Las escisiones de Vox: TÚpatria, Valores y España Suma
2020 ha sido un año convulso en el panorama político español a causa de la pandemia de coronavirus, una oposición frontal y constante de las fuerzas de la derecha y al constante aumento de la polarización política.
Pero ni esto ha servido para apaciguar las aguas internas de Vox, un partido sumido en una batalla orgánica todo el año con denuncias de irregularidades en los procesos, dimisiones y una constante acusación de falta de democracia interna por parte de los que presentan candidaturas fuera de la línea oficialista del partido.
De hecho, la formación de extrema derecha estuvo realizando constantes cambios en 2019 para tomar mayor control del partido: eliminó temporalmente los procesos de primarias (eligiendo las listas desde la dirección central en Madrid), impuso gestoras en territorios descontrolados, aumentó el número de avales para poder presentarse a los distintos procesos y, por último y una vez retomadas las primarias, aumentó el número requerido de militantes para poder celebrar primarias en territorios en hasta 10 veces el número original.
Todo esto ha dado como resultado un proceso centralizador donde el poder de Madrid sobre el partido se ha vuelto omnipresente y donde se denuncia al secretario general Javier Ortega Smith de querer controlar toda la vida interna de la formación.
En este ambiente opresivo y con múltiples denuncias, Vox ha sufrido el cese de decenas de cargos y cientos de militantes. Y unas pocas de esas bajas han decidido no renunciar a la política, sino fundar nuevos partidos a la derecha del espectro político. Estas son las escisiones de Vox: TÚpatria, España Suma y Valores.
TÚpatria, un Vox moderado
La primera de las escisiones de Vox fue TÚpatria. Esta formación se presentó oficialmente el 27 de julio en Madrid, en un acto discreto donde se dio a conocer su junta directiva.
La formación está liderada por Carmen Gormis Escribano que ocupó diversos cargos en Vox, siendo Secretaria Provincial, Vicesecretaria de Comunicación y Vicesecretaria de Implantación Territorial.
Junto a ella apareció una nutrida cúpula formada con ex cargos de Vox de distinta relevancia: José Carlos Rúa Perandones, Carlos García, Ricardo Baña, Antonio Lorenzo de Membiela, Soledad Feases, Pedro Gómez y Rámiro Tellez.
La formación se define como liberal conservadora, hallándose su ideario entre el del Partido Popular (PP) y el de Vox, bebiendo de ambas organizaciones. Se presenta como un “Vox moderado”, aunque posiblemente la moderación tiene que ver mucho más con las formas que con el fondo.
Entre los principales puntos de su programa, el primero es el referente al nacionalismo español, estando el concepto de “nación española” y la idealización histórica en un puesto relevante de su ideario, de forma análoga a Vox. En lo referente a la unidad de España, su modelo tampoco se diferencia mucho del de Vox, con la principal salvedad de que no habla de suspender autonomías ni de reducir diputados.
“Potenciaremos y defenderemos la tradición histórica judeo-cristiana desde una posición aconfesional” – Programa de TÚpatria
Otro punto importante es el ideario cristiano. Aunque la formación alega aconfesionalidad (por ser un precepto constitucional) la realidad es que su programa está trufado de catolicismo.
El partido defiende el ideario básico de las formaciones de corte ultracatólico europeas actuales estando contra diferentes derechos ya reconocidos como el aborto, la eutanasia y el de las personas LGTB a tener una familia propia y plena. También se opone al concepto de violencia de género, como la totalidad de escisiones de Vox, potenciando el de “violencia intrafamiliar”. Por lo tanto, TÚpatria sería también profundamente antifeminista y antiLGTB.
En el aspecto económico, el partido se presenta como liberal, potenciando el capitalismo y el libre mercado, la reducción de impuestos, el recorte de los servicios públicos y la disminución de la intervención del estado.
En este caso hay que decir que se aleja cada vez más de Vox, que está empezando a sustituir sus políticas neoliberales por una política populista más acorde a los nacionalpopulismos y cercana a la clase trabajadora, con intervención del Estado y un mayor proteccionismo económico.
