegada la noche, cuando un joven fue atacado cuando estaba solo por parte por parte de un grupo de neonazis, los cuales se habían estado paseando por la zona en la que se produjo la agresión al grito de “Dónde están los antifascistas”.

Finalmente, todo esto terminó cuando los nazis observaron que estaban siendo grabados por los vecinos, quien ya han puesto a disposición de las autoridades competentes el material recogido. Habrá que ver si se puede identificar a los agresores, de los cuales incluso, uno de ellos, amenazó al joven golpeado, que se encontraba en el suelo, con una navaja. Al menos así lo ha informado tanto La Marea como elDiario.es.

No obstante también se produjeron ciertos disturbios en Málaga, en esta caso debido a la presencia del grupo neofascista Hacer Nación, el cual a través de sus redes sociales convocó manifestaciones en más de una docena de ciudades, si bien con una escasa afluencia.

Así, la más numerosa fue la de Málaga, en la que se congregaron apenas medio centenar de personas afines a la extrema derecha. En esta ocasión, y a diferencia de lo ocurrido en Valencia, la manifestación se realizó coincidiendo en tiempo y espacio con el acto convocado y organizado por UGT y CCOO, lo que provocó que la ciudadanía que había salido a manifestarse se encontrara a escasos metros de este grupo neofascista.

No obstante, esto no amedrentó a los antifascistas, quienes reivindicaron su postura al grito de “No pasarán”, mientras que los miembros de Hacer Nación realizaban cánticos ultras y les propinaban insultos, todo ante la propia policía, que se vio obligada a establecer un cordón de seguridad para separar a este pequeño grupo de la manifestación que se estaba realizando.

Al igual que ocurrió en Valencia, por el momento, no consta que haya ningún neofascista detenido ni aparentemente identificado.

Finalmente, en Madrid, donde se congregaron los rostros más conocidos de la política y el sindicalismo español, también se pudieron observar pequeños grupúsculos en algunas calles del centro de la ciudad, si bien con menor intensidad a lo visto en otras ciudades. Ante esto, José María Álvarez, Secretario General de la Unión General de Trabajadores (UGT) afirmó en el escenario desde el que se estaba realizando el acto convocado por su sindicato y por CCOO que El 1 de Mayo es una fiesta nacional, no un invento para que 4 fascistas se reúnan, en alusión a la presencia de determinados colectivos de extrema-derecha durante esta jornada reivindicativa, pero también en referencia a las convocatorias del sindicato de Vox, Solidaridad.

Ante estos sucesos, es importante señalar y denunciar la normalización y popularización de los discursos propios de las ideologías nazi y fascista. No es nazi exclusivamente el que tiene una estética que se puede identificar como tal, también lo es el que los justifica, comparte sus pensamientos o emplea sus estrategias.

De este modo, tal y como señaló un ex nazi en el programa Lo de Évole el pasado domingo, se debe prestar a la relación, directa o indirecta, que tienen todos estos grupos con Vox. Así, si bien estos grupos son enormemente minoritarios debido a su estética y la forma de transmitir sus ideas, Vox, con una estrategia estético-discursiva más moderna y acertada ha llegado a obtener un gran renombre sin renunciar a parte de este ideario autoritario, del cual algunos elementos como la antipolítica o la idea de los enemigos de Españaestá calando en diversos sectores sociales, pudiendo incluso llegar a ser hegemónicas.

A modo de conclusión, se puede afirmar que fue un 1 de mayo atípico. Se combinó la presencia de la Ministra de Trabajo con la impunidad de los nazis, y la colaboración de sindicatos y Gobierno con la presencia del sindicato de Vox en varias ciudades del país.

Esto, una vez más, demuestra que la política es contradictoria, y sobre todo, que nada está escrito. Dependerá de la responsabilidad de la ciudadanía, del poder político y del poder mediático que el próximo año se repitan imágenes de esperanza como las vistas y que éstas se den en mayor cantidad o que aumente el poder de la extrema derecha y toda su área de influencia.

Por otro lado, también podría ser un reflejo más de la polarización política y social que se lleva viviendo España, y también buena parte del mundo, desde la irrupción de los discursos ultraderechistas que han emergido como consecuencia de diversas crisis sociales, políticas y económicas en los últimos años. Es reflejo, también, de cómo la extrema derecha está adoptando, como ya hizo en los años 20 y 30, aspectos discursivos que hacen referencia al trabajador medio y a sus necesidades, para restarle apoyo popular a las formaciones de izquierda.

Por el momento, habrá que esperar, con la conciencia puesta en todo lo que se debe luchar para conquistar lo que aún no se tiene pero también en lo que se debe combatir para no perder lo que ya se tiene.

Enlaces, fuentes y bibliografía:

– Foto destacada: Marcha de España 2000 y La Falange el 1 de mayo de 2020. Autor: España 2000. Fuente: Cuenta de Twitter @E2000_Valencia

Tomás Alfonso

Articulista. Activista por el derecho a la vivienda y los servicios públicos. Convencido de que la lucha contra la ultraderecha es condición de posibilidad para una democracia plena.

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