Stepan Bandera, el histórico líder fascista de Ucrania
Fue declarado Héroe de Ucrania en 2010. Tiene estatuas y monumentos dedicados al oeste del país. Su bandera hondea en algunas protestas contra la invasión de Rusia. Libertador para unos, criminal fascista para otros, Stepan Bandera es una de las figuras más reconocidas de la historia de Ucrania, pero también una de las más controvertidas.
Salvo historiadores, investigadores y otros profesionales interesados en el tema, Stepan Bandera es una figura prácticamente desconocida en el mundo más allá de la Europa exsoviética y Rusia. Sin embargo, es un punto de conflicto constante especialmente en Ucrania, reflejo de la gran polarización que caracteriza al país prácticamente desde su independencia de la Unión Soviética (URSS) en 1991.
Conocer a Stepan Bandera puede servir para intentar comprender mejor las dicotomías políticas que asolan la Ucrania actual, donde el nacionalismo, como sucede también con países como España, ha quedado ligado a corrientes ideológicas ultraconservadoras, supremacistas y reaccionarias. Y es que su legado, para bien o para mal, a pesar de que murió en 1959, perdura hasta el día de hoy.
Stepan Bandera: catolicismo y nacionalismo familiar
Stepan Andreyevich Bandera nació un 1 de enero de 1909 en el Reino de Galitzia y Lodomeria, entonces un territorio autónomo bajo la Casa de los Habsburgo (o Casa de Austria, la misma que ostentó la Corona del Reino de España entre 1516 y 1700, cuando llegó la Casa de Borbón) en el Imperio Austrohúngaro.
Se crió en el seno de una familia católica: su padre era clérigo griego e hijo de una familia de pequeños propietarios granjeros; su madre era hija también de un sacerdote católico. De hecho, su vivienda era propiedad de la Iglesia Católica griega. Fue el segundo de un total de siete hermanos y hermanas.
Ya de pequeño se empapó de los ideales nacionalistas ucranianos. Además de poseer una extensa biblioteca con abundante literatura, su familia tenía amistades y contactos con personas de movimientos y grupos nacionalistas.
Por ejemplo, uno de sus tíos fue el fundador de una de las organizaciones económicas ucranianas más importantes, y otro era diputado del parlamento austrohúngaro. También formaba parte de su familia Mikhail Gavrilko, un famoso escultor del momento. Es decir, no creció en un ambiente cualquiera, sino que tuvo desde el principio claras influencias políticas.
En aquel momento, la situación de los ucranianos era difícil, con pobres recursos y un acceso a la educación muy limitada. Gracias a la situación socioeconómica de la familia, Stepan Bandera pudo seguir avanzando en su educación desde su casa. Crearon un grupo de lectura y el círculo Escuela Nativa para ayudar a gente en su misma situación.
Así, muy pronto adquirió valores religiosos y políticos, que se irían intensificando con el paso del tiempo.
En 1914, teniendo él 5 años, estalló la Primera Guerra Mundial. Los ucranianos lucharon como parte del Imperio Austrohúngaro, como es lógico, lo que provocó que fuera testigo de la crudeza de la guerra, que vio pasar en varias ocasiones por su lado, causándole un gran impacto.
Hay que tener en cuenta que Ucrania, en aquel momento, estaba dividida entre el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Ruso. La parte de Austria-Hungría luchó en la Legión de Galicia, mientras que la parte de Rusia luchó en el Ejército Imperial Ruso (hasta 1917, cuando estalló la Revolución Bolchevique que derrocó la monarquía absoluta de los zares y el país abandonó la guerra).
El fin de la guerra en 1918, que llevó a la disolución del Imperio Austrohúngaro, terminó por hacer estallar el sentimiento soberanista de Ucrania, lo que se tradujo en un auge del nacionalismo, que adquirió tintes radicales en muchos casos.
El vacío dejado por el colapso del Imperio Austrohúngaro y la guerra civil en Rusia provocada por el alzamiento bolchevique llevó a que se sucedieran varios intentos en forma de Estados y gobiernos en la geografía ucraniana.
El padre de Stepan Bandera se unió a un levantamiento armado, participando en movimientos milicianos, y más tarde formó parte de la Rada (parlamento) de la efímera República Popular de Ucrania Occidental. El territorio reclamado por esta república, que duró unos ocho meses, se enfrentó militarmente a Polonia por el dominio de Leópolis, conflicto que finalmente perdió.
