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La extrema derecha de Hungría prohíbe por ley hablar de homosexualidad e identidad sexual en las escuelas

Nuevo golpe homófobo en el corazón de Europa. El ejecutivo ultraconservador del gobernante partido Fidesz ha aprobado un paquete de medidas legislativas “contra la pedofilia” en las que ha incluido a la homosexualidad y la identidad sexual.

Con esta nueva ley se prohíbe de facto la realización de talles, charlas o educación sexoafectiva en las escuelas, con todo lo que ello implica para los jóvenes LGTB.

La polémica norma ha sido aprobada con los votos del gobernante Fidesz, al que se ha unido el partido de extrema derecha Jobbik (que hace meses anunció que intentaba ocupar el centro político ante la extrema derechización del Fidesz). El resto de la oposición ha decidido ausentarse de la votación, anunciando que esta es una norma homófoba.

ONGs, asociaciones y grupos proderechos también han comunicado que esta es una normal peligrosa, que estigmatizará aún más a las personas LGTB y en especial a las más jóvenes.

Estas se verán más aisladas en las escuelas, en un país donde la persecución a estas personas es cada día más evidente. Con este nuevo giro los ultraconservadores quieren impedir la visibilizarían y normalización de las personas LGTB, que es el primer paso para su inclusión.

Además, sus efectos son inciertos. Con la excusa de esta ley puede ocurrir que películas inofensivas como Harry Potter o el anuncio de Coca-Cola en el que se ve a una pareja homosexual, no estén autorizados.

Esto fue el objetivo de la ley “ley contra la propaganda homosexual” rusa, que con la excusa de “proteger a los niños” prohíbe la visibilizarían de cualquier comportamiento no tradicional en público, por lo que todos los contenidos para menores de 18 años no pueden mostrar ningún comportamiento no heterosexual, aunque hablemos de una pareja de chicas que se dan un beso o dos hombres que van de la mano. Esta ley supuso una definitiva vuelta al armario de la comunidad LGTB rusa.

Equiparar homosexualidad y pedofilia, una táctica de los conservadores

La nueva norma que originalmente se planteaba exclusivamente contra la pedofilia, creará un base de datos de personas condenadas por pederastia o la prohibición de que estas ejerzan ciertas profesiones.

Fue aprovechando la creación de esta norma, cuando entre las conductas teóricamente “antipedofilia” se incluyó la homosexualidad y la identidad sexual, a la que también se equipara con la pornografía.

“La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, la reasignación de sexo y la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años” – se lee en la nueva ley.

Esta es una táctica habitual entre los ultraconservadores, intentando equiparar pedofilia a homosexualidad. Esta estrategia era habitual en todo el mundo, pero con la llegada del nuevo milenio fue prácticamente superada en Occidente, siendo aún una estrategia vigente en América y buena parte del mundo.

Concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores (Madrid) en protesta por la homofobia institucional de Rusia.. Autor: Gaelx, 20/04/2006. Fuente: Flickr (CC BY-SA 2.0).

La nueva ola reaccionaria eclosionada, ha reutilizado esta vieja táctica, intentando prohibir la homosexualidad por una supuesta defensa de los menores, al intentar equiparar dos cosas que nada tienen que ver cómo es la pederastia y la homosexualidad.

Así grupos antiderechos que intentan prohibir los matrimonios LGTB o las normas contra la discriminación LGTB se esconden bajo estos lemas para conseguir llegar a la masa social, como el mexicano movimiento ultraconservador “Con mis hijos no te metas”.

Recortes de derechos LGTB en la Hungría de Orbán

Desde que llegase al poder, los ataques contra las personas LGTB no han hecho más que recrudecerse. El partido de Orbán ha implementado multitud de cambios constitucionales y leyes contra la homosexualidad.

Nada más tomar el poder en 2011, el partido que contaba con una holgada mayoría la utilizo para redactar una nueva constitución que afirma que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, prohibiendo cualquier intento para legalizar los matrimonios del mismo género.

Poco después, en 2015 se fue contra las parejas de hecho, limitando sus derechos, basándose en la nueva Constitución y atacando de facto a la única figura a la que podían acogerse las parejas LGTB.

Hungría también prohibió la adopción por parte de las parejas homosexuales. Pero el nivel de homofobia llegó a tal extremo, que para impedir cualquier posibilidad de que estas adoptarán individualmente, Fidesz modifico la ley en 2020 para que solo las parejas heterosexuales casadas puedan adoptar, aunque eso implicase prohibir adoptar a las personas solteras.

La persecución a las personas LGTB sigue en Hungría con la prohibición de la expresión de cualquier realidad homosexual, como ya pasó en 2018 al prohibirse el musical Billy Elliot tras una intensa campaña gubernamental contra él.

Los ataques y los discursos de odio son cada día más comunes entre los políticos y personalidades húngaras, en una estrategia contra las personas LGTB que va de la mano con su gran aliado regional, Polonia.

Y lo peor es que los discursos de odio tarde o temprano se convierten en agresiones de odio.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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