Esvásticas, cocaína y 800 archivos “de carácter fascista” en el móvil del nazi que atacó la sede de Podemos

Una bandeja con la esvástica nazi con una fina línea de cocaína con un billete enrollado al lado, bolsas con marihuana o pegatinas con la bandera franquista son algunas de las propiedades que se han podido ver en los 833 archivos «de carácter fascista» en el teléfono móvil de Francisco S.M., el nazi que atacó la sede de Podemos en Cartagena en abril de 2021 y que fue detenido en agosto del mismo año.

Francisco S.M., de 20 años y apodado «Niño Hacha» por su grupo neonazi, el informe policial asegura estas pruebas le sitúan como autor del ataque a la sede de IU y el PC en el municipio leonés de Andrés de Rabanedo, por el que se le detuvo también, tal y como ha desvelado el periodista Pedro Águeda en exclusiva elDiario.es.

Los investigadores han deducido esto de la comparación del tipo de letra de las pintadas realizadas en este ataque y en otra pared donde escribió «Tus putos muertos guarro» junto a las de un grupo de rock antifascista, Non Servium, con quien discutió en redes sociales.

Las redes de la extrema derecha de Murcia

Los archivos, descritos como «imágenes, simbología, música, ropa y otras que ver con la animadversión u hostilidad contra colectivos minoritarios, así como de oposición ideológica», han permitido trazar los vínculos del «Niño Hacha» y su presunto cómplice, Javi B.E. en el ataque a la sede de Podemos en Cartagena con otros grupúsculos que estarían controlando la escena neofascista extraparlamentaria en Murcia: Lo Nuestro y Ultras Murcia 1908.

Lo Nuestro es un grupo de carácter neofascista que suele organizar repartos solidarios solo para «españoles» y que se caracteriza por un discurso xenófobo. Saltó a las portadas a raíz de un reportaje de Público el año pasado donde desveló que cargos importantes de las Fuerzas Armadas estaban dentro. También han estado implicados en altercados como el ataque a la caravana del Orgullo LGTB en Murcia en 2017.

Ultras Murcia 1908 es un grupo ultra de fútbol seguidores del Murcia CF y que se les relaciona como un principal activo del neonazismo en la comunidad autónoma. Han estado implicados en numerosos altercados violentos. En 2016, el grupo fue investigado por la Guardia Civil en la operación ‘Kabernal’, por una presunta agresión por parte de un grupo de jóvenes presuntamente vinculados a movimientos de extrema derecha a otros chicos vinculados a movimientos de extrema izquierda.

La policía vincula tanto a Francisco S.M. como Javier B.E. como pertenecientes a este grupo. De hecho, Francisco S.M. forma parte de un grupo de chat donde estuvo informando acerca del atentado realizado en la sede de Podemos, diciendo que había sido grabado por las cámaras del local.

También forma parte del chat Javier B.E. y Miguel S.C., presunto líder del grupo, apodado «Suburbios». Al tenor de lo publicado por elDiario.es, el líder de Ultras Murcia afirmó por el citado chat: «El S (apellido de Francisco) no está muy contento contigo. Cuidado que te puede pinchar». Javier responde: «Niño Hacha es inofensivo… Hasta que el cable le toca donde no y se le va».

Terrorismo nazi y de extrema derecha

La primera declaración de Francisco S.M en el juicio es un repaso de las evidencias encontradas en los registros y en su teléfono. El «Nicho Hacha» asegura que desconocer el significado del número 88 o las siglas AHTR, muy pesar de que en las pruebas incautadas en su móvil aparece evidente simbología nazi.

Sobre el ataque a Podemos, aseguró que en redes sociales ha hecho «algún comentario» sobre la formación morada, pero nada «excesivo», muy a pesar también de que, además de lanzar un artefacto explosivo contra la sede, realizó pintadas con lindezas como «Hijos de puta» o «Escoria corrupta».

Unidas Podemos se ha opuesto a la decisión de la jueza del caso de inhibirse en favor de un juzgado de León y ha solicitado que la causa sea investigada como terrorismo en la Audiencia Nacional. La magistrada se ha opuesto, siguiendo el criterio de la Fiscalía.

Este caso se suma a otras tantas operaciones policiales que no son consideradas ni siquiera tentativa de terrorismo. La semana pasada, un grupo neofascista fue desarticulado en la «Operación Ario», donde, siguiendo la pista del ataque a una asociación LGTB en el municipio de Alcoi, fueron detenidas 7 personas y requisadas abundantes armas blancas, un revolver con munición, un manual de fabricación de explosivos y amplio material con simbología y contenido de extrema derecha y una lista de matrículas de coches asociadas a políticos de izquierdas como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, así como fiscales del Estado.

Al grupo se le vincula con el acoso sufrido durante meses al domicilio de Pablo Iglesias e Irene Montero, en Galapagar.

Según departamentos de seguridad de Estados Unidos o de Alemania, el terrorismo de extrema derecha ya representa la mayor amenaza para la seguridad de sus respectivos países, muy por encima del terrorismo yihadista y/o de otro tipo de delitos graves. Sin embargo, apenas parece que se pongan medios para hacer frente a ello, y los medios tampoco parecen darle la cobertura suficiente.

El propio ataque a la sede de Podemos fue incluso tratado de una operación de «falsa bandera»: Vox y afines a la extrema derecha acusaron a Podemos de haber provocado el ataque, lo que provocó momentos muy incómodos, como Pablo Iglesias abandonando una entrevista en la Cadena SER.

Enlaces y fuentes:

– Foto de portada: El presunto autor del ataque a Podemos. Fuente: elDiario.es (CC BY-NC 4.0)
– elDiario.es: eldiario.es/politica/esvasticas-cocaina-800-evidencias-caracter-fascista-movil-nazi-ataco_1_8753373.html