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Neonazis de Estados Unidos siguen acudiendo a Ucrania para recibir entrenamiento y contactos

Un informe de seguridad del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos expuesto por Alexander Rubinstein en The Gray Zone advierte acerca de supremacistas blancos y neonazis que acuden a la guerra de Ucrania a combatir contra las tropas rusas. El informe analiza los datos de más de 20.000 voluntarios extranjeros que han acudido a participar en el conflicto bélico del lado ucraniano. El documento ha sido redactado por varios organismos, incluyendo la Oficina de Inteligencia.

También se refleja el seguimiento realizado por el FBI en un intento por esclarecer cuántos militantes de la escena neonazi estadounidense permanecen en activo en Ucrania, ya que los datos que se tienen son antiguos. Por ejemplo, varios supremacistas vinculados al Rise Above Movement (RAM) han sido denunciados tras haber acudido a Ucrania y recibir, presuntamente, entrenamiento del grupo neonazi Batallón Azov y su brazo político, Cuerpo Nacional, pero estos hechos sucedieron hace cuatro años, cuando el Congreso de EEUU reconoció que Ucrania se estaba convirtiendo en un centro neurálgico de redes neonazis a escala global.

Sin embargo, el informe de seguridad no da lugar a dudas. Un documento de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), asociada a la DHS, gracias a una solicitud bajo la Ley por la Libertad de Información (FOIA) fechada en mayo de 2022, revela que las autoridades federales están preocupadas por el retorno a los Estados Unidos de “extremistas violentos racialmente motivados” con nuevas tácticas aprendidas en el campo de batalla ucraniano.

Al tenor literal de lo que describe el documento, “grupos nacionalistas ucranianos, incluyendo al Batallón Azov, están reclutando activamente extremistas supremacistas blancos motivados racial o étnicamente a unirse a varios batallones de voluntarios neonazis en la guerra contra Rusia”.

El documento incluye como prueba también varias entrevistas realizadas a voluntarios estadounidenses tras el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. Uno de ellos admitió contactar con la Legión Nacional de Georgia, un grupo ultraderechista que apoya al ejército ucraniano, pero que finalmente decidió no unirse al grupo porque estaban acusados de crímenes de guerra. Como alternativa, este voluntario esperaba «conseguir un contrato con el Batallón Azov».

No ha sido el caso de Paul Gray, un veterano de guerra que ha pasado los dos últimos meses combatiendo en la Legión Nacional de Georgia, grupo en el que lleva militando desde enero de 2022 según este informe. Efectivamente, este grupo, dirigido por un señor de la guerra, está acusado de múltiples crímenes de guerra, algo de lo que se jacta su propio líder, a pesar de que goza de contactos y redes entre diputados estadounidenses.

El monstruo neonazi que crece en Ucrania

Desde el año 2014, tras el llamado Euromaidán, el gobierno de Ucrania institucionalizó a diferentes grupos neonazis y de extrema derecha que habían participado en la guerra del Donbass contra las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Así, el Batallón Azov se incorporó en la Guardia Nacional.

Esto provocó indirectamente que grupos extremistas de derecha recibieran entrenamiento, armas y recursos para crecer, lo que terminó convirtiendo a Ucrania en un centro global de entrenamiento de neonazis. En este punto, desde TIME hicieron un espléndido reportaje sobre cómo el Batallón Azov aprovechaba las redes sociales, Facebook más concretamente, para captar a miembros. 

Ali Soufan, consultor de seguridad y exagente del FBI que ha estudiado a este grupo, estima que más de 17.000 combatientes extranjeros han llegado a Ucrania en los últimos seis años desde 50 países. Eso supone el 7% de los efectivos regulares, si contar la reserva. Es decir, casi 1 de cada 10.

Este patrón de reclutamiento, tal y como Soufan declaró a TIME, responde al mismo patrón que Afganistán en la década de 1990, cuando las fuerzas talibanes se hicieron cargo del país tras la retirada del ejército soviético.

En una audiencia del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes en septiembre de 2019, Soufan instó a los legisladores a tomar la amenaza más en serio. Al mes siguiente, 40 miembros del Congreso firmaron una carta pidiendo, sin éxito, que el Departamento de Estado de los EEUU designara al Batallón Azov como una organización terrorista extranjera.

En su carta al Departamento de Estado en 2019, los legisladores estadounidenses señalaron que “el vínculo entre Azov y los actos terroristas en Estados Unidos es claro”. Las autoridades ucranianas también han tomado nota. En octubre, deportaron a dos miembros de Atomwaffen Division, un conocido grupo neonazi que intentaba colaborar con Azov para adquirir “experiencia de combate”, según un informe de BuzzFeed News que citaba a dos funcionarios de seguridad ucranianos.

Con la guerra de Ucrania, estas redes parecen haberse reactivado. De hecho, a través de redes creadas anteriormente, estos grupos han reclutado voluntarios extranjeros para combatir en el país. En el caso de EEUU, la administración Biden le está permitiendo al gobierno ucraniano el reclutamiento de estadounidenses en su embajada en Washington y en consulados en todo el país, según el infrome.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) teme que, tras la guerra, estos neonazis y supremacistas regresen a Estados Unidos con nuevas tácticas, conexiones e incluso armas en un momento donde la violencia de los grupos supremacistas está aumentando.

Neonazis de Estados Unidos siguen acudiendo a Ucrania para recibir entrenamiento y contactos

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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