Un cura del Opus Dei ‘compró’ el silencio de una víctima de abusos sexuales firmando un contrato ante notario
Manuel Cociña, considerado uno de los sacerdotes más relevantes del Opus Dei y que llegó a convivir con su fundador, José María Escrivá de Balaguer, y primer sacerdote de la organización católica condenado por abusos sexuales (por el Vaticano), hizo firmar ante notario en abril de 2021 a su víctima que renunciara a denunciarle y a airear el caso incluso aunque admitiera que «esos comportamientos en ningún caso fueron abuso sexual» a cambio de una “ayuda económica” de 17.000 euros documento al que ha accedido y publicado en exclusiva elDiario.es y que ha aparecido también en el sitio religiondigital.org.
Tal y como puede leerse en dicho documento notarial, Manuel Cociña debe comprometerse a «abonar a D. M. G. F. en concepto de ayuda económica la cantidad de 17.000 euros» por unos «comportamientos inadecuados». Ni el documento publicado por el citado medio ni el Opus Dei en su día hablan de abusos, de hecho, la víctima debe admitir en dicho documento que «esos comportamientos en ningún caso fueron abuso sexual».
Además, el acuerdo notarial indica que los gastos de “psiquiatra, psicólogo, medicamentos psiquiátricos o similares” que la víctima pudiera necesitar en un futuro (a partir de los seis meses de la firma del documento) debería asumirlos él mismo.
Como añadido, la víctima no solo debe admitir que dichos comportamientos no constituyeron un abuso, sino que en cláusulas adicionales, se compromete a «renunciar a cuantas acciones pudieran corresponderle contra don Manuel José Cociña Abella y contra cualesquiera otras personas, entidades o instituciones con él relacionadas (Colegio Mayor Almonte, Prelatura del Opus Dei, Arzobispado de Sevilla, Iglesia Católica)», y ante cualquier tribunal «en todos los órdenes jurisdiccionales» y «en todas las jurisdicciones, tanto nacionales» como «internacionales».
En la última cláusula, la víctima se compromete, una vez recibido el dinero y “por el deseo de no causar daños a las personas, entidades o instituciones relacionadas” a “no desvelar ni pronunciarse en los medios de comunicación sobre este acuerdo ni sobre sus términos, pudiendo de lo contrario don Manuel José Cociña Abella ejercitar la acción de reembolso de la cantidad abonada, en concepto de cláusula penal”.
Por lo demás, según lo publicado por elDiario.es, Manuel Cociña solo ha respondido ante la justicia canónica a cinco años sin ejercer en público, cinco años de atención espiritual en su centro y tres décadas de prohibición de acción pastoral con personas menores de 30 años de edad. Más tarde, se convirtió en el primer caso de abusos sexuales reconocidos por el Vaticano y el primero en el cual el Opus Dei pidió perdón a la víctima.
En cuanto a esta, fuentes cercanas han confirmado a elDiario.es que recibió dicho pago, que se encuentra residiendo en Chile y que, una vez el Opus Dei condenó al sacerdote en 2020 y le pidió perdón, el propio prelado se encargó de compensarle en privado. La condena, en función de los delitos canónicos (ya que según testimonios practicó tocamientos en genitales durante la confesión de varias víctimas), debería haberle costado la expulsión y la excomunión. De hecho, Cociña sigue residiendo en una vivienda del Opus Dei en Granada.
El Opus Dei, obligado a reformarse
El Papa Francisco publicó hace poco el texto Ad charisma tuendum (Para proteger el carisma, en castellano), un motu proprio (es decir, un texto legal que emana directamente de la autoridad del Papa) en el que se exige al Opus Dei, organización católica también conocida como La Obra (por significar en castellano «obra de Dios»), una serie de reformas que, en resumen, restarán en buena medida su poder, reducirán su independencia de la Iglesia Católica y obligarán a una refundación de la misma.
La organización católica, fundada en 1928 por Jose María Escrivá de Balaguer, tendrá que someterse, pues, a los siguientes cambios. Por un lado, el prelado del Opus (esto es, su líder), será degradado: el cargo será incompatible con el de obispo de la Iglesia Católica, ni podrá llevar indumentaria episcopal. Por otro lado, pasará a depender de la Congregación para el Clero, por lo que sus actividades serán monitorizadas (cuando antes gozaba de Prelatura Personal, lo que le permitía una gran capacidad de actuación e independencia al margen de la Iglesia). Por último, el Opus Dei deberá someterse a una revisión anual para el cumplimiento de ciertas normas.
Y es que el Opus Dei, durante 40 años (en 1982, desde juan Pablo II), era la única organización católica que gozaba de tales privilegios, siendo prácticamente intocable durante todo ese tiempo y dependiendo directamente de la Congregación de los Obispos, lo que se habría traducido presuntamente en un aumento considerable de su poder e influencia, y en ciertos abusos, incluyendo dos condenas en firme por casos de pederastia que se apresuraron a negar.
Así, parece que, poco a poco, la congregación religiosa va asumiendo sus responsabilidades, aceptando los crímenes a los que se le vinculan y disminuyendo una influencia que nunca debió tener.
Con la reforma del Papa Francisco, ahora el Opus Dei deberá refundarse y someterse a unos principios que chocan directamente con su forma de proceder hasta ahora, una reforma que han acatado con absoluta obediencia pero que ha generado un cabreo interno evidente.
Fuentes y enlaces:
- elDiario.es: https://www.eldiario.es/sociedad/cura-opus-dei-compro-silencio-victima-abusos-contrato-notario_1_9237524.html
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.