Cultura

‘American History X’, una historia de odio, redención y pérdida

American History X es una de esas películas que crean escuela y son difíciles de olvidar. Dirigida por Tony Kaye, protagonizada por Edward Norton y Edward Furlong y estrenada en 1998, realiza un profundo retrato de la realidad de los barrios humildes de Estados Unidos, donde los choques entre bandas de diferente naturaleza, el racismo, la violencia y la discriminación son comunes. Y que, por desgracia, son problemas que suenan demasiado cercanos viendo el avance que está experimentando el neofascismo hoy día.

El neofascismo es un término que hace referencia a movimientos sociales, culturales y políticos posteriores a la Segunda Guerra Mundial que defienden posturas ideológicas afines a los fascismos de la primera mitad del siglo XX, como el nazismo, el fascismo italiano o el franquismo, entre otros regímenes, gobiernos y partidos políticos.

Estos movimientos han dado lugar a grupos y bandas que, principalmente, se caracterizan por reivindicar el ultranacionalismo, el supremacismo blanco, el autoritarismo y la xenofobia, así como atacar directamente a otras posturas políticas como el liberalismo, el socialismo o el marxismo en todas sus vertientes, amén de otros rasgos y características. A menudo, estos ataques no se limitan a lo dialéctico, sino que llegan a usar la violencia en sus múltiples vertientes.

Dentro de estos grupos quizá el más conocido sea el neonazismo, que reivindica e intenta implementar en la sociedad la vuelta del nazismo, en referencia al régimen totalitario que existió en Alemania entre 1933 y 1945 cuando el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP o, simplemente, partido nazi) se hizo con el poder absoluto con Adolf Hitler como líder indiscutible. El neonazismo es un fenómeno global generador de gran cantidad de violencia, siendo una de las principales ideologías que se encuentran detrás del terrorismo de extrema derecha.

Este es el punto de partida de American History X.

A partir de aquí, se desvelarán detalles de la trama y el argumento de la película.

American History X, una historia de odio y redención

El reto de generar una identidad propia, la dificultad de enfrentar los errores y sobre todo de afrontar las consecuencias de dichos errores son cuestiones presentes en este relato. American History X es una película que reflexiona sobre una gran cantidad de temas personales, sociales y psicológicos introduciéndose de lleno en el seno de la cultura neonazi en Estados Unidos, concretamente en un barrio humilde del país americano.

Además, esta película también es una historia de miedo, inseguridad, decadencia moral, redención y, finalmente, pérdida. El film narra la historia de Daniel Vinyard (Edward Furlong) un adolescente neonazi de estética skinhead de Los Ángeles que está a punto de ser expulsado del instituto por realizar en la asignatura de Historia un ensayo sobre el libro Mein Kampf de Adolf Hitler.

De esta manera, su profesor de Historia Americana, un hombre judío, se encuentra notablemente molesto por esta situación y hace llegar al director del colegio dichas preocupaciones proponiendo la expulsión del joven. Sin embargo, el director Bob Sweeney, un hombre negro también visiblemente molesto por las tendencias racistas del Daniel, no se da por vencido y le da una última oportunidad haciéndose él mismo cargo de las clases de historia del chico, unas sesiones que empiezan a dar en su despacho de manera exclusiva y que el propio director bautiza como “Historia Americana X”, que alude directamente al título de la película.

Así pues, la primera tarea que le encomienda el director es que el joven realice una redacción sobre el encarcelamiento de su hermano mayor, Derek (Edward Norton), el cual es también un neonazi muy popular en la playa de Los Ángeles que justamente acaba condena ese mismo día.

El miedo, el odio y la violencia

El ejercicio que el profesor Sweeney manda al joven Daniel le hace recordar los momentos anteriores que han llevado a su hermano a la cárcel. También a través de los recuerdos de Daniel se observa como este ha convertido a su hermano en una especie de figura paternal y ejemplar de la cual debe guiarse a pesar de que le ha visto hacer atrocidades, incluso asesinar a sangre fría a una persona negra totalmente desarmada en la puerta de su propia casa tras descubrir que estaba allanando su propiedad.