TÚpatria es un partido de ámbito estatal y efectivamente ha conseguido cierto nivel de implementación: tiene ejecutivas en 20 provincias españolas y afiliados en 30, según un comunicado oficial de la formación.
Es relevante el hecho de que en un momento de auge de Vox, que además según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) lleva tres meses en alza en las encuestas, el partido consiga armarse. Posiblemente la desafección generada a nivel interno entre los militantes de Vox tenga mucho que ver.
España Suma
No, no ha habido un error. España Suma, la marca bajo la que el Partido Popular (PP), pensaba absorber a Ciudadanos e intentar una entente con Vox ha sido registrado como partido político por José Manuel Martínez Ayala.
Esta jugada impedirá al PP (que ya daba por muerta esta idea) poder usarla en un futuro, salvo que se llegue a algún acuerdo posterior.
José Manuel Martínez Ayala fue concejal de Vox por Sanlúcar de Barrameda, pueblo ubicado en la provincia de Cádiz. Este madrileño de origen, fue guardia civil durante 23 años antes de dejar el cuerpo por problemas de salud. Tras mudarse a Sanlúcar entró en contacto con Vox donde empezó a destacar hasta lograr el acta de concejal que aún ostenta.
A finales de septiembre, un vídeo suyo se hizo viral, donde criticaba muy duramente a Vox, tachando a la formación ultraderechista de “estructura piramidal” llena de amigos y conocidos donde los militantes están para poner dinero y obedecer.
El viral llegó a toda España y el sanluqueño anunció fuertes presiones para devolver su acta. No lo hizo y hay que señalar que de ella no cobra, ya que renunció al salario de concejal manteniendo el de su pensión por invalidez.
Su nuevo proyecto es, de las escisiones de Vox, la más moderada. Aunque se suscribe a la clásica indefinición ideológica de las alternativas de derecha hablando de que su partido está abierto a gente de derechas e izquierdas, la formación es crítica con la deriva ultrarreligiosa de Vox, con sus críticas hacia derechos civiles modernos (como el aborto o el matrimonio igualitario) y a las formas poco educadas empleadas por la formación liderada por Santiago Abascal.
El partido, según palabras de su creador se define como liberal en lo social.
“El PP era de derecha. Luego de centro-derecha. Ahora, ya es de centro según Pablo Casado. Y tiene razón, va de centro a centro-izquierda…” – José Manuel Martínez Ayala.
Su ideario tiene como elemento central, de la misma forma que Vox o TÚpatria, el nacionalismo español, aunque de una forma menos agresiva que Vox, junto a una defensa de los autónomos y pequeños empresarios, la reducción de los privilegios de la clase política y la funcionarización de los asesores políticos, con una crítica a las instituciones actuales, de manera cercana al discurso de la antipolítica y anti-establishment omnipresente en la mayoría de formaciones de extrema derecha actuales (aunque en parte no es siempre un discurso propiedad de la ultraderecha).
Junto a estas características, sería difícil presentar este proyecto como “una casa para la gente de izquierdas y derechas” cuando sus principales postulados ideológicos se sustentan en pilares conservadores.
Haciendo un repaso de sus redes sociales, se puede ver: críticas hacia el feminismo, hacia la inmigración, hacia la izquierda en su conjunto, al gobierno de España (especialmente debido a su carácter progresista), a los mecanismos para luchar contra los discursos de odio, peticiones de centralización de competencias al estado y otras cuestiones normalmente dominio de la derecha.
Además, observando la cuenta de Twitter de su creador se puede ver un constante ataque a cualquier opción de izquierda y la defensa de posiciones políticas muy conservadoras, en un discurso bastante diferente al que dio para presentar su formación, lo que hace sospechar que quizá fue una estrategia para distanciarse de Vox.
Por todo ello sin duda España Suma puede radicarse en la derecha política.
