Sandra Fernández, directora de medios de Ayuso, nombrada nueva directora de Comunicación de Mediaset

Mediaset sigue con su plantilla de cambios con el objetivo de “despolitizar” buena parte de sus programas. Y empieza con ello fichando a Sandra Fernández, directora de medios de Ayuso.

Sandra Fernández, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Europea de Madrid, ha servido al PP en distintos puestos. Llegó en 2020 para convertirse en la Jefa de Gabinete de la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid encabezada por la diputada Marta Rivera de la Cruz.

De este puesto saltó al de directora de Medios de Ayuso, un puesto que ha sufrido 3 bajas desde las últimas elecciones.

Sandra Fernández ya tenía experiencia en puestos de este tipo, ya que fue jefa de la Sección Nacional en OKDiario entre 2015 y 2016, además de directora de contenidos en distintos medios.

Este salto ha sido llamativo por la fuerte carga política que introduce a Mediaset, saltando directamente de la alta dirección política y comunicativa del Partido Popular a una de las grandes cadenas de televisión de España.

La transformación de Mediaset

Mediaset ha sufrido una crisis de audiencias que ha llevado a una reestructuración de su dirección y contenidos.

El pistoletazo de salida a esta reestructuración se dio con el despido del histórico Paolo Vasile, CEO de Mediaset durante 23 años. Vasile fue recompensando con una gratificación de 6 millones de euros como indemnización. Le sustituyó Alessandro Salem, quién empezó lentamente a instaurar cambios sutiles en la cadena.

Pero el último cambio no ha tenido nada de sutil, imponiendo un “Código Ético” que afecta a bastantes programas y en especial a “Sálvame” el programa estrella de la cadena presentado por Jorge Javier Vázquez.

Es muy llamativo el párrafo llamado “Principios rectores en programas de entretenimiento” que prohíbe el pronunciamiento político en los programas de entretenimiento.

«Los programas de entretenimiento son eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa«.

Parece que este comentario se ha creado específicamente por Jorge Javier Vázquez, que ha mostrado su ideología progresista en televisión en varias ocasiones, siendo una voz discordante en la cadena.

Además el nuevo código ético prohíbe hablar de ciertos personajes (como Rocío Carrasco, antigua musa de la cadena), atacar a otros programas o abandonar el plató.

¿Sandra Fernández y despolitización? El giro hacia un presagiado ciclo político

No se ha escapado a muchos analistas que este nuevo “Código Ético” es un principio de autocensura en la cadena. Además su redacción vaga da a confusión y exceso de silencio sobre que se considera una opinión política y que es censurable.

Tampoco se ha escapado que afecta especialmente a ciertos espacios y deja a otros indemnes. Mientras en Sálvame tendrán que cambiar su contenido e incluso quizás eliminar secciones (como la sección que introducía contenidos feministas para el gran público) el Programa de Ana Rosa se mantendrá como está.

Este magacín de actualidad se ha convertido en azote de la izquierda. Allí Ana Rosa Quintana lanza discursos diarios contra el gobierno de coalición mientras sienta preferencialmente a miembros de OkDiario y medios afines a la extrema derecha de reciente creación como El Debate o The Objective. También son bien recibidos la mayoría de políticos de la derecha incluido Vox (aunque este especialmente fuera de elecciones).

En este programa de “actualidad informativa” estas críticas sin contrapesos (ya que Ana Rosa ha acabado vetando a la mayoría de comunicadores de izquierdas) serán ahora hegemónicas, ya que la única vertiente progresista que tenía la cadena era la voz de Jorge Javier.

Esto hace que las principales cadenas del país, Antena 3 (convertida en la Fox española) y Telecinco, se conviertan en voces uniformes de la derecha mediática.

Parece así que se preparan para la llegada de un augurado ciclo político donde el PP de Feijóo gobernará de la mano de Vox.

Un giro promocionado por el magnate derechista Silvio Berlusconi quién en julio de 2022 lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre la filial española, haciéndose con el 82,92% del accionariado de Mediaset. Un margen para hacer cualquier cambio en la cadena y ayudar a sus amigos del Partido Popular en España (con el que comparte partido político en Europa). Todo mientras Mediaset sigue declarando beneficios extraordinarios: 178,3 millones de euros en 2022.

Un giro que se presenta más político que técnico y que enseña como la maquinaria mediática de las élites hará lo posible por ayudar a la derecha española a conquistar la Moncloa.