De esta forma, la parte más despiada y violenta que las ideologías neofascistas pueden provocar en la conducta de una persona se ve reflejada en el personaje de Derek. Este neonazi, interpretado por Edward Norton, además de ser el hermano mayor de Daniel, es una figura altamente carismática dentro del grupo de neonazis local que se representa en la película, ejerciendo como un cabecilla para un buen número de ellos. Derek, antes de ingresar en prisión, tiene toda la estética típica de neonazi: cabeza rapada, tatuajes nazis y un cuerpo musculado.

Uno de los acontecimientos principales que forjan a Derek como un neonazi “ejemplar” es el asesinato que comete sobre una persona negra. Esta acción es precisamente la que inicia el film y la que provocará un camino lleno de sombras para la familia de Derek y Daniel. Este liderazgo se refleja en una escena en la cual su grupo de neonazis reta a una banda de personas negras a un partido de baloncesto en el cual se juegan la propiedad de las canchas: el que pierda, no podrá volver a utilizarlas. Tras un tenso juego, finalmente los neonazis ganan gracias a Derek en medio de burlas e insultos racistas.

En Amercian History X se realiza un minucioso análisis de cómo una persona no violenta, que va bien en los estudios y vive en una familia sin demasiadas privaciones materiales puede verse persuadida por ideologías extremistas como el neofascismo cuando se encuentra en una situación de vulnerabilidad. En la historia narrada el punto de inflexión que provoca que Derek pase de ser un joven corriente a una figura carismática dentro del neonazismo de Los Ángeles es la muerte de su padre.

Sin embargo, el proceso es explicado en la película de una manera mucho más compleja que lo que en primera instancia puede parecer. El origen de esta transformación se muestra en la trama a través de un joven Derek, el cual es entrevistado por la televisión después de la muerte de su padre, un bombero que ha sido asesinado apagando un incendio en Compton, condado de Los Ángeles tras ser disparado por una persona negra.

A raíz de esto su hijo mayor enarbola un discurso claramente racista y xenófobo donde culpa a las minorías raciales, especialmente los negros, de ser mucho más propensos al crimen y, por tanto, verdugos de la paz social que en teoría los blancos han construido históricamente en Estados Unidos.

Es en este momento donde en la vida de Derek entra el líder del grupo neonazi local llamado Cameron Alexander (Stacy Keach). Al parecer Derek llamó la atención de Alexander a través del discurso racista que había dado en el telediario durante la noticia del asesinato de su padre.

Alexander capta a Derek y lo convierte en un neonazi ortodoxo y rígido, un ejemplo a seguir por la coherencia de sus acciones respecto a los postulados de la ideología y su compromiso con el movimiento. Es de esta manera que Derek se convierte en una especie de príncipe azul neofascista utilizado por Cameron Alexander como figura carismática para atraer a más adeptos al movimiento, como una suerte de lugarteniente que se ensucie las manos.

Sin embargo, aunque lo descrito hasta ahora es algo relativamente predecible: un joven que pierde a su padre a manos de una persona negra en un barrio conflictivo y que hace frente al miedo y la incertidumbre de esta inesperada pérdida a través del racismo, el odio y la violencia amparada en el neonazismo, un movimiento que se le presenta como una salvación pero que en realidad es una cárcel de lo más profunda. No obstante, la realidad se torna más compleja.

Y es que, hacia la segunda mitad de American History X, se revela que el padre de Derek en realidad tiene ideas muy afines a la extrema derecha, incluso al neonazismo. En una escena de la película en forma de recuerdo, este personaje le recrimina a un joven Derek su entusiasmo por una obra escrita por una persona negra y por su profesor de Historia, que no es otro que Sweeney, el actual director.

Al padre le parece mal este entusiasmo y explica su punto de vista claramente racista en el cual argumenta que los negros en Estados Unidos están recibiendo un trato de favor por culpa de los intentos de inclusión y de aceptación de la diversidad, afirmando que la comunidad de americanos blancos se está viendo afectada en esta especie de conspiración, advirtiendo además a su hijo que no haga caso de los discursos del profesor Sweeney los cuales cataloga como “mierdas de negro” (nigger bullshit).