La nueva formación aún no cuenta con cargos conocidos además del concejal José Manuel Martínez y con unas redes sociales incipientes en Twitter y Facebook. Su objetivo es presentarse a la totalidad de elecciones de carácter estatal.
Valores
Y otra de las escisiones de Vox es el partido Valores, registrado como tal el 11 de diciembre y presentado en sociedad en el Hotel Nelva, bajo el lema “El futuro es la familia”.
El creador de esta plataforma es Alfonso Galdón, exmiembro de Vox pero no uno cualquiera: Galdón fue uno de los ideólogos del llamado Pin Parental y es expresidente del Foro de la Familia, organización que en su día se manifestó contra el matrimonio igualitario, por lo que se encuentra muy bien conectado con los grupúsculos conservadores y ultracatólicos.
Su marcha de Vox ocurrió durante las primarias para la Presidencia del Comité Ejecutivo Provincial de Murcia. Galdón se presentaba contra el candidato oficialista José Ángel Antelo. Galdón presentó múltiples denuncias ante la ejecutiva por irregularidades y fallos del proceso que fueron desoídas por la Comisión de Garantías.
Alfonso se marchó así criticando la falta de democracia interna de Vox, la excesiva centralización del partido y la figura de su secretario Javier Ortega-Smith, como alguien que desea controlar el partido.
Pese a esto, de las diferentes escisiones de Vox, Valores no esconde su parecido con la ideología del partido ultraderechista, siendo la más radical de todas y localizándose en la extrema derecha, como reconocía su propio creador para elDiario.es.
Valores basa el centro de su ideario en la religión católica, poniéndola como eje central de la cultura occidental y europea, en consonancia con el resto de formaciones de la extrema derecha europea. Por supuesto como es común en la ultraderecha, el partido intenta mostrarse más transversal de lo que es en realidad y se abre a la presencia de “gente de todas las creencias” aunque los valores religiosos inundan su ideario.
“Muchos que se rasgan ahora las vestiduras con la Ley Celaá son los mismos que se ponían de perfil con la introducción de la ideología de género en las aulas. Que nos quede claro a todos: como padres, lo que queremos es poder elegir, punto. El Cheque Escolar es la solución” – Alfonso J. Galdón.
Sus cinco ejes principales incluyen los clásicos postulados del ultracatolicismo: la familia como principal núcleo social, la libertad de los padres para elegir centro educativo y la defensa de la vida hasta la muerte natural ( es decir la oposición a derechos como el aborto o la eutanasia). Sus otros dos ejes son el cuidado de las personas mayores y el problema del suministro de agua. Esto último no es de extrañar ya que el partido nace en Murcia, una región con grandes problemas sobre el tema.
Aunque Valores no lo ha reconocido, dado su ideario y la oposición de su presidente al matrimonio igualitario y su postura a favor de la creación del Pin Parental, el antifeminismo y la homofobia también forman parte del partido, que usa con asiduidad el concepto de “ideología de género” para criticar las posiciones igualitarias.
Junto a Alfonso Galdón también aparecen otras caras visibles como Mariano Galián, representante en Murcia de la plataforma católica y del fallido partido político Avanza. Ejercerá en Valores de secretario ejecutivo de Implementación Territorial y Formación. Como secretaria General estará Isabel Vicente, viuda de uno de los impulsores de Vox, Santiago Corrales.
El actual partido asegura contar con una base social de clase media alta y profesionalizada, presente en la mayoría de Murcia. Aunque el partido quiera competir en la comunidad, aspira a abrir nuevas delegaciones en el resto de provincias.
Desafección y contexto
Para empezar, parece claro que la creación de las tres formaciones tiene que ver con la desafección interna generada por Vox, denunciando las tres escisiones de Vox una falta de democracia interna, comportamientos de nepotismo “enchufando” a amigos y familiares y una obsesión centralizadora del secretario Ortega-Smith por controlar al máximo su militancia y cargos.
