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La concejala de Vox en Águilas dimite acusando al partido de “antidemocrático”, denigrar a las mujeres y generar odio

Una nueva dimisión en la formación de extrema derecha provocada no por el poder, si no por las diferencias ideológicas de una concejala de Vox que denuncia que el partido “denigra a las mujeres”.

Así de rotunda se ha mostrado Nuria Almagro, concejala de Vox en Águilas y cabeza de lista por el municipio desde que saliera elegida en 2019.

Almagro presentaba su renuncia en la sesión plenaria de este martes, tramitándola de urgencia.

Así abandonaba el Grupo Mixto del que formaba parte junto a un concejal de Ciudadanos (en Águilas, el tamaño mínimo para formar grupo propio son dos concejales).

La concejala ha abandonado la formación dedicando palabras especialmente duras en un comunicado.

Así ha declarado que la formación se comporta internamente de “manera totalitaria y antidemocrática” diciendo que un partido así no puede ofrecer a la sociedad “apertura y diálogo”.

En este sentido, Almagro ha señalado que Vox es un partido que se dedica a “generar miedo y odio hacia el prójimo por razón de su origen, ideología o creencias”. Un alegato bastante compartido sobre la formación que es una de las principales en usar el discurso de odio para captar votos.

Además ha confirmado las voces sobre la misoginia de la formación (Vox es el partido con menor presencia de mujeres en sus cargos y organigramas) diciendo que se dedica a “denigrar a las mujeres”.

Igual de crítica ha sido con el falso patriotismo esgrimido por Vox, generalmente tapado para esconder otras causas. De ello ha dicho “patriota no es disfrazarse con banderas y abalorios”

La concejala de Vox que aguantó chantajes y coacciones

Aunque los términos han sido muy duros, aún tenía más que decir la ex concejal de Vox, jurista de profesión, sobre la actividad interna de Vox.

Almagro denuncia haber recibido amenazas ante las múltiples denuncias internas que había puesto a miembros de la formación por comportamientos ilícito o faltos de ética. Por ello fue puesta en una lista negra junto a otros concejales de Vox Murcia que, ya han abandonado la formación.

Dice haber sido víctimas de tácticas de amedrentamiento y coacción para que retirase varias de estas causas.

Una de ellas ha sido contra el presidente de Vox Murcia, José Ángel Antelo, al que denunció ante el Comité de Garantías Democráticas de Vox por presuntas irregularidades y falta de ética, además de por ser un “presidente ilegítimo en virtud de sentencia nº11/2022 de 18 de enero de 2022”

Otra de las denuncias ha sido contra otro cargo de Vox por un delito de derecho al honor por la realización de la lista negra.

También denunció a otro concejal de Vox, ex concejal del PP, por un delito de prevaricación en relación a contratos adjudicados a Cruz Roja.

Durante todas estas denuncias Almagro afirma haber recibido coacciones y avisos de altos cargos del partido para que cejara en sus denuncias.  De hecho uno de estos altos cargos la aviso tras pedirle que parara con un “si no, ya veremos”.

Además, denuncia haber tenido que llevar a cabo todas las denuncias en solitario, sin ningún tipo de apoyo de la formación.

La concejala se despide así de su actividad política, volviendo a su vida de jurista, y agradeciendo a los funcionarios y restos de formaciones políticas su labor.

Un rosario de denuncias de totalitarismo, antidemocracia y actividades turbias

Este es un nuevo caso donde un concejal de Vox decide marcharse de la formación asqueado de sus dinámicas internas. Y se suma a una marcha de muchas, donde además señalan la mayoría de veces los mismos hechos.

En Vox Castilla y La Mancha dimitieron 8 concejales, denunciando la mala praxis de la formación, tal y como elegir a los altos cargos a dedo sin hacer primarias o intentar cooptar a concejales del PP.

También por el escandalo sobre uno de los líderes orgánicos de hacerse con el dinero que los afiliados habían reunido, de una manera similar al desaparecido dinero que reunió Vox para ayudar a los damnificados por el volcán.

Sobre esto denunciaron las amenazas sufridas por altos cargos de Vox para obedecer o seguir las ordenes de la formación.

Una denuncias similares a las que pronunció José Manuel Martínez Ayala, exconcejal por Sanlúcar de Barrameda, quién se despidió del partido con una durísima intervención acusando de ser antidemocrático, autoritario y una “máquina de generar dinero”.

De la misma manera el concejal acusaba a la formación de enchufar a amigos y conocidos. Tras esto Ayala probó suerte creando una escisión del partido, que cuenta ya con tres diferentes.

Otro caso similar fue el ocurrido en Canarias, donde los integrantes de la formación denunciaron el nepotismo de los altos líderes y la inacción del partido.

También es curioso que varias de las mujeres que se han marchado de la formación lo hayan hecho por temas de género o LGTB. Este fue el caso de Lucía Culín, expulsada por ondear una bandera LGTB y apoyar al colectivo.

La misma suerte tuvo Carmen Cariciolo, quién al principio fue usada para defender la diversidad  en Vox al ser inmigrante y lesbiana. Tuvo que abandonar la formación tras anunciar su boda con otra mujer.

En definitiva, un nuevo caso que se suma al conjunto de denuncias similares que señalan la falta de democracia interna, la inacción del Comité de Garantías Democrática y el autoritarismo.

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Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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