De este modo, American History X muestra como el racismo es algo que se aprende, que es estructural y que su amenaza puede venir mediante conversaciones cotidianas con las personas más cercanas. El racismo y las actitudes violentas pueden ser adoptados a causa de comportamientos que se observan y son vistos como un ejemplo válido de conducta por personas consideradas ejemplos o modelos a seguir.

Por otro lado, aunque se suele asociar a las personas neonazis como despiadadas y violentas, lo cierto es que la película traslada a la perfección como un factor clave para que los individuos acaben abrazando ideologías de este tipo es justamente una situación de vulnerabilidad, bien sea por falta de figuras modélicas, por la incertidumbre del contexto o por carencias personales de diversa índole, entre otros muchos factores de los cuales cualquier persona podría ser víctima.

La redención como mensaje frente a la intolerancia

Un aspecto especialmente característico de la película es que sus escenas situadas en el pasado siempre se muestran en blanco y negro. Sin embargo, cuando se hace referencia al presente, las imágenes que se muestran son en color. De esta manera, al Derek en su etapa de neonazi siempre se le observa en escenas pasadas en blanco y negro. Por otro lado, al Derek en proceso de redención perteneciente al presente se le observa siempre en las escenas a color. También se le distingue por su forma de vestir, ya que el Derek del presente ya no calza la estética skinhead.

El director fue bastante hábil usando esta dualidad, pues, aunque en principio suele aparentar que es una simple herramienta para diferenciar dos etapas y un punto de inflexión, también hay un paralelismo con el cambio de pensamiento de Derek. Un pensamiento que inicialmente está sumido en la inseguridad y en la incertidumbre que le produce la muerte de su padre, pero que acaba encontrando una respuesta en dicha frustración en el movimiento neonazi, la pertenencia a este grupo y también en una particular visión de entender la realidad basada en el odio y en la intolerancia.

No obstante, la película acaba reflejando cómo la respuesta de la realidad que el neonazismo le ha dado tanto a Derek como a su hermano es una visión violenta, sesgada e incompleta de la vida, una visión que es intolerante, rígida e intransigente.

Una visión que no acepta la diversidad ni el debate y que lo configura todo a través del conflicto. Un punto de vista sin colores, radical, en blanco y negro donde solo existe el grupo, la militancia del movimiento neonazi y sus respectivos enemigos, en este caso ejemplificados en la película a través de los inmigrantes, concretamente en la comunidad negra norteamericana.

Una muestra de intolerancia, amén de los discursos de Derek a su cuadrilla, se refleja en una escena donde está comiendo con su familia. En dicha escena, Derek está con su pareja, una chica perteneciente también al grupo neonazi, además de su madre y su pareja, que no es otro que el actual profesor de Historia de Daniel y que resulta ser un hombre judío. La apacible escena familiar se torna violenta al estallar un debate político en el cual Derek acaba agrediendo a su hermana y echando de casa a la pareja de su madre en medio de insultos racistas.

El proceso de redención de Dereck llega cuando ingresa en prisión. Cabe destacar dos personajes clave que participan en este proceso: el profesor Sweeney y su compañero de trabajo en la cárcel, Lamont, los dos afroamericanos.

Después de un evento traumático en la cárcel que supone un punto de inflexión para el personaje protagonista, el profesor Sweeney le hace una visita a su ex alumno, en esta parte de la película tienen una profunda conversación donde Derek comienza un camino de introspección que lo lleva a deconstruir toda esa realidad autodestructiva que ha construido a través del neofascismo.

Hubo un tiempo donde solía culpar a todos por todo el dolor y el sufrimiento y las cosas malas que me pasaban. Culpaba a todos: a la gente blanca, a la sociedad, a Dios. No recibía ninguna respuesta porque hacía las preguntas equivocadas… Tienes que hacer la pregunta correcta: ¿algo de lo que has hecho ha mejorado tu vida?

Fragmento de la conversación entre el profesor Swenney y Derek en la cárcel.

El otro personaje fundamental para entender el proceso de redención y arrepentimiento de Derek es su compañero de trabajo, alguien que paradójicamente rechaza y aborrece de forma explícita todo lo que piensa Derek, acaba siendo la persona que mejor lo trata y lo respeta en la cárcel, mejor incluso que sus compañeros neonazis de la prisión. No solo eso, sino que consigue sobrevivir en la cárcel gracias a él, con lo que acaban tejiendo una amistad a lo largo de los años que comparten trabajo en la lavandería.

