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Ayuso utiliza el discurso ‘trumpista’ y afines a la extrema derecha ya hablan de ‘pucherazo’ en las elecciones madrileñas

Durante la última semana España ha visto cómo una moción de censura en Murcia desencadenaba la inestabilidad política en Comunidades Autónomas gobernadas en coalición por el Partido Popular y Ciudadanos, la convocatoria de elecciones en Madrid y la salida de Pablo Iglesias del Gobierno para competir con Isabel Díaz Ayuso por esta región. En este contexto, los seguidores más polarizados de Vox o del PP ya han empezado a utilizar técnicas propias del trumpismo y denuncian que habrá fraude electoral, pese a que aún no ha comenzado la campaña.

La fragmentada derecha española ya ha puesto en marcha la maquinaria para desprestigiar a un inesperado y probablemente fuerte rival. Ayuso, actual presidenta de la Comunidad de Madrid que aspira a repetir pacto de Gobierno con un Vox fortalecido, ha dicho que España le “debe una por sacar a Iglesias de la Moncloa” y ya habla de que en los comicios se decidirá entre comunismo o libertad.

Este tipo de narrativa recuerda inevitablemente a la del trumpismo, ya considerado una ideología que englobaría el nacional-populismo, el conservadurismo, el neonacionalismo, la ultraderecha populista y la promoción de una democracia liberal. En este sentido, se caracteriza por el uso de narrativas amenazantes y por el rechazo hacia el sistema y los grupos de poder establecidos.

Además, para lograr generar esta sintonía con “la nación” o “el pueblo”, utiliza una retórica absolutista con la que, a través de insuflar miedo e ira en la ciudadanía, establece una serie de límites no negociables.

Luis Arroyo, consultor político y presidente de la organización Asesores de Comunicación Pública, enfatiza que en el discurso de Ayuso, por ejemplo, “hay similitudes con el discurso de Trump: especialmente el incidir constantemente en que todo es o blanco o negro”. Además, respecto al nuevo lema de la presidenta autonómica explica que “es un discurso que enraíza en gran parte de la población, que de este modo lo ve todo claro. No hay matices. Es un juego polarizador, extremo”.

No obstante, también advierte de que “esto no es la panacea”, pues Trump es el primer presidente que pierde la reelección desde Jimmy Carter, en 1981. Además, incide en que si “los halcones clásicos del PP y el propio Pablo Casado” adoptan este discurso es “porque viene detrás Vox con mucha fuerza”.

Paralelamente, desde la propia Moncloa muchos están contentos con la decisión del todavía vicepresidente, dado que su tenaz carácter en ocasiones dificultaba las negociaciones entre socios de Gobierno. Sin embargo, la izquierda tiene un complicado camino a recorrer. Por el momento, Más Madrid ha decidido que no entrarán en la campaña electoral con una candidatura única.

La formación ha argumentado que la fragmentación del voto no será necesariamente negativa, que Más Madrid tiene actualmente más escaños en la Asamblea de Madrid que Unidas Podemos y, en referencia a su candidata Mónica García, que las mujeres siempre hacen el trabajo sucio para, a la hora de la verdad, tener que pasar a un segundo plano. Mientras tanto, el Partido Socialista sigue esperando para mover ficha.

El supuesto pucherazo

Pucherazo del 36: fraude electoral del Frente Popular en 1936. Autor: El Mundo, 09/06/2020. Fuente: Wikimedia Commons. (CC BY-SA 4.0).

Ahora, el uso del pucherazo como argumento para desacreditar la validez de la batalla electoral se ha convertido en moda desde las elecciones estadounidenses de noviembre de 2020. A través de declaraciones engañosas, los ultraderechistas presentan como ciertos distintos hechos que inducen a creer que ha habido “pucherazo”, un fraude que consiste en alterar el resultado de las elecciones mediante la manipulación en el recuento de los votos emitidos.

De hecho, en las elecciones catalanas del pasado mes de febrero, ya se vio un intento de emplear esta misma estrategia atacando al sistema del voto por correo, precisamente la misma estrategia que usó Trump.

El activista y analista en redes Marcelino Madrigal, concreta el problema de esta ideología en Twitter: “El Trumpismo no es Trump. El Trumpismo es una nueva forma de desinformación que ha llegado para quedarse.

Se usan argumentos y esquemas muy parecidos y adaptados a la idiosincrasia de cada país”. En esta línea, Madrigal destaca algunos ejemplos relacionados con el contexto español; concretamente, los mensajes que intentan trasmitir la idea de que mucho voto por correo es igual a pucherazo o de que en Correos trabajan para Pedro Sánchez.

Por otro lado, el dibujante Mauro Estrialgo ha recogido en su cuenta de Twitter varios mensajes en los que se relaciona a Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso con la idea de “pucherazo”.

Entre estos tuits se encuentran algunos tales como: “Cuidado con un nuevo pucherazo en Madrid, aquí no se dan puntadas sin hilo y alguien tan ambicioso no deja la presidencia de un gobierno para presentarse a unas elecciones autonómicas; pero claro Madrid es muy golosa. Todos a las mesas electorales a vigilar y que no la líen”, o “Van a hacer trampas. Meten a Iglesias para justificar que gane porque nadie se creería que ganase Podemos o Más Madrid. Pucherazo anunciado”.

Enlaces y fuentes:

– Foto de portada: Reunión entre Ayuso y Monasterio. Autor: PP de Madrid, 26/07/2019. Fuente: Flickr (CC BY 2.0.)

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