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Neonazi deja cinco heridos en Turquía y los medios ocultan su ideología señalando a los videojuegos

La comunidad de Eskişehir (Turquía), esta consternada tras el ataque de un neonazi de 18 años que atacó con un cuchillo a cinco personas en una concurrida cafetería al aire libre, ubicada en las inmediaciones de una mezquita. El ataque ocurrió el lunes 12 de agosto y fue transmitido en vivo por el propio agresor a través de redes sociales, utilizando una cámara acoplada a su chaleco antibalas.

El incidente tuvo lugar mientras los transeúntes y clientes de la cafetería se relajaban tras las oraciones del mediodía. Sin previo aviso, el joven, identificado como Arda K., irrumpió en el lugar con un cuchillo y un hacha, hiriendo a cinco personas, dos de las cuales se encuentran en estado grave, según informaron medios locales. Las víctimas, todas personas que se encontraban en la cercanía de la mezquita y en paradas de tranvía, fueron trasladadas de inmediato a hospitales cercanos para recibir atención médica urgente.

El caos se desató cuando los transeúntes intentaron huir del lugar, y un policía que pasaba por la zona pudo detener al atacante tras una breve persecución. El ministro de Justicia de Turquía, Yilmaz Tunç, confirmó que el joven, que no tenía antecedentes penales, está bajo custodia mientras se lleva a cabo una investigación por parte de la Fiscalía General de Eskişehir.

Los indicadores de la ideología neonazi del agresor de Turquía

A medida que avanzan las investigaciones, han salido a la luz detalles inquietantes sobre las motivaciones del atacante que señalan directamente a su ideología neonazi . Arda K., quien utilizaba el apodo de «Skreewie» en redes sociales, portaba un chaleco antibalas con el símbolo del «sol negro», un emblema asociado a la ideología nazi, popularizado por parte del Batallón Azov en Ucrania, además de un cuchillo con una esvástica. El joven dejó un manifiesto de 17 páginas, en el cual se describía a sí mismo como un «purificador» y un «santo moderno», haciendo explícita su admiración por Brenton Tarrant, el autor de la masacre neonazi y supremacista de Christchurch en Nueva Zelanda en 2019.

El manifiesto detallaba los preparativos para el ataque neonazi en Turquía, incluyendo instrucciones sobre cómo debía aislarse del mundo, inspirarse en los escritos de otros «purificadores» y atacar a todos aquellos que considerara sus enemigos. En sus escritos, Arda K. mencionaba el carácter ideológico de su ataque, señalando que su objetivo inicial era la sede del Partido Comunista Turco, pero que, debido a complicaciones, decidió cambiar de plan y atacar a personas al azar. Este cambio de objetivos, según su manifiesto, no disminuyó su odio hacia los grupos que él consideraba «opresores», revelando así su alineación con una ideología neonazi.

El uso del símbolo del «sol negro» en su vestimenta, así como las referencias a otros ataques de carácter supremacista, son claros indicios de que Arda K. se inspiró en la simbología y retórica neonazi. Un patrón que se repite en los últimos ataques terroristas supremacistas, con jóvenes como protagonistas, radicalizados a través de contenidos extremistas en línea.

Armas y prendas incautadas al agresor, algunas con simbología nazi (Ali Yerliyaka/Twitter).

Los medios minimizan el extremismo político y culpan a los videojuegos

A pesar de la evidente vinculación del atacante con la ideología neonazi, algunos medios de comunicación han optado por enfocar su cobertura en un aspecto completamente diferente: los videojuegos. Diversos artículos han señalado que Arda K. se encontraba «influenciado por los videojuegos», específicamente por el popular juego Player Unknown’s Battlegrounds (PUBG), y que su vestimenta y modus operandi habrían sido “inspirados por personajes de este juego”.

Este enfoque ha generado críticas, ya que multitud de medios han pasado por alto o minimizado los aspectos más preocupantes del ataque, como la ideología neonazi del agresor, para centrarse en la narrativa de la influencia negativa de los videojuegos. Esto ha sido así en casos de medios ultraderechistas españoles como El Debate o medios de América Latina como El Universal o El Tiempo, que en lugar de abordar la peligrosa radicalización que llevó al joven a perpetrar este ataque, se han centrado en culpar al contenido violento de los videojuegos, desviando la atención del verdadero trasfondo ideológico.

Este tipo de cobertura señalando a los videojuegos ha sido duramente criticado por analistas, quienes argumentan que culpar a estos no solo es simplista, sino que también oculta la creciente amenaza que representa la radicalización de la extrema derecha. Al minimizar los vínculos ideológicos del atacante, los medios están, en efecto, restando importancia a la necesidad de combatir la difusión de ideologías extremistas, y en cambio, están fomentando un debate que desvía la atención de los verdaderos problemas que subyacen a estos actos de violencia. Un ejemplo de cómo ciertos sectores mediáticos prefieren obviar intencionalmente los aspectos políticos de un ataque de la extrema derecha, para centrarse en narrativas sensacionalistas.

Neonazi Turquía

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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