Hungría y Polonia retiran su veto para que la UE desbloquee los fondos anticrisis
Hungría y Polonia han retirado este jueves su veto para que la Unión Europea logre desbloquear los fondos europeos anticrisis de 750.000 millones. El ultimatum de Merkel que amenazaba con dejar fuera de las ayudas por la pandemia a ambos países ha sido decisivo para dar un paso hacia delante. Este viernes el acuerdo deberá pasar por los embajadores de los 27 países de la UE y será ratificado por el Parlamento Europeo durante la próxima semana. También entonces se espera que finalicen las negociaciones entre la Eurocámara, el Consejo Europeo y la Comisión Europea para acordar las directrices del reglamento de estos fondos.
A partir de entonces solo quedarán los procesos nacionales para ratificar el nuevo techo de gasto y los recursos propios para la emisión de la deuda del fondo, que se prevé que pueda empezar a llegar a partir de junio de 2021. A nivel nacional, fuentes de la Moncloa han mostrado su satisfacción ante este desbloqueo y afirman que “ahora hay que seguir con los trámites, y todo el mundo está por la labor de ir avanzando lo más rápidamente posible. Ahora es verdad que tenemos que correr, pero todo el mundo está con la voluntad política de avanzar”. Una vez finalizados los trámites entrará en vigor el presupuesto de la UE para el período 2021-2027 y se pondrá en marcha el fondo de recuperación.
Declaraciones de presidentes europeos sobre el bloqueo
Esta actual diligencia, no obstante, ha tenido un precio. En una conferencia de prensa previa a la cumbre, el Primer Ministro neerlandés, Mark Rutte, expresaba: “Quiero saber qué piensa el Parlamento al respecto, y quiero estar absolutamente seguro de que este compromiso no limita el funcionamiento legal y el alcance del reglamento que vincula el Estado de derecho con los desembolsos presupuestarios de la UE”.
Asimismo, afirmó que las violaciones del Estado de derecho deberían ser tenidas en consideración de forma retroactiva, por lo que si Polonia o Hungría cuestionaban el mecanismo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para retrasar su funcionamiento, debería ser posible tener en cuenta las violaciones que tuvieran lugar durante los procedimientos legales previos.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel ha afirmado en su llegada a la cumbre que “en los últimos días, Alemania ha trabajado muy duro para superar las dificultades que teníamos y encontrar una solución a las preocupaciones de Hungría y Polonia. Al mismo tiempo, por supuesto, para preservar el mecanismo de condicionalidad y el Estado de derecho como hemos negociado con el Parlamento Europeo”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido más contundente asegurando que “se ha producido un bloqueo muy grave del mecanismo del Estado de Derecho”. Además, esperaba concretar el compromiso en las horas siguientes, como efectivamente ha ocurrido, para que tanto los presupuestos para el período venidero como el Plan Europeo de Recuperación pudieran empezar a moverse en las próximas semanas.
Las conclusiones del acuerdo con Hungría y Polonia
El mecanismo que vincula el dinero europeo al respeto del Estado de Derecho es parte del acuerdo político que los 27 ya alcanzaron de forma unánime en julio pero que ahora Polonia y Hungría tenían bloqueado. En defensa de esta situación, el Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó que la presidencia alemana del Consejo definía una “línea de demarcación” entre el control presupuestario, las normas anticorrupción antifraude, por un lado, y el Estado de Derecho por otro lado. Y para evitar esto presentaba unas conclusiones que habían elaborado los países del bloqueo y que eran un requisito previo para seguir adelante con el proceso.
El texto expresaba que “el presupuesto de la Unión debe protegerse contra todo tipo de fraude, corrupción y conflicto de intereses, y que la aplicación del mecanismo de condicionalidad será objetiva, justa, imparcial y basada en hechos, garantizando el debido proceso, la no discriminación y la igualdad de trato de los Estados miembros”. En las conclusiones, el borrador indica que para asegurar esto “la Comisión tiene la intención de desarrollar y adoptar directrices sobre la forma en que aplicará el Reglamento, incluida una metodología para llevar a cabo su evaluación. Dichas directrices se elaborarán en estrecha consulta con los Estados miembros.
En caso de que se interpusiera un recurso de anulación en relación con el Reglamento, las orientaciones se ultimarán tras la sentencia del Tribunal de Justicia para incorporar los elementos pertinentes derivados de dicha sentencia. La presidenta de la Comisión Europea informará plenamente al Consejo Europeo. Hasta que se finalicen dichas directrices, la Comisión Europea no propondrá medidas con arreglo al Reglamento”.
La dilatación en el tiempo si hubiera que esperar a una resolución del tribunal con sede en Luxemburgo podría servir al Primer Ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orbán, para optar a la reelección en 2022 sin sanciones europeas de por medio, dado que la Comisión Europea no podría actuar hasta que el tribunal hubiera sentenciado.
Dejando aún más expuestas sus intenciones, el texto expresa también en las conclusiones que “la mera constatación de que se ha producido una infracción del Estado de derecho no basta para activar el mecanismo”, a lo que se añade que “los factores desencadenantes establecidos en el Reglamento deben leerse y aplicarse como una lista cerrada de elementos homogéneos y no estar abiertos a factores de diferente naturaleza. El Reglamento no se refiere a deficiencias generalizadas. Toda apertura formal del procedimiento irá precedida de un diálogo con el Estado miembro a fin de darle la posibilidad de remediar la situación”.
Un último detalle que expone hasta qué punto ha tenido que ceder la UE para dar luz verde a estos fondos es que se concede a países que se encuentren en este tipo de situación la posibilidad de elevar su caso a una reunión de líderes si el Estado en cuestión no está satisfecho con la forma en que la Comisión Europea lo está llevando.
Lo que se verdad importa ahora es la Renta Básica Universal. No sé puede tener esta pobreza que nos deja la pandemia, es momento de firmar para que en el Parlamento Europeo lo saque adelante.