Encuesta: ¿Son adecuadas las medidas del Gobierno de España para luchar contra la desinformación?
El 5 de noviembre de 2020, se publicó en el Boletín Oficial del Estado de España la Orden PCM/1030/2020, de 30 de octubre, por la que se publica el Procedimiento de actuación contra la desinformación aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional.
Mediante esta medida, el Gobierno, formado por un pacto de coalición entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos y presidido por Pedro Sánchez, busca poner freno a la estrategia comunicativa de la extrema derecha basada en la fabricación de bulos y noticias falsas, así como la desinformación alrededor de temas tan delicados como la crisis sanitaria por coronavirus.
Sin embargo, esta propuesta ha levantado numerosas críticas y opiniones.
Por un lado, la oposición de derechas, representada por Ciudadanos (Cs), Partido Popular (PP) y Vox, han tachado la medida de “orwelliana” y acusado al Gobierno de crear un “Ministerio de la Verdad” (en referencia a la conocida obra literaria 1984 de George Orwell que describe una dictadura totalitaria donde la información es filtrada y construida por el gobierno) que decidirá lo que está bien y lo que está mal, lo que es verdad y lo que es mentira, lo que consideran un grave atentado a la democracia.
Por otro lado, el Gobierno y los partidarios de las medidas insisten en que simplemente es una orden ministerial que no afecta a la legislación en sí misma, que no cambia los delitos penales en materia de odio o de apología al terrorismo y a la violencia y que, por lo tanto, no existe ningún régimen sancionador o penal hacia la desinformación, que simplemente es un simple procedimiento para señalar las mentiras y contrastarlas con datos veraces. También argumentan que la Unión Europea ha avalado este procedimiento.
Por último, hay una tercera opinión de aquellas personas que opinan que, si bien la orden es bienintencionada, es demasiado ambigua en su contenido y no ha contado ni con el consenso del Congreso, ni con la participación de los medios, periodistas y otros agentes implicados, ni se sabe muy bien el funcionamiento, por lo que se corre el peligro de tener poco recorrido o bien ser utilizada de forma partidista en función del gobierno de turno.
Y tú, ¿qué opinas?
bien nada más.
El problema es que entonces habría que frenar a las propias noticias fabricadas, manipuladas o engordadas por el propio gobierno, como las referentes al terrible coronavirus que nos iba a matar a todos y al final resultaba que solo mataba a ancianos con mala salud y solo a unos poquitos de los millones que hay en España porque en realidad resultó que el virus no era peligroso por su letalidad sino por su gran capacidad de contagio. Por no hablar de las estadísticas «cocinadas» por Tezanos. ¿Entonces, quién decide qué es una noticia falsa? Además, recordemos que esta hipotética ley, o lo que fuese, antibulos también iba a servir al próximo gobierno, que va a ser del PP + Vox como el gobierno «más progresista de la historia del universo» siga gobernando como lo está haciendo. ¿Estaríamos tan de acuerdo con esta censura «cuqui» cuando gobierne la derechona?
Sí, hay que luchar contra los bulos, pero el problema está en quién y por qué se decide que algo es un bulo o no.