La endofobia de Vox: abandonan el Congreso al utilizar otros diputados el gallego y vasco

Un nuevo episodio de endofobia de Vox ha ocurrido este mediodía en el Congreso de los diputados. El grupo parlamentario Vox lo ha abandonado en señal de protesta tras el uso del gallego por parte del diputado del PSOE, José Ramón Besteiro.

José Ramón Besteiro tenía el honor de ser el primer diputado en poder utilizar su lengua materna y el sistema de traducción simultánea. El diputado ha saludado en castellano y en las tres lenguas cooficiales autonómicas, gallego, catalán y vasco. Tras lo que se ha referido al nuevo sistema de traducción simultánea que estrenaba: “Es un doble honor hacerlo en mi lengua materna, el galego”.

Esto ha provocado la ira de Vox, que ha protestado. Así, María José Rodríguez de Millán ha interrumpido al diputado socialista, exigiendo que hablase en castellano ya que el cambio de reglamento “aún no ha sido aprobado”.

La presidenta de la cámara y tercera autoridad del Estado, Francina Armengol, le ha respondido indicando que Besteiro iba a seguir y que Rodríguez de Millán no podía interrumpirle en el uso de la palabra: “Le ruego que se siente y que dejemos hablar al señor Besteiro. Este es el templo de la palabra y el uso de palabra lo tiene el señor Besteiro».

Ha sido en este momento cuando Vox ha aprovechado para realizar uno de sus habituales espectáculos. Los 33 diputados de la formación ultraderechista se han levantado de sus asientos, usando las escaleras del hemiciclo para abandonarlo. Se han dirigido al asiendo del presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ausente por su viaje en la ONU, donde han dejado los aparatos del sistema de traducción. El resto de la cámara ha aplaudido su marcha.

De vuelta al Congreso y de vuelta a la salida

Este ejercicio de endofobia de Vox ha tenido un doble bis. Un rato después de su marcha, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Alberto Catalán Higueras, estaba acabando con su intervención. En ese momento los diputados de Vox han vuelto al Congreso y ocupado sus asientos. Pero este retorno ha sido fugaz.

Tras el diputado de UPN, tomaba el turno de palabra el portavoz de Vox, Borja Semper. Este ha intercalado el uso del castellano con el vasco, lo que ha vuelto a provocar la ira de los diputados de Vox, que han vuelto a abandonar el hemiciclo. Esto ha provocado duras réplicas después, con Abascal criticando a Semper.

Tras esto, ha habido un turno de respuestas entre Semper y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Rufián ha alabado que el diputado del PP use el vasco y le ha mostrado como sus socios en la mayoría de regiones han hecho gala de su endofobia y han abandonado el hemiciclo.

También ha habido cierta crítica a la intervención de Semper, ya que solo días antes el portavoz del PP había dicho que no utilizarían las lenguas cooficiales para “no hacer el canelo”.

En este sentido la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha pedido la no utilización de las lenguas cooficiales hasta que estuviera aprobado el reglamento, algo que ha sido rechazado por Armengol, que la ha emplazado a la Junta de Portavoces para tratar la cuestión.

La endofobia de Vox

Usualmente Vox acusa a la izquierda política de “endofobia”, en una señal al rechazo de lo que ellos consideran la españolidad y que es más una caricatura de su nacionalismo español centralista de carácter nativista que otra cosa.

Hoy en cambio, la endofobia de Vox ha quedado más que demostrada. Casi un tercio de los españoles utilizan lenguas cooficiales o se han criado con ellas, siendo legales en Galicia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Navarra.

Una riqueza lingüística que esta garantizada en el Título I de la Constitución, en los valores supremos de esta, como un bien a proteger. En vez de esto, Vox rechaza esta riqueza sintiéndola como una amenaza. Vox recoge lo peor del nacionalismo español centralista (que en su fase más reciente y preconstitucional) fue encarnado por el franquismo y enarbolado por el lema “España es una y no cincuenta y una”.

Este rechazo a la lengua, cultura y sentimientos de un tercio de los españoles no puede definirse si no como endofobia. Una endofobia que no es nueva en Vox, separando a los españoles en “españoles de bien” y “malos españoles”, dependiendo de si comulgan o no con sus creencias. Hoy el Congreso es un poco más justo, reconociendo las lenguas y cultura de un tercio de sus habitantes frente al pulso autoritario de la extrema derecha.