Donald Trump se convierte en el primer expresidente de los EEUU imputado por cargos penales
Donald Trump, ex presidente de los EEUU y candidato a la presidencia para 2024, ha sido imputado por cargos penales por un gran jurado en Nueva York, decisión histórica y sin precedentes. Nunca en la historia del país un presidente había sido imputado por una cuestión de carácter penal.
La decisión del tribunal se inserta dentro del ya conocido como “Caso Stormy Daniels”, incidente en el que Trump habría presuntamente realizado pagos a la actriz porno Stephanie Clifford (conocida por su pseudónimo Stormy Daniels) para comprar su silencio durante la campaña electoral de 2016.
Un portavoz de la fiscalía neoyorkina ha confirmado la noticia: “El abogado de Trump ha sido contactado para coordinar su entrega a la oficina del fiscal de distrito de Manhattan para comparecer por una imputación del Tribunal Supremo que sigue sellada”, confirmando así la información que diferentes medios adelantaban.
La reacción de Trump no se ha hecho esperar, y como viene siendo habitual ha recurrido a la conspiración, al victimismo y a transponer responsabilidades contra el Partido Demócrata. “Esto es persecución política e interferencia electoral al máximo nivel de la historia”; “Los demócratas han mentido, engañado y robado en su obsesión con intentar “agarrar a Trump”, pero ahora han hecho los impensable”;
En su comunicado pone en duda la figura del fiscal general del distrito de Nueva York, Alvin Bragg, llegando incluso a afirmar que ha sido “puesto a dedo y financiado por George Soros” o que “está haciendo el trabajo sucio de Joe Biden”, una estrategia de señalamiento y descredito personal a la que lleva recurriendo semanas.
A pesar de la pretensión de Bragg, quién quería que Trump se entregara este mismo viernes, finalmente, y gracias a la intervención de los abogados del magnate ultraderechista, el procesamiento se realizará en principio el próximo martes sobre las 14:15 horas de la tarde.
Los cargos penales de Donald Trump y Stormy Daniels
Campaña electoral de 2016. Todos los focos apuntan a Estados Unidos, donde una reconocida figura mediática y del mundo de los negocios, Donald Trump, recorre el país con el objetivo de convertirse en el presidente más radical de la historia de la nación norteamericana.
La campaña enfrentaba a Trump, un agitador populista de ideología ultraderechista, contra Hilary Clinton, representación viviente del establishment político y social norteamericano. Durante el proceso (que en EEUU dura prácticamente un año) salen a la luz cientos de acusaciones, informaciones y rumores contra ambos candidatos, tantos que, a final, entre tanto ruido, van perdiéndose en el olvido; uno de los más sonados habla de las aventuras extramatrimoniales del multimillonario neoyorkino.
La primera vez que Stephanie Clifford habló públicamente del ex presidente fue en el año 2011, haciéndolo a través de una entrevista no publicada en la revista In Touch Weekly en la que afirmaba haber mantenido una relación con Trump.
La actriz relataba su primer encuentro durante un torneo de golf en 2006, tras el que mantuvieron relaciones sexuales en un hotel situado en la zona del lago Tahoe, un área turística de California. El encuentro habría ocurrido cuatro meses después del nacimiento de Barron Trump, hijo de su matrimonio con Melania, afirmando que “era un poco arrogante” y que “no parecía preocupado por eso”.
El entorno de Trump escuchó sobre la entrevista, y tras presiones de sus servicios jurídico, orquestadas por su abogado principal Michael Cohen, la entrevista sería archivada por la revista, información confirmada en su momento por el programa 60 Minutes de la CBS.
Tras sietes años de espera, la revista finalmente hizo públicas las declaraciones de la actriz en 2018, ya con Trump en la presidencia del país, y lo hizo unas semanas antes de que la actriz declara que había sufrido amenazas en 2011 y haber sido sobornada en 2016, en pleno proceso electoral.
Según sus propias declaraciones, un hombre se acercaría a ella y a su hija pequeña en un parking de estacionamiento exigiéndole que “dejará a Trump en paz”, amenazándola con lastimar a su hija: “Ella es una niña hermosa. Sería una pena que le pasara algo a su madre”. Más tarde, habría aceptado ciento treinta mil dólares en concepto de “pago secreto” por Cohen a cambio de su silencio, existiendo una clausula de un millón de euros contra su persona en caso de romper el acuerdo.
Al ejecutarse el pago un mes antes de la celebración de las elecciones presidenciales, algunos expertos en materia jurídica argumentaron que podría suponer una violación de las normas de financiación de campañas políticas.
Cohen cedería a las presiones, afirmando en un primer momento que el acto fue fruto de su voluntad y dinero, para finalmente acabar reconociendo bajo juramente que fue una orden del presidente y que el dinero procedía de la campaña. Fue encarcelado por múltiples cargos (entre los que se encuentran haber violado las leyes electorales), y desde este momento el proceso judicial se dirige contra Trump, quien desde entonces ha reconocido la existencia de pagos a la actriz, pero ha negado haber mantenido relaciones con ella o haber incurrido en irregularidades penales.
Este caso se suma también a otro procedimiento abierto por una cuestión similar, concretamente al caso de Karen McDougal, exmodelo de Playboy quién asegura también haber mantenido relaciones con el presidente en 2006 y haber sido sobornada con 150.000 dólares durante la campaña electoral de 2006.
Articulista. Estudiante de cuarto de Ciencias Políticas y apasionado de la investigación. Experiencia en movimientos estudiantiles y sociales. En mis artículos intento ofrecer un enfoque analítico más orientado a las ideologías y teoría política.