Estos dos personajes son vitales para entender la rehabilitación de Derek, dos personas negras que aun con la discriminación estructural que sufre su comunidad y aun enfrente de una persona como Derek que justifica el maltrato e incluso el asesinato hacia el colectivo al que pertenecen, dan una lección de empatía, no dejan que el odio ni la frustración les domine y acaban dándole una lección al neonazi protagonista de la película. Una lección de gran valor pues provocan que este ponga en duda todo lo que pensaba.

Sin embargo, aunque la película no se caracteriza por ser una historia que juzga o critica de manera punzante a los personajes, las acciones que Derek realiza en la trama son del todo despreciables, unas acciones de tal violencia y odio que las consecuencias perseguirán al joven durante toda la historia narrada.

Cuando finalmente Derek Vinyard abandona la prisión y se reinserta en sociedad, cae en la cuenta de que su hermano Daniel ha adoptado su misma estética y sus mismas ideas, por lo que llega a un acuerdo con Sweeny para tratar de reconducir al joven y que abandone no solo sus ideas xenófobas y racistas, sino también que se aleje del movimiento al que Derek pertenecía y de Cameron Alexander, quien en ausencia de Derek, estaba tratando de captar a Daniel para construir un nuevo líder.

Derek abandona de forma abrupta el grupo neonazi, agrediendo a su antiguo «maestro», y tras tratar de apartar a sin éxito a su novia de aquel ambiente, se aleja para siempre del grupo del cual un día fue su máximo exponente, una ruptura con la que espera salvarse no solo a sí mismo, sino también a su familia, que malvive en una casa pequeña con una madre enferma y un hermano problemático.

Por desgracia, nadie puede transitar por el camino del odio sin consecuencias, y American History X lo deja muy claro con un final inesperado, abrupto e impactante a partes iguales que marcará la vida de Derek para siempre.

La actualidad del mensaje en American History X

Manifestación neonazi en Leipzig, Alemania. Autor: Herder, 17/10/2009. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
Manifestación neonazi en Leipzig, Alemania. Autor: Herder, 17/10/2009. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)

Diversas asociaciones e incluso gobiernos están denunciando el aumento progresivo del terrorismo de extrema derecha en Europa y otras partes del mundo. Un terrorismo que se presenta como una de las principales sino la principal amenaza terrorista en Europa y en Estados Unidos, estando incluso por delante del terrorismo yihadista o de otra naturaleza.

La amenaza del neofascismo puede parecer lejana y anecdótica, pero la realidad es que existen muchos ejemplos de agresiones, asesinatos y actos terroristas. Además, de forma paralela, se pueden observar cada vez más relatos de exneonazis arrepentidos y rehabilitados que han contado su experiencia y que incluso intentan ayudar a gente a salir de círculos neofascistas.

Es más, los personajes de Cameron Alexander y Derek Vinyard están basados en personas reales. En el caso del primero su inspiración viene de Tom Metzeger, fundador de White Aryan Resistance (W.A.R), un grupo neonazi del sur de California. Por otra parte, el personaje de Derek está basado en la vida de Frank Meeink, un antiguo skinhead que consiguió abandonar el grupo neofascista que lideraba después de pasar tres años en prisión.

En definitiva, American History X es una muy buena película que, sin juicios infantiles, plasma la cruda realidad de la parte más escalofriante de la extrema derecha y el neofascismo, una realidad que está cogiendo un inquietante impulso en los últimos años.

Un film de recomendable visionado de esta película para educar, concienciar y entender los procesos y factores que están detrás de la intolerancia, el racismo, el odio y la violencia de la extrema derecha.

Álvaro Soler

Articulista. Sociólogo y gestor medioambiental, con suerte de poder compartir vocación y formación. Las Ciencias Sociales son una parte muy importante de mi vida. Considero la divulgación a través de la sociología como una gran herramienta para destapar las injusticias sociales y arrojar luz sobre la actualidad diaria contribuyendo así a ser un poco más libres y justos.

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