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Destruyen con explosivos el “Stonehenge americano”, acosado por ultraderechistas y conspiracionistas por “demoníaco”

Las Georgia Guidestones (Piedras Guía de Georgia) más conocidas popularmente como el “Stonehenge americano” han sido objetivo de un ataque con explosivos.

Este ataque ocurrió la madrugada del miércoles. Unos desconocidos se acercaron al monumento e instalaron explosivos en ella.

La posterior explosión hizo que una de las torres de granito cayera. Posteriormente los “individuos desconocidos”, como los ha llamado la policía, huyeron en un vehículo.

Ante los daños de la construcción, las autoridades locales se vieron obligadas a derruirla ante el peligro.

Así se ponía fin a esta misteriosa estructura que ha sido víctima del hostigamiento ultraconservador durante décadas.

Y es que desde su construcción hace cuatro décadas y sus enigmáticos escritos grabados, la estructura ha sido tildada múltiples veces de “demoníaca” y satánica, recibiendo el rechazo de los religiosos locales.

En estos años ha sido uno de los objetivos de la extrema derecha, que han vertido todos tipo de teorías sobre su origen satánico.

A estos se han unido los grupos conspiracionistas, muy cercanos cuando no parte de la extrema derecha, que han infundido teoría de la conspiración sobre su relación con el Nuevo Orden Mundial, las elites globalistas o un supuesto plan para acabar con la humanidad, cuando la realidad es que las Georgia Guidestone Guides son justo lo contrario.

Ahora tras décadas de activo hostigamiento y distintos actos vandálicos, un radical ha dado el paso para volar el misterioso monumento. Una destrucción muy celebrada por grupos conservadores.

El misterioso origen del “Stonehenge americano”

Todo lo que rodea a la estructura siempre ha tenido cierto misterio. Fueron construidas en Georgia, en el condado de Elbert.

El “Stonehenge americano” tenía una antigüedad de 43 años. De sus creadores poco se sabe, más que fueron un “pequeño grupo de estadounidenses leales”.

Permanecieron en el anonimato y uno de ellos bajo el pseudónimo de Robert C. Christian, pagó para construir el monumento.

Este medía seis metros, teniendo una losa delgada vertical en centro y otras cuatro tablillas a su alrededor Entre estas estructuras sujetaban una piedra superior.

Sus paredes portaban escrituras en multitud de lenguas, algunas primitivas: inglés, español, suahelí, hindi, hebreo, árabe, chino antiguo y ruso.

Los escritos ofrecían unos principios para cómo debía ser el mundo tras un eventual colapso.

Así algunas de las indicaciones eran mantener la población por debajo de 500 millones de habitantes, estar en armonía con la naturaleza, crear tribunales justos o tribunales internacionales para resolver los problemas entre naciones.

El monumento ha sido descrito como una oda a la racionalidad.

A unos 4 metros se encontraba un monumento accesorio que explicaba su funcionamiento, explicando su función como herramienta de reloj solar y aparato astronómico.

Unas piedras objetivo de la extrema derecha y la conspiración

Aunque va a ser muy difícil encontrar el culpable, todos los ojos señalan a los grupos ultraconservadores  y conspiracionistas que durante años han vertido todo tipo de teorías sobre la construcción.

Y es que el monumento ha estado puesto en dudas por una amalgama de extrema derecha formada por: teóricos del Nuevo Orden Mundial, supremacistas blancos, seguidores de Qanon, trumpistas, conspiracionistas varios, etc.

Como siempre, extrema derecha y conspiración se juntan hasta hacerse casi indiferenciables, ya que la creencia real en la extrema derecha exige sostener multitud de teorías conspiracionistas para sostenerse, haciendo que haya una simbiosis histórica entre ambos grupos.

Diversas personalidades como el conspiracionista Alex Jones han vertido todo tipo de teorías y ataques sobre las piedras.

Una de las republicanas que mas insistentemente se ha pronunciado sobre ellas ha sido Kandiss Taylor, que en su carrera electoral para Georgia puso como regla número 1 la destrucción del “Stonehenge americano”.

También lanzó un video hablando de la existencia de “un Régimen Luciferino Global que se ha infiltrado en nuestros Gobiernos”, uniéndolo con las vacunas contra el Covid19 y clamando por la destrucción del monumento.

Su candidatura obtuvo el 4% de los votos.

Tras su demolición, Taylor dio gracias por esta destrucción en vez de atacar el vandalismo en propiedad privada pese a ser la retórica habitual republicana y señalo que había sido una obra de Dios.

Finalmente la superstición, la irracionalidad, el pensamiento religioso y las teorías de la conspiración han provocado un ataque que ha destruido el mítico monumento.

Una muestra más de la terrible radicalización que sufre Estados Unidos con una extrema derecha cada vez más desatada para extender su ideología conservadora.

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Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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