Debido a esto, aunque su padre tuvo que esconderse de las autoridades polacas, Stepan Bandera y su familia vivieron desde 1920 en territorio conquistado por Polonia mientras en el resto de la actual Ucrania se conformó la República Popular de Ucrania, que reclamaba dicho territorio (y otros tantos donde consideraba que había importante presencia de etnia ucraniana).
Stepan Bandera: joven activista y nacionalista
A lo largo de sus años de niñez y adolescencia, Bandera sufrió varios encontronazos con las autoridades polacas puesto que, a pesar de vivir en una zona muy nacionalista y de alta presencia de etnia ucraniana, el gobierno de Polonia insistía en dejar su impronta ideológica y cultural.
En 1922, teniendo doce años, se unió al Plast, una organización juvenil de exploradores ucranianos tipo scouts (que sigue existiendo), si bien le costó bastante debido a varios problemas de salud crónicos. Ese mismo año, murió su madre de tuberculosis, evento que le afectó profundamente.
También en 1922, la República Socialista Soviética de Ucrania, una entidad formada en 1919 y apoyada por el Partido Comunista de Ucrania y por Rusia, después de que finalmente los bolcheviques ganaran la guerra civil y con el Imperio Austrohúngaro deshecho en mil pedazos, consiguieron vencer a la República Popular de Ucrania e incorporar el territorio ucraniano a la URSS (excepto el territorio ocupado por Polonia)
La mayoría de historiadores coincide en que las primeras políticas aplicadas por la URSS y el gobierno soviético ucraniano introdujeron varios avances sociales (política denominada “ucranización”). Además de respetar la cultura y la lengua propias de Ucrania, los derechos laborales y de las mujeres, y el acceso a vivienda, educación y sanidad, mejoraron notablemente.
Sin embargo, el territorio donde vivía Stepan Bandera y su familia no vivió este periodo porque seguía siendo parte de Polonia. De hecho, la Triple Entente, vencedora de la Gran Guerra, reconoció en 1923 la soberanía de Polonia sobre Galicia Oriental, habiendo recibido garantías de las autoridades polacas de que otorgarían autonomía a la región, introducirían el idioma ucraniano en los órganos administrativos y abrirían una universidad ucraniana.
Nada de esto se cumplió. De hecho, no solo hubo una absoluta represión a la población en la denominada política de “polonización”, sino que únicamente la población polaca podía acceder a cargos públicos y a ciertos derechos, lo que se tradujo en huelgas, boicots, ataques armados, etc.
En 1927, Bandera se graduó y trató de marcharse a Checoslovaquia a estudiar, pero el gobierno polaco le denegó el pasaporte, así que tuvo que quedarse, ingresando en la universidad de Lviv. Al año siguiente, ingresó en la Organización Militar Ucraniana (OVU), una milicia de resistencia a la ocupación polaca creada en 190 por veteranos de la Primera Guerra Mundial.
En 1929, Yevguén Mijáilovich Konovalets, miembro del OVU, funda junto a otros activistas nacionalistas la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN). Stepan Bandera, influenciado por su compañeros del Plast y por el propio Konovalets, y con los horrores de la guerra y de la represión polaca muy presentes, se unió también al OUN. Un paso que marcaría para siempre su destino.
Vladimira, la hermana de Stepan, escribió en sus memorias un episodio que refleja la determinación de Stepan Bandera en cuanto a sus ideas. En 1924, cuando él contaba con 15 años, se enteró del asesinato de una activista ucraniana, Olga Basarab, quien no soportó las continuas torturas de las autoridades polacas.
Sabiendo que eso le podría pasar también a él, se autoinflingió dolor intenso para aprender a aguantar una hipotética tortura, incluyendo clavarse agujas debajo de las uñas, golpearse con un cinturón, etc.
A partir de 1930, las tensiones entre las autoridades polacas y el OUN-OVU se intensificaron. Mientras los nacionalistas ucranianos desarrollaban una extensa red clandestina que atracaba y atacaba posiciones polacas y organizaba protestas y huelgas, el gobierno polaco llevó a cabo una política de “pacificación” con una inusitada represión.
Mientras ayudaba en este activismo clandestino, también militó en el nacionalismo legal. Estuvo en la Sociedad de Estudiantes Ucranianos del Politécnico de Lviv «Osnova» y en el círculo de estudiantes del pueblo.
En su época universitaria, Stepan Bandera terminó de constituir sus ideales nacionalistas bajo la influencia de las ideas más populares entre la juventud ucraniana occidental de esa época: se unió a numerosas organizaciones juveniles nacionalistas, la más grande de las cuales era el Grupo Estatal de Jóvenes de Ucrania (GUGM) y la Organización de Grados Superiores de Gimnasios Ucranianos (Ucraniano) Ruso (OSKUG). En 1926, estas dos organizaciones se fusionaron en la Unión de la Juventud Nacionalista Ucraniana (SUNM).
