La Fiscalía investiga posibles delitos de odio en los mensajes contra migrantes tras el crimen de Mocejón
La Fiscalía ha decidido tomar cartas en el asunto tras la proliferación de mensajes de odio en redes sociales, a raíz del trágico asesinato de Mateo, un niño de 11 años, en Mocejón, Toledo. El Ministerio Público ha manifestado su preocupación por el contenido que ha circulado en plataformas como Twitter y Facebook, donde se ha difundido información falsa y criminalizado de manera generalizada a personas extranjeras. Estos mensajes, que en su mayoría van dirigidos contra menores migrantes no acompañados (MENA), son considerados por la Fiscalía como potenciales desencadenantes de actos de odio, hostilidad y discriminación.
Las autoridades han señalado que estos mensajes no solo carecen de veracidad, sino que parecen tener un propósito deliberado de fomentar sentimientos negativos entre la población hacia un grupo específico de personas, una táctica típica de la ultraderecha, que utiliza sesgos y prejuicios existentes para asentar su discurso. Es por ello que la unidad de delitos de odio está evaluando la trascendencia jurídico-penal de dichas publicaciones, con el fin de determinar si constituyen un delito. El Ministerio del Interior ya había advertido en meses anteriores sobre el aumento de infracciones penales relacionadas con delitos de odio en España, una tendencia que, lamentablemente, se ha visto reflejada en los acontecimientos recientes de Mocejón.
El asesinato de Mateo ha conmocionado a toda España. La rápida propagación de bulos y mensajes de odio en redes ha incrementado la tensión, con la ultraderecha intentando incendiar las calles y provocar sucesos similares a los de Reino Unido, donde un bulo racista causó una oleada de ataques contra personas extranjeras y/o racializadas.
Reacciones políticas y sociales ante el odio
La reacción a estos mensajes no se ha hecho esperar, con figuras políticas como Milagros Tolón, delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, alzando la voz en contra de lo que ha denominado «sembradores de odio». Tolón ha criticado duramente a aquellos que han aprovechado la tragedia de la muerte de Mateo para propagar su agenda de odio en redes sociales, describiendo estas plataformas como «vertedores de inmundicia». Según la delegada, algunos sectores han intentado culpar injustamente a los migrantes que residen en un hotel del municipio, insinuando que ellos son los responsables del asesinato, a pesar de que el presunto autor del crimen ya ha sido detenido, es español de nacimiento como su familia y no tiene ninguna relación con la comunidad migrante.
Izquierda Unida ha anunciado que presentará una denuncia ante la Fiscalía para que se investigue a fondo la proliferación de estos mensajes en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
El Ayuntamiento de Mocejón, por su parte, ha decretado tres días de luto oficial por el fallecimiento de Mateo. El pueblo se encuentra en estado de shock, no solo por el crimen en sí, sino también por el nivel de hostilidad que ha surgido en las redes sociales. Los vecinos han mostrado su solidaridad con la familia del menor, condenando los intentos de algunos por utilizar esta tragedia como una plataforma para sembrar discordia y odio.
¿Quién es el presunto asesino de Mateo? Retrato del detenido en Mocejón
El detenido por el asesinato de Mateo es un joven de 20 años que ha causado conmoción en el pequeño pueblo toledano. Vecino del mismo lugar donde ocurrió el trágico suceso, este joven ha dejado perplejos a quienes lo conocían, aunque muchos coinciden en que siempre mostraba un comportamiento inusual, describiéndolo como alguien introvertido y reservado
El joven, cuyos padres están divorciados, residía en Mocejón con su padre y su hermano pequeño, mientras que su madre vive en Madrid. Los vecinos del pueblo recuerdan haberlo visto asistir a la iglesia de niño, pero notaban que no era como los demás. «Era un niño no muy normal, siempre con la mirada hacia abajo, sin hablar mucho», comenta una vecina que lo conocía desde pequeño. Otros residentes recuerdan a los hermanos como niños que no parecían estar del todo bien-
Las sospechas sobre el origen del asesino comenzaron a surgir poco después del crimen. Durante los días previos al asesinato, varios niños que jugaban en el polideportivo, donde tuvo lugar el ataque, relataron que habían visto a un chico merodeando con un palo, silbando y siguiéndolos a distancia. La descripción del sospechoso coincidía con la del joven detenido, lo que aumentó la tensión entre los habitantes, que ya sospechaban que el autor del crimen podía ser alguien del propio pueblo.
Finalmente, la Guardia Civil detuvo al presunto asesino en su casa, ubicada en la calle Dalí, en el extremo opuesto del polideportivo donde ocurrió el asesinato. Los vecinos, sorprendidos por la presencia de agentes encubiertos, observaban cómo la vivienda del joven era registrada minuciosamente. «Sabíamos que era de aquí, por cómo conocía el agujero en el vallado del polideportivo por el que entró», explicaba una vecina, convencida de que el asesino no podía ser un extraño.
El arresto de este joven ha dejado a Mocejón en estado de shock y causado un revulsivo en redes. Durante días, la extrema derecha mediática estuvo utilizando todo su alcance para propagar la idea de que el asesino era un extranjero y utilizar esta muerte para propagar su agenda política autoritaria. La revelación de la verdad ha dejado sin argumentos a los ultras, que intentan desviar la atención poniendo en duda su ascendencia española (aunque toda su familia lo es) o desviando el foco hacia su identidad.
Observadores internacionales y organizaciones de derechos humanos temen que esta medida sea solo el primer paso en un proceso de desmantelamiento de las políticas de derechos humanos que han definido a Argentina en las últimas décadas.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.
