Detienen en València a tres trabajadores de una empresa de desalojo de «okupas» por coacciones, allanamiento y abuso sexual

La Policía Local de València arrestó en la madrugada del pasado miércoles 29 de septiembre a tres supuestos trabajadores de Doka Desokupamos, una empresa especializada en desalojar a «okupas» tras presuntamente irrumpir por la fuerza en una vivienda de la calle Emilio Marí de València en la que se encontraba durmiendo una pareja. Las víctimas denunciaron que entraron con el rostro oculto con pasamontañas y portando objetos punzantes para intimidarlos.

Los tres trabajadores, de 32 años de edad, fueron arrestados alrededor de las cuatro y media de la mañana cuando estaban discutiendo con la pareja «okupa». La policía reportó que, además de estas tres personas, habían cuatro albañiles de una empresa externa de construcción en el exterior esperando para entrar y cambiar la puerta de la vivienda para evitar que los desalojados pudieran volver a acceder al interior.

Para defenderse, los detenidos alegaron que solo eran trabajadores de la empresa, y que la pareja «okupa» había firmado un documento en el que reconocían abandonar por su propia voluntad el inmueble. Sin embargo, la versión de los «okupas» es distinta. Sostienen que firmaron dicho documento coaccionados por estos trabajadores tras derribar la puerta por la fuerza. Además, la mujer denunció también que los trabajadores abusaron sexualmente de ella mediante tocamientos en los pechos cuando se cambiaba de ropa.

También se detuvo a uno de los okupas, un chico de 28 años, por una orden de entrada en prisión del Juzgado de lo Penal número 14 de València por un delito de robo con fuerza.

El modus operandi de las empresas de desalojo de «okupas»

Los trabajadores supuestamente pertenecerían a Doka Desokupamos, S.L, una de las muchas empresas de desalojo de «okupas». Esta sociedad limitada, con sede en Madrid, alardea en su sitio web de haber recuperado 453 propiedades «okupadas», con el lema «No cobramos si no recuperamos tu vivienda».

Prácticamente todas estas empresas, como Desokupa, se venden como la solución inmediata (en 24 ó 48 horas) a una okupación mediante métodos legales. De hecho, la mayoría se venden como empresas mediadoras con asesoramiento jurídico especializado en materia de vivienda. Sin embargo, en la práctica, estas empresas han sido señaladas por moverse en un limbo legal y por incurrir en presuntos delitos, normalmente relacionados con la coacción.

Lo habitual es que empiecen por personar a trabajadores en la vivienda denunciada, que mantienen la vivienda vigilada durante todo el día. Poco después, tratan de hablar con los okupas para que abandonen la vivienda. En ocasiones, llegan a un trato con él. En otras, terminan amedrentando al okupa avisándole de consecuencias legales y personales si no abandona el inmueble por su propia voluntad. En otro casos, este proceso deriva en situaciones como la sucedida en València.

Además, en el caso de Desokupa, pero también en el de otras empresas, se ha relacionado a sus trabajadores con ideologías extremistas de derechas, e incluso con ideas neonazis y grupos violentos. El número de estas empresas se ha doblado en los últimos años.

Así, los trabajadores de Doka Desokupamos podrían ser acusados de delitos por coacciones, allanamiento de morada, ejecución arbitraria del propio derecho y, por los tocamientos a la chica, de abuso sexual. Los tres detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 17 de València. Se acogieron a su derecho a no declarar y finalmente la jueza acordó su libertad con cargos.

Se investigará también al responsable de la inmobiliaria que contrató a la empresa de desalojo de «okupas».

Enlaces y fuentes:

– Foto de portada: Desokupa en 2017 en Madrid en el Centro Sociocultural “LaYaya». Autor: Álvaro Minguito, 2017. Fuente: El Salto Diario (CC BY-SA 4.0)