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Neonazi arrepentido confiesa a Évole que en Vox hay nazis «de los legendarios» y anima a la gente a abandonar el radicalismo

Lo de Évole despide su segunda temporada con la entrevista a David, un neonazi arrepentido. “En el momento que yo vea que me localizan ya sé a lo que van a venir. Pero hay dos opciones: que me maten o que se acostumbren a mí, porque yo voy a estar para largo. No queda otra opción”, explicaba tras haber estado recibiendo amenazas desde que sus antiguos compañeros se enteraron de que había aceptado aparecer en el programa.

Después de haber contado con invitados como José María Aznar, Fernando Simón, Ibai Llanos o Miguel Bosé, Jordi Évole da voz en el último capítulo de esta temporada a un neonazi arrepentido al que le gustaría “intentar rescatar a gente del radicalismo”. “Yo estoy intentando levantar un canal de Youtube, para dedicarme a largo plazo y hablar de estas cosas y me estoy documentando”, explica en esta conversación que fue grabada antes de que Isabel Díaz Ayuso convocara las elecciones madrileñas del 4 de mayo.

Antiguo militante de Alianza Nacional y miembro del grupo Resistencia Aria, David se muestra preocupado por la situación actual y las posibilidades reales de que la extrema derecha adquiera poder. “Yo cuando estaba dentro de la burbuja, en Alianza Nacional sobre todo, y teníamos nuestras charlas, nuestras reuniones, nuestros congresos, todos éramos conscientes de que nunca íbamos a llegar a nada. Lo sabíamos. Igual en otros países sí, pero en España no. En España el salto que había que dar para trasladar nuestro discurso a la sociedad era demasiado pronunciado”.

No obstante, según explica, el triunfo de Vox ha provocado que gran parte del discurso e ideario de otras formaciones haya sido absorbido por el partido de Santiago Abascal. “Especialmente el que tiene ver con la inmigración, con la defensa a ultranza de España y con la crítica al feminismo”.

Inmerso durante 20 años en la ideología nazi, desde que tenía 14 años y encontró a su padre viendo un documental sobre Hitler o la Segunda Guerra Mundial que le fascinó, recientemente se ha dado cuenta de que tenía que salir de ahí. Admite que su personalidad cambió y que, aunque no fuese una persona violenta, se volvió más agresivo. Un cliché que “a mí me tocaba mucho las narices cuando estaba dentro de ese mundo, porque de alguna manera nosotros nos auto convencemos de que que no lo somos. Igual que también nos auto convencemos de que no somos ni racistas, que defendemos de hecho las razas; que no somos homófobos, que defendemos el orden natural; y que no somos machistas y nosotros verdaderamente somos los auténticos defensores de la mujer. Ese circuito nosotros lo tenemos súper integrado desde el principio”.

Ahora, con ayuda de la terapia, considera que al menos está fuera de la ideología aunque no de la identidad porque, según reconoce “por dentro sigo teniendo pensamientos nazis que están ahí y simplemente no los he identificado todavía, porque estamos hablando de prácticamente toda mi vida”. De hecho, su actual labor de documentación implica tener que volver a ver discursos de Hitler y, con dificultad, confiesa que “sí que he notado que me sigue emocionando. Te estoy hablando a día de hoy, que esto es muy gordo para mí decirlo. La forma en que conecta, la forma en que se mueve, la forma en que habla, cómo regula el tono de la voz en función de lo que está diciendo me abruma.

Ahora, lo que desea es que su historia ayude a otras personas para que cuando tenga 90 años “y sepa que me queda poco, quiero poder echar la mirada hacia atrás y no pensar, joder, tenía todo esto, pude haberlo utilizado para hacer algo realmente valioso en la sociedad, fui un cobarde y no lo hice”. En este sentido, se muestra especialmente preocupado porque “yo veo con muchísima claridad cómo un discurso que antes era claramente marginal, o al menos dicho públicamente, ahora es incluso normal verlo en bares, verlo en la calle, en la parada de autobús y sobre todo en el Congreso y en los cruces de acusaciones que ves en los medios de prensa escrita”.

Así pues, desde su experiencia afirmó en el programa de Jordi Évole que desde la llegada del partido liderado por Santiago Abascal, “la sociedad española se ha acostumbrado a escuchar hablar de lobbies, de poderes en la sombra, de invasión migratoria, de invasión islamista, etcétera. Son cosas que nosotros hablábamos y que ahora ves en las sesiones parlamentarias”.

Además, aseguró a Évole con contundencia que Vox está lleno de nazis, de los que son legendarios, con mucha historia. «Cuando salió Vox y dio el palo allí en Andalucía, una gran parte (de los nazis) de Hogar Social –Hogar Social Madrid, grupo que en ese momento llevaba la voz cantante dentro de la extrema derecha española– se fueron en masa a Vox”.

Enlaces y fuentes:

– Foto de portada: Jordi Évole, director, productor y presentador de Salvados. Autor: Producciones del Barrio, 09/10/2015. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)

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