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La sombra de la extrema derecha y la ‘Paypal mafia’ tras la compra de Twitter por parte de Elon Musk

El magnate Elon Musk adquirió la red social Twitter la pasada semana por un total de 44.000 millones de dólares pese a la resistencia inicial de la empresa. Sin embargo, esta decisión lleva fraguándose desde mucho antes. Como suele suceder, un grupo de personas ha posibilitado esta adquisición, criticada duramente por ciertos sectores y aplaudida por otros muchos, lo que ha llevado a numerosos debates sobre qué supone este suceso.

De entre los sectores que han aplaudido esta medida están sin duda los más conservadores, incluyendo de Estados Unidos. Y es que, especialmente desde que la cuenta oficial de Donald Trump, ex presidente del país y una de las cabezas visibles de la llamada alt-right o «derecha alternativa», fue clausurada por contravenir una y otra vez las normas de uso de la red, ha sido calificada por simpatizantes de estas ideas como de una red que atenta contra la libertad. Y no se quedan ahí: a pesar de las pruebas que indican todo lo contrario, aseguran que el algoritmo no les beneficia.

Así, cuando Elon Musk compartía públicamente que uno de los motivos de la compra de Twitter era la defensa de «la libertad de expresión», buena parte de los simpatizantes del ex presidente le aplaudieron.

De hecho, se ha registrado un regreso de militantes y activistas de extrema derecha a la red social tras el anuncio de su compra por el magnate del sector tecnológico, como el ex asesor de Donald Trump Roger Stone, el nacionalista y supremacista blanco Mike Peinovich o el divulgador de teorías de la conspiración Jim Watkins.

Algunas han sido reactivadas.

Elon Musk y la «Paypal mafia»

Sin embargo, ¿hasta dónde llega la influencia de la extrema derecha en esta decisión? Sobre este asunto, The Wall Street Journal asegura que Elon Musk está muy preocupado por el hecho de que Trump no pueda acceder a la plataforma.

Para ello, ha citado fuentes precisas supuestamente cercanas a él. El hecho de que, además, use el mismo discurso y el mismo argumento que los grupos y militantes de ultraderecha que han celebrado la adquisición y que incluso baneados han intentando contactar con él o con su entorno para poder acceder a Twitter de nuevo, es sin duda un elemento muy revelador.

No obstante, si se trata de nombres y apellidos, habría que mencionar en primer lugar a Jack Dorsey, cofundador de Twitter y CEO de la compañía hasta su adquisición por Elon Musk. Poca gente sabe que son amigos íntimos y que se encaría detrás no solo de la transacción, sino del futuro de la red social. Así lo han asegurado exdirectivos de Twitter a The Wall Street Journal, que además afirman que ambos se mensajeaban casi a diario.

Sobre el futuro de la red, Dorsey fue muy claro a través de un tuit y de donde se podría deducir que la decisión de sacar la compañía de la bolsa de valores habría gozado de, como mínimo, su beneplácito.

Las influencias, no obstante, no acaban ahí, según el citado artículo. Personalidades que forman parte de la llamada «Paypal mafia», un grupo de empresarios que formaron parte de la empresa Paypal y que luego han acabado dominando el sector tecnológico a escala mundial, habrían estado detrás de la compra de Twitter por parte de Elon Musk (que forma parte también de este «grupo»).

Una de estas personas es Peter Thiel, el más nombrado dentro de este grupo. Peter Thiel es el fundador y CEO de Paypal, ampliamente conocido en el mundo de los negocios y por buena parte del mundo, no solo por su patrimonio y su papel como el «don» de la «Paypal mafia», sino también por haber apoyado a Donald Trump públicamente durante su administración. También ha destacado por defender ideas «libertarianas» y por fundar Palantir, una empresa de big data que ha sido contratada por el departamento de seguridad de EEUU.

El artículo cita también a David O. Sacks, fundador de Geni.com y Yammer o Steve Jurvetson, director General de la firma de inversiones de riesgo Draper Fisher Jurvetson y uno de los inversores de Musk. Amén de otras personalidades que han ido contactando con Musk estas últimas semanas (y meses).

Libertad y censura

Una rápida comprobación de las cuentas baneadas por Twitter a personalidades relacionadas con la extrema derecha basta para ver que las motivaciones están relacionadas con reportes tras vulnerar las normas de la comunidad, ya sea por comentarios racistas, xenófobos y otros delitos de odio, por difundir ideas que atentan contra los derechos humanos o por comportamiento tóxico.

No obstante, es cierto que existe la percepción generalizada de que la red social no es justa a la hora de decidir el baneo. Es una queja que comparte gente de todo tipo de ideología política, donde existen acusaciones mutuas de mala praxis.

Independientemente de quién tenga la razón, ¿de verdad Elon Musk tiene la solución, o le interesa realmente encontrarla? No solo Elon Musk: la gente que ha impulsado, mediado o provocado la descomunal compra de Twitter y/o que se ha alegrado de dicha compra, ¿realmente tiene este interés?

Analistas y expertos han señalado que, al igual que los magnates de la llamada «Paypal mafia» hicieron parte de su fortuna con empresas que usaban cantidades ingentes de datos, uno de los motivos más probables de esta adquisición sea el simple control de la información que se vierten en la red social. No en vano, ya en 2019 diferentes medios señalaron cómo Marck Zuckerberg se habría lucrado de la venta de datos privados obtenidos a través de Facebook, su red social. No parece descabellado que Musk y su entorno busquen un objetivo parecido.

Sea como fuere, sus primeras medidas para alentar la libertad de expresión consisten en, por un lado, eliminar el anonimato pidiendo los nombres y apellidos de quien se registre, una medida que fue en su día muy criticada cuando Facebook la adoptó y que ha tenido un éxito muy parcial.

Por otro lado, también ha dicho estar en contra del uso de bots y cuentas falsas, aunque no ha aclarado cómo, ya que podrían crearse bajo una identidad falsa y eludir el filtro anterior.

Más allá de estas medidas, el resto, como añadir la posibilidad de editar los tuits o eliminar la limitación de caracteres, no parece que vayan a la raíz del problema que tanto señala Musk con respecto a la libertad de expresión. Por lo tanto, la gran incógnita continúa.

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Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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