El número de candidatos militares en las próximas elecciones municipales de Brasil aumenta casi un 50%
Las próximas elecciones municipales de Brasil, que tendrán lugar el próximo noviembre, se celebrarán con un aumento del 48% de candidatos de las Fuerzas Armadas con respecto a las anteriores. Este incremento de militares se atribuye a la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro a la presidencia del país en el año 2019 en lo que ya se conoce como “efecto Bolsonaro”
La coordinadora de la organización no gubernamental Red de Observatorios de Seguridad, Silvia Ramos, subrayó a la Agencia EFE que “tenemos un presidente que es un capitán que se eligió y que hace un mandato supremamente orientado a la idea de que el problema de la violencia en Brasil se resuelve con la presencia de las policías y de las Fuerzas Armadas”. Además, el hecho de que el Gobierno, en general, cuente con numerosos militares entre sus filas (o, por ejemplo, que el vicepresidente Hamilton Murao sea General de la reserva del Ejército) también es un factor importante.
Según datos del Supremo Tribunal Electoral (STE) tras la conclusión del plazo para las inscripciones, entre los 6.760 miembros de las Fuerzas Armadas se encuentran policías civiles, militares, bomberos militares y militares de reserva. De estas datos, al menos un 86% son militares, una cifra de candidatos de este cuerpo que no se registraba desde las elecciones de 2004 (año en el que empezaron a contabilizarse los inscritos por profesión).
De ellos, cerca de 390 postulan para el cargo de alcalde, 400 para el de vicealcalde y casi 6.000 se presentan para ser concejales. Además, se prevé que este dato se quede por debajo de la suma real, dado que muchos pueden haberse registrado únicamente como funcionarios públicos.
Es destacable que desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro, el número de militares que ocupan cargos civiles en Brasil ha crecido desde los 3.515 en 2019 a los 6.157 en 2020, lo que supone un aumento del 75,2%.
El legado de los militares de la dictadura
No obstante, otros expertos atribuyen este incremento al conservadurismo latente en Brasil desde el final de la dictadura que tuvo lugar entre 1964 y 1985. Concretamente, el presidente del Fórum Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), Renato Sergio de Lima, el objetivo de los militares y policías no se centra en la seguridad pública, sino en el discurso más amplio según el cual han de prevalecer tanto el orden como las costumbres, ganando importancia al mismo tiempo la idea de autoridad.
“Brasil pasó por una agenda con valores y costumbres alrededor del discurso de autoridad, de la misma línea que la de Italia, Hungría, Polonia y hasta el mismo Estados Unidos, donde las ideas de los líderes populistas catalizaron una revalorización de la idea del líder extremo, el líder que va a restablecer el orden y esa idea es mucho mayor que el campo de Bolsonaro”, agregó. Según él, las fuerzas del orden son esferas fundamentales de un Estado democrático, pero deben estar al servicio del Gobierno y “fuertemente supervisadas y controladas”. Señala que “cuando una institución actúa de forma autónoma y aislada usted no está consiguiendo la misión democrática. Eso es peligroso”.
No obstante, esta grado de confusión en la separación de poderes en el contexto brasileño viene facilitada por una legislación que permite a los policías (civiles o militares) presentarse como candidatos y regresar a sus puestos si fracasan en la disputa electoral. Por su parte, los militares no pueden estar afiliados a ningún partido y si deciden postularse para un cargo deben renunciar a su salario durante el período de la campaña aunque, si llevan más de 10 años en el servicio y pierden en los comicios, también pueden volver a ocupar su cargo anterior. Las causas de estos estatutos pueden encontrarse en la transición democrática, que fue coordinada por los propios militares.
Estas reglas se contraponen con las de otros países de su entorno. Por ejemplo, tanto en Chile como en Argentina, Bolivia, Colombia, Perú o Uruguay existen medidas para impedir que los militares participen en política o imponer la necesaria renuncia al cargo previo. De igual forma, en Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Portugal sucede lo mismo. Por el contrario, en Alemania y Canadá los militares también pueden competir en las elecciones sin abandonar su puesto.
Fuentes y enlaces:
– Foto destacada: Elecciones federales en México de 2012. Autor: ProtoplasmaKid, 01/07/2012. Fuente: Wikimedia Commons. (CC BY-SA 4.0).