Una vez dicho esto, analizar el futuro es siempre algo complejo, pero se puede hacer un ejercicio basado en lo que se sabe hasta la fecha.
En primer lugar, el espacio ideológico desde el centro hasta la extrema derecha parece estar copado en el panorama político español, con formaciones actualmente al alza, como son PP, Ciudadanos y el propio Vox, además de partidos regionales como Unión del Pueblo Navarro (UPN) o Coalición Canaria (CC) que a menudo restan a las formaciones más derechistas, lo que complica a las escisiones de Vox su posibilidad de hacerse un hueco en el Congreso o incluso en los parlamentos autonómicos. Además la mayoría batallan por un espacio entre el PP y Vox, misión complicada en el contexto actual, más aún con los escollos que presenta la actual Ley Electoral.
Por otro lado, el futuro de las escisiones de las grandes formaciones no ha sido halagüeño hasta la fecha. Tanto Más País (2019) como Contigo Somos Democracia (2017), provenientes de Podemos y Ciudadanos respectivamente, tuvieron un mal resultado electoral.
Además, lo que las tres formaciones critican de Vox es posiblemente su mayor arma: el ruido y la polarización. Vox cabalga sobre constantes propuestas, algunas de ellas aparentemente descabellas, otras provocadoras y otras irrealizables. El objetivo final es una estrategia de comunicación consistente en provocar ruido y llamar la atención, consiguiendo visibilidad y adeptos, además de marcar la agenda política y alejarla de cuestiones más constructivas.
Las tres formaciones reniegan en un principio de este aspecto, por lo que tienen un futuro más complicado a priori.
Las posibilidades de las escisiones de Vox
Las posibilidades de las escisiones de Vox, si bien no parecen halagüeñas, tienen diferente potencial de crecimiento comparándose entre ellas.
TÚpatria no ofrece un proyecto demasiado diferente al de los actuales PP y Vox, además optando por no seguir el camino de generar ruido, sino una vía más institucional y sosegada, tal vez con menor recorrido. Pese a eso, la formación ha conseguido extenderse, montar distintas ejecutivas y aumentar su influencia.
Si bien conseguir representación en el Congreso se antoja difícil, podría llegar a obtener concejales y robar votos a las principales fuerzas conservadoras.
España Suma, si bien tiene un nombre capaz de hacer bastante daño al PP y que ya tiene cierto recorrido, no parece contar con una base más allá de su líder. En varios meses, el partido apenas se ha movido o ha mostrado algo de fuerza, por lo que parece más una estrategia más destinada a obstaculizar a las principales formaciones derechistas.
Por último, la primera realidad de Valores es que el grupo principal de votantes de esta formación está lejos de poder articular un partido de alcance estatal. Algunos ejemplos se pueden ver con la extrema derecha de Alternativa Española (AES), similar en concepción y de escaso calado.
Como punto a favor se encuentra la capacidad y contactos de su líder para obtener financiación y conseguir implantarse en Murcia, un lugar donde Vox presenta graves batallas internas.
En esta región de potente signo conservador, una formación de corte autonómica murciana quizás pudiera obtener representación local y autonómica en el mejor de los casos. Además, en Murcia puede existir cierto desencanto hacia PP y Vox que podría ser aprovechado por Valores, especialmente si incide en cuestiones más locales.
En conclusión, ahora mismo, ninguna de las tres escisiones de Vox parece que puedan amenazarle. De hecho, ni siquiera plantean una propuesta lo suficientemente innovadora capaz de llamar la atención de los electores.
Pero lo que si es cierto, es que antes de las constantes pedidas de resultados de Podemos, vinieron períodos de graves batallas internas que desangraron a la formación morada. Un proceso que, con diferencias, también está sufriendo Vox.
Estos desgarros internos, asumibles en un momento de crecimiento y popularidad, se pueden pagar a largo plazo, alimentando a otras alternativas. Y, en esos momentos, otras fuerzas pueden coger el relevo. Solo el futuro dirá.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.