Kaïes Saied, el presidente ultraconservador de Túnez, anuncia que no restaurará la normalidad democrática
El presidente de Túnez, Kaïes Saied, mantendrá todos los poderes absolutos que se dio a sí mismo tras una interpretación forzada de la Constitución del país y no restablecerá la normalidad democrática que interrumpió el pasado 25 de julio, fecha en la que anunció la suspensión por un mes de la actividad del Parlamento y destituyó al primer ministro, informaron ayer a Agencia Efe fuentes en el palacio presidencial de Cartago.
Según las mismas, el ultraconservador mandatario se dirigirá en las próximas horas al país para argumentar las razones que le han llevado a prolongar el golpe de Estado blando, pese a la insistencia la comunidad internacional, que le pide que devuelva los poderes a la Asamblea de Representantes del Pueblo y constituya un nuevo gobierno, regresando así a los cauces democráticos.
Saied, un profesor universitario de tendencia populista de derechas que sorprendió al ganar las presidenciales de 2019 sin apoyo de partido alguno, aseguró entonces que imponía la aplicación del artículo 80 de la Constitución, que le permite suspender el parlamento y gobernar a través de decretos, para «salvar el país», sumido en una aguda crisis política, económica, social y sanitaria.
La estratagema se llevó a cabo semanas después de que la prensa filtrara un plan similar para dar un golpe de Estado y, tras meses de conflicto con el entonces jefe del ejecutivo, Hichem Mechichi, y con el presidente de la Asamblea de Representantes, Rachid Ghannouchi, líder también del partido conservador de tendencia islamista Ennahda, primera fuerza en la Cámara.
Desde que Saied pulsó el botón del pánico democrático, se ha dedicado a aprobar cambios por decreto, que incluye la formación de un gobierno a su imagen y semejanza, en particular en los Ministerios de Interior y en las fuerzas de Seguridad, claves para el control de los resortes del estado. Por otro lado, ha intensificado su ofensiva al resto de partidos políticos, en especial a Ennahda, que atraviesa una grave crisis interna en medio de los problemas de salud de su líder, hospitalizado por dos ocasiones en las últimas semanas.
De hecho, el lunes el partido que ha declarado sentirse cercano a Erdogan, el presidente de Turquía, anunció la disolución de la dirección y el inicio de un proceso de «reorganización que se adapte a los requisitos del escenario (político actual), logre la eficiencia necesaria y contribuya a buscar una salida a la situación excepcional que vive Túnez».
Presiones para la vuelta a la democracia en Túnez
La comunidad internacional no se ha quedado quieta ante el golpe de Saied en Túnez. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, hizo llegar mediante una delegación oficial un mensaje a Saied donde le pedía restaurar el poder de la Asamblea, devolver a los diputados su inmunidad y nombrar a un nuevo primer ministro. Mensajes similares han sido transmitidos por parte de la Unión Europea a través de su embajada.
Túnez es considerado uno de los países con mayor calidad democrática del mundo árabe y uno de los países que aprovecharon las manifestaciones de la llamada «Primavera Árabe» en 2012 para mejorar las condiciones del país. Sin embargo, ahora Saied no parece dispuesto a devolver a Túnez su democracia, y está buscando contactos con países árabes, como Arabia Saudí, buscando vías diplomáticas y económicas alternativas.
Aunque la comunidad internacional, por el momento, no ha anunciado consecuencias para Túnez, la negociación de un nuevo préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha quedado en el aire.
Saied ha proseguido, igualmente, su senda absolutista pese a los llamamientos de Estados Unidos y la Unión Europea para que restablezca la democracia en un país que está considerado el faro de los derechos y las libertades en el mundo árabe. Según medios locales, una delegación oficial estadounidense entregó días atrás un mensaje del presidente, Joe Biden, en el que le conminaba a restaurar el poder del Parlamento, devolver a los diputados su inmunidad y a designar un nuevo primer ministro.
El mismo mensaje que le he hecho llegar la Unión Europea a través de la embajada en Túnez, aunque al igual que EEUU sin advertencias de consecuencias si no lo hace. De forma paralela, Saied ha incrementado sus contactos con los países árabes, y en particular con Arabia Saudí, en busca de apoyo político y asistencia financiera que ayude a paliar la aguda crisis económica que padece Túnez desde los atentados yihadistas de 2015.
El golpe de Estado blando se produjo en medio de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la concesión de un nuevo préstamo multimillonario, que ahora ha quedado en el aire.
Enlaces y fuentes:
– Foto de portada: Kaïs Saied, presidente de Túnez. Autor: AlQalamTV TUNISIA, 25/11/2013. Fuente: YouTube (CC BY 3.0)
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.