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Elon Musk recoge cable: Starlink acata la orden de bloquear Twitter en Brasil

Elon Musk ha dado un inesperado giro en su postura frente a las autoridades brasileñas. Después de que su empresa de Internet satelital, Starlink, desafiara una orden judicial que obligaba al bloqueo de la red social X (antes Twitter) en Brasil, finalmente ha decidido cumplir con la medida impuesta por el Supremo Tribunal Federal (STF).

La breve rebelión de Elon Musk

El viernes pasado, el STF ordenó la suspensión inmediata de X en Brasil, una decisión que respondió a la negativa de la compañía a nombrar un representante legal en el país, en medio de crecientes preocupaciones sobre la difusión de desinformación y discursos de odio en la plataforma.

La mayoría de los proveedores de Internet acataron la orden sin mayores incidentes. No fue el caso de Starlink, la subsidiaria de Internet satelital de SpaceX, controlada por el excéntrico magnate tecnológico de ultraderecha minarquista, que optó por desafiar la medida. En un comunicado publicado en Twitter, Starlink anunció que no bloquearía la red social hasta que se liberaran sus activos financieros, que habían sido congelados por las autoridades brasileñas como parte de las sanciones.

Sin embargo, esta posición se mantuvo solo durante 48 horas. El martes, Starlink comunicó que comenzaría a cumplir con la orden de bloqueo, aunque no sin antes expresar su desacuerdo con lo que calificó como un «trato ilegal» por parte de la justicia brasileña. Anatel, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones, confirmó que la empresa ya había iniciado el proceso de bloqueo de las URLs de X en todo el territorio brasileño.

La decisión de cumplir con la orden judicial evitó posibles consecuencias más graves para Starlink y el proceso de deterioro de la imagen de Musk en el país y ante los órganos de justicia. El presidente de Anatel Carlos Baigorri había advertido que la empresa podría enfrentar la revocación de su licencia para operar en Brasil si continuaba desobedeciendo las directrices del STF. Al acatar la orden, Musk aseguró la continuidad de sus operaciones en un país que representa un mercado clave para su servicio de Internet satelital, especialmente en zonas rurales y remotas donde la cobertura de otros proveedores es limitada.

A pesar de su aparente resistencia inicial, la rápida rectificación de Starlink muestra que más allá del metarrelato minarquista de Musk y las grandes corporaciones tecnológicas los estados aún conservan bastante autoridad para domar y someter a estos magnates al estado de derecho. En su comunicado, la empresa reiteró su intención de impugnar legalmente las órdenes del STF, mientras procedía a cumplirlas.

Lecciones de la justicia brasileña

El caso ha generado gran interés y seguimiento en medios internacionales y brasileños. Según el diario conservador Folha de São Paulo, la unanimidad con la que el STF confirmó la suspensión de X refuerza la seriedad con la que Brasil aborda la regulación del contenido en las redes sociales.

Solo un diputado bolsonarista ha desafiado La orden del juez Moraes para acceder a X a través de una VPN, lo que está penado con una sanción económica. La Primera Sala del STF, compuesta por cinco ministros, respaldó la medida, lo que subraya el consenso en torno a la necesidad de responsabilizar a las plataformas digitales por su papel en la sociedad que va mucho más allá de los bloques ideológicos. Por ejemplo el periodista liberal Eduardo Oinegue ha señalado a Musk su hipocresía por su menosprecio a las instituciones brasileñas en contraste con su servilismo interesado con el sistema comunista chino: “La defensa de la libertad de expresión de Elon Musk es selectiva. En China (donde X/Twitter está prohibido) se quedó con el 50% del resultado del grupo. En Brasil Musk es un león, en China un gatito” afirmó Oinegue con contundencia.

En resumen, aunque Musk intentó mantener su postura desafiante, con comentarios despectivos y memes incluidos, la realidad legal en Brasil obligó a un cambio de estrategia que podría tener repercusiones más amplias en la forma en que las empresas tecnológicas globales operan dentro de marcos regulatorios nacionales y sentar un precedente de doma de magnates tecnológicos que afecte a todo el sector completo, irritando además al resto de magnates tecnológicos, muchos de los cuales Musk necesita en sus estrategias empresariales y a los consumidores de sus productos.

Esta deriva de un millonario de origen familiar estractivista cuyo conocimiento del mundo tecnológico se limita a la tarea de inversión amenaza con destruir una reputación a la que alguna vez llegó a dar importancia por ejemplo comprando su participación en cameos en populares shows televisivos y cinematográficos como Los Simpsons, Saturday Night Live, South Park, The Big Bang Theory, The Young Sheldon, Rick y Morty, Iron Man 2 y muchos otros.

En definitiva la Justicia brasileña ha demostrado que la mano dura con los magnates digitales es eficaz para que (recogiendo el guante de Eduardo Oinegue) “el león se haga gatito”.

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Denis Allso

Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.

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