La extrema derecha triunfa en las elecciones municipales de Finlandia
El ultraderechista Partido de los Finlandeses, anteriormente conocido como Verdaderos Finlandeses, ha obtenido un 14,5% de los votos durante las elecciones municipales de Finlandia, celebradas el pasado 13 de junio. Esto sitúa a la formación populista como cuarta fuerza política y al borde de ser tercera tras experimentar una subida del 5,6% y superar a la Liga Verde, que cae un 2,1%. Así, la extrema derecha pasa de 770 a 1.350 concejales.
Por contra partida, todas las formaciones que componen el actual pacto de gobierno han perdido apoyos. Además de la Liga Verde, el Partido Socialdemócrata de Finlandia, liderado por la primera ministra Sanna Marin, se deja el 1,7% de sus apoyos con respecto a los últimos comicios municipales; el Partido de Centro de Annika Saarikko pierde el 2,6%; la Alianza de Izquierda de Li Andersson pierde el 0,8%; y el Partido Popular Sueco de Finlandia, de Anna-Maja Henriksson pierde el 1,6%.
Por otro lado, los grupos políticos de la oposición también suben en general. El conservador Partido de Coalición Nacional se proclama ganador de las elecciones al obtener un 21,4% de los votos, un 0,7% más que en 2017. El partido liderado por Petteri Orpo es la cuarta vez consecutiva que mantiene dicho puesto.
El desgaste de la coalición de gobierno
Expertos achacan esta pérdida de votos por una valoración negativa de la gestión de la pandemia y por la falta de liderazgo a la hora de abordar la crisis sanitaria por parte de Sanna Marin, quien con 35 años es además la líder europea más joven. «Nuestros candidatos han trabajado duro. Haremos un análisis de los resultados», ha declarado tras calificar los resultados de decepcionantes.
Por otro lado, la Liga Verde ha sido salpicada por un escándalo de corrupción por parte de Anni Sinnemäki, la candidata a la alcaldía de Helsinki. Sinnemäki arrancaba en las encuestas como clara favorita para ser la próxima alcaldesa de la capital, pero fue acusada de conceder a una amiga licencia de construcción en el casco histórico en un país que castiga duramente en las urnas los casos de corrupción. Así, Juhana Vartiainen, del Partido de Coalición Nacional, ha revalidado su cargo consiguiendo 23 concejalías de 85.
Por último, la pandemia ha limitado considerablemente los mítines y la actividad política a pie de calle, de forma que la principal propaganda se ha distribuido a través de las redes sociales, como Instagram o Jaden, lo que ha podido favorecer a la extrema derecha al distribuirse con mayor facilidad los bulos y «fake news» basados en su discurso de odio.
El despunte de la extrema derecha
El Partido de los Finlandeses, liderado por Jussi Halla-aho y creado en 1995, destacaba en sus inicios por la defensa de políticas de izquierdas, sobre todo en lo referente a los servicios públicos y la defensa del llamado Estado del Bienestar Nórdico, mezclado con un ultranacionalismo, autoritarismo y ultraconservadurismo, recordando vagamente al Frente Nacional (hoy Agrupación Nacional) de Francia.
Teniendo siempre resultados testimoniales, tras la crisis de 2008, pasaron del 4,05% de los votos al 19,05%, manteniendo resultados similares desde entonces. En 2015, entraron en el gobierno tras una coalición con el Partido de Coalición Nacional y el Partido de Centro. A partir de 2017, con la llegada al liderazgo de Halla-aho, se dejan definitivamente a un lado los pocos postulados izquierdistas y se adopta una agenda reaccionaria más propia de la nueva derecha radical.
Así, el discurso de la extrema derecha en Finlandia se centra en el supremacismo étnico, el rechazo a la inmigración y a las personas migrantes, oposición a los derechos de las personas LGTB, oposición al proyecto de la Unión Europea y el ataque a partidos e ideas de izquierdas, con un fuerte componente antifeminista y anticomunista. El partido se unió a Identidad y Democracia, el grupo parlamentario europeo donde se reúnen buena parte de los partidos ultraderechistas europeos como Alternativa para Alemania o Agrupación Nacional.
El discurso de odio de Halla-aho y sus ideas extremistas llevaron a que Petteri Orpo, entonces primer ministro, anunciara la ruptura del pacto de gobierno con ellos, utilizando el llamado «cordón sanitario», una suerte de acuerdo típico en países como Francia o Alemania para dejar a la extrema derecha fuera de puestos de poder.
Durante la campaña de las elecciones municipales, se centró en acusar al gobierno de dar prioridad a las ayudas a inmigrantes en materia de vivienda y de educación, amén de otras acusaciones relacionadas con la inmigración y con la gestión de la pandemia. Sin embargo, los datos de analistas y verificadores de información han desmentido varias veces sus afirmaciones.
Las próximas elecciones parlamentarias en Finlandia se celebrarán previsiblemente en abril de 2023, por lo que las fuerzas demócratas tienen un gran reto por delante para frenar el avance del populismo de ultraderecha.
Enlaces y fuentes:
– Foto de portada: Jussi Halla-aho, líder del Partido de los Finlandeses. Autor: Matti Matikainen, 20/11/2014. Fuente: Perussuomalaiset.fi (CC BY 2.0)
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.