Vox cuestiona al ministro Garzón que se ofrezca educación nutricional en los colegios
El pasado martes, Alberto Garzón, coordinador general de Izquierda Unida y ministro de Consumo, mostró su sorpresa a través de su cuenta oficial en Twitter por recibir una pregunta de las tantas que pueden realizar los grupos parlamentarios del Congreso. Y es que la pregunta planteaba lo siguiente: «¿De qué modo tiene previsto el Gobierno respetar la decisión de aquellos niños y padres que libremente opten por no recibir formación en materia nutricional en los colegios?»
Si bien el ministro no aclaró qué grupo parlamentario hizo la pregunta, medios como elDiario.es revelaron de que, efectivamente, se trata de Vox. Así, el partido de extrema derecha estaba cuestionando los consejos de Alberto Garzón en materia de nutrición que ofreció durante la presentación del informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) acerca de diferentes recomendaciones en este ámbito.
Garzón y nutrición saludable
Así, en la sede del Ministerio de Consumo, Garzón planteó lo que desde la comunidad científica y personas expertas en el mundo de la dietética y la nutrición llevan promoviendo desde hace años: una dieta «centrada en frutas, verduras, productos frescos como el pescado o reducción de la carne roja». Además, el informe destacó las bondades de la dieta mediterránea. Garzón reforzó la cuestión del «criterio científico» y de que el informe estaba al día con las últimas evidencias.
Sin embargo, muy a pesar de que desde el Ministerio de Consumo se promueven consejos, directrices y normas en la línea con la evidencia científica en un intento de atajar al mismo tiempo problemas de salud relacionadas con el ámbito y perseguir el desarrollo sostenible, ha sido también uno de los ministros más atacados por la extrema derecha. Y es que, plantear que menores de edad no accedan a una formación saludable en materia de nutrición, una cuestión alejada bastante de postulados considerados más ideológicos, ha cogido por sorpresa incluso al propio ministro.
Vox ya atacó a Garzón por otras cuestiones, como cuando se sucedió la polémica acerca de la ganadería intensiva, en la cual, el ministro defendió la ganadería extensiva frente a la intensiva, a lo cual, se tergiversaron sus palabras a conciencia difundiéndose el bulo de que lo que había dicho es que la carne que producía España era de «mala calidad».
El ministro también recibió ataques cuando defendió la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a menores de edad, haciendo énfasis en el azúcar y los peligros que presentaba para la salud. La reacción de Vox y muy buena parte de la derecha política fue, en líneas generales, defender el consumo de azúcar. Pablo Casado, entonces líder del PP, llegó a decir que Garzón estaba en contra de la remolacha. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, sorprendió con un tuit donde citaba a Garzón diciendo «drogas sí, dulces no».
Más dura todavía fue la reacción de la derecha cuando Alberto Garzón, basándose simplemente en las últimas evidencias científicas, aconsejó la reducción del consumo de carne y aumentar el de legumbres. Esto desató en su momento una polémica respondida con pocos argumentos acerca de estos consejos y que se ha vuelto a repetir, en menor medida, estos últimos días ante la propuesta de regular los precios de los alimentos y qué se considera una cesta básica de compra en un intento de atajar los problemas de la inflación.
Así, Garzón se ha convertido en una de las dianas preferidas de la extrema derecha y que utiliza para cargar su discurso acientífico y populista de falacias argumentales, a veces de forma surrealista y ante cuestiones que están plenamente avaladas por la ciencia.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.