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La policía registra la casa de Bolsonaro y detiene a 6 allegados por una trama que falsificaba certificados Covid

Bolsonaro sigue dando que hablar en su regreso a Brasil, esta vez siendo coprotagonista de una trama que falsificó certificados Covid.

La Policía Federal registró este miércoles la casa del exmandatario además de otras 16 residencias de Brasilia y Río de Janeiro, en una operación que cercó a los allegados de Bolsonaro y que se saldó con la detención de 6 personas.

El origen de esta actuación policial tiene que ver con la falsificación de certificados Covid de varios familiares y asesores de Bolsonaro en noviembre de 2021 y diciembre de 2022.

Fue este pasado diciembre, con el ex mandatario preparándose para su estancia en Estados Unidos, cuando el sistema volvió a ser manipulado y la trama detectada.

A la cabeza de las falsificaciones esta uno de los detenidos, el funcionario João Carlos de Sousa Brecha, secretario municipal de la localidad de Duque de Caixas. João Carlos de Sousa introdujo el 21 de diciembre los datos de vacunación de Bolsonaro, su familia y allegados en el Sistema de Información del Programa Nacional de Inmunizaciones.

Una semana después una funcionaria detectó la falsificación y cambio los datos alegando un “error”. Durante ese tiempo se pudieron generar los certificados Covid que garantizaron la entrada a Bolsonaro y sus familiares a países con leyes más restrictivas con el fin de limitar el alcance del virus.

Además del citado funcionario, se ha detenido a 5 policías y militares, 2 de ellos exasesores de Bolsonaro y el resto parte de su equipo de seguridad.

«Con eso, dichas personas pudieron emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las actuales restricciones sanitarias impuestas por las autoridades públicas destinadas a prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en este caso, la pandemia de Covid», señaló en un comunicado la Policía.

Los certificados Covid, los delitos y las lágrimas de Bolsonaro

La Policía Federal confiscó el teléfono de Bolsonaro y de su mujer mientras la investigación sigue en curso.

Por ahora, la Policía Federal y las autoridades barajan imputar a Bolsonaro varios delitos, entre ellos el de organización criminal, infracción de medidas sanitarias e introducción de datos falsos en bases públicas de datos. Incluso están pensando en imputarle por un delito de corrupción de menores, al afectar la trama de los certificados Covid falsos a su hija Laura de 12 años.

Los asesores del presidente han intentado desviar la atención, diciendo que hay una trama de “piratas informáticos” que habrían falseado los registros que favorecieron a Bolsonaro y permitieron el viaje de su familia y allegados una semana después, el 30 de diciembre.

Sorprendentemente, la respuesta de Bolsonaro aunque siguió la línea de la exculpación, fue sorprendentemente emocional. Claramente emocionado, el exmandatario señaló que esto era una operación para “machacarme”.

Bolsonaro señaló en una entrevista que “iban a por él” y a por su familia: «Tengo una presión enorme, 24 horas al día, todo el día, desde que asumí la Presidencia hasta ahora. No sé cuándo esto va a parar», declaró entre lagrimas Bolsonaro en una entrevista en Jovem Pan.

La fragilidad del derrotado

Una respuesta que choca claramente con su propia percepción de la dureza, la masculinidad y la empatía. El propio Bolsonaro no dudó en el pasado en utilizar insultos homófobos para señalar cualquier conducta de autopreservación, contraria a los roles tradicionales o bajo su percepción de “debilidad”.

Y es que como señalan diversas fuentes, es posible que Bolsonaro haya estado o este en una depresión producida por su derrota electoral. Fuentes internas revelan que una de las razones en la que el ex mandatario estuvo semanas sin aparecer es porque estaba “siempre llorando”.

Esto posiblemente lo llevo a refugiarse en un exilio dorado en Estados Unidos, en una comunidad evangélica que lo adoró. A su regreso de Estados Unidos y en distintas intervenciones, el ex  presidente ha mostrado una faceta mucho más emocional y vulnerable.

Una conducta que el mismo hubiera insultado hace solo unos años y que además despreció durante toda su carrera política, incluso señalando que el fallo de la dictadura fue encerrar y no matar. Mientras la justicia sigue señalando por su implicación en el Asalto al Congreso de Brasil y la Plaza de los Tres Poderes.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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