Es también en esta época cuando entra en contacto con ideologías fascistas y de extrema derecha en general. Los años 20 son en Europa una época de crecimiento y auge del fascismo y de corrientes ultraderechistas, principalmente en Italia, pero también en España, Alemania, Francia o Reino Unido.
Por su militancia y sus memorias, así por historiadores, se sabe que Bandera renegó de cualquier valor moderado, de izquierdas o progresista. Por el contrarió, se empapó de escritores como Nikolai Mikhnovsky o Dmitry Dontsov, y defendió que las armas y la violencia eran el único método para conseguir la “Gran Ucrania”. También se adhirió a ideas racistas y antisemitas. Todo ello defendido bajo el prisma del ultraconservadurismo religioso.
Ya bajo el OUN, ideólogos como Yevgeny Onatsky introdujeron a los jóvenes gallegos de la generación de Stepan Bandera en el concepto de «líder-partido-masas», les enseñaron a admirar a Benito Mussolini y a Adolf Hitler (en ese momento con una gran popularidad en Italia y en Alemania, respectivamente ) y a odiar el comunismo, el marxismo, los judíos y la democracia liberal.
Activismo en el OUN
En un principio, el antisemitismo estuvo alimentado por una relación entre la población judía y la polaca, pero pronto saltó a cuestiones raciales, relacionándolo también con el bolchevismo y, en general, con todo lo que amenazara el sentimiento nacionalista ucraniano.
Y es que, paralelamente, desde 1927, con la llegada de Iósif Stalin al poder, la URSS se volvió progresivamente un estado totalitario, con repercusión en la propia Ucrania. Las políticas de industrialización y de colectivización forzada de la agricultura, si bien convirtieron al gigante ruso en una superpotencia industrial, se tradujeron en hambrunas y en represión.
Entre 1932 y 1933, se produjo una gran hambruna en Ucrania. Según los archivos desclasificados de la URSS, habrían fallecido 1,5 millones de personas, aunque otros investigadores elevan la cifra a 12 millones. Este episodio es conocido como Holodomor.
Si bien existe todavía el debate de si fue una hambruna consecuencia de las políticas económicas de la URSS o si fue un acto intencionado de Stalin para reprimir el independentismo ucraniano, lo cierto es que es un evento que influyó notablemente en el pensamiento de Stepan Bandera y en el desarrollo del pensamiento nacionalista. Y marcó decididamente las relaciones entre Ucrania y Rusia hasta prácticamente el día de hoy.
De hecho, desde el OUN apoyaron a las familias afectadas y protestaron con dureza mediante su participación en la Red de Nacionalistas Ucranianos.
La radicalidad y la determinación de Bandera le llevó a escalar rápidamente dentro del OUN. En un primer momento realizaba tareas de propaganda y de difusión de literatura, pero pronto destacó en habilidades organizativas y en acciones directas.
A partir de 1931, comenzó a viajar para fortalecer las redes del OUN, recibiendo ayuda de las potencias occidentales. En 1932, el OUN y la OVU se fusionaron, convirtiéndose esta última en un departamento de la primera.
Para 1933, como director regional de la organización, poco a poco enfocó la organización en atentados terroristas que no incluían ya únicamente a las autoridades polacas, sino también a soviéticas y personalidades de izquierdas. Se dice que Stepan Bandera seleccionaba a víctimas y a verdugos de su propia mano. Según él mismo en sus memorias, eso era necesario para “demostrar la unidad” del frente de liberación ucraniano.
En este sentido, ordenó hacer explotar una bomba en una editorial de un periódico de izquierdas fundado por un miembro del OUN.
El 3 de junio de 1933, en Berlín, en una conferencia de la Red de Nacionalistas Ucranianos con la participación de miembros de la OUN, se decidió organizar un intento de asesinato del cónsul soviético en Lvov, que fracasó. Sin embargo, las acciones que más rédito le dieron y que más contribuyeron a la popularidad de la organización fue su enfoque en su boicot a las leyes polacas y a la ocupación. Organizó protestas incluso en los colegios, boicots a empresas y productos polacos y otras tantas acciones muy llamativas.
En 1934, lideró parte del asesinato del Ministro del Interior de Polonia, a pesar de las órdenes en contra del jefe del OUN. Finalmente el atentado se produjo y el ministro fue asesinado por un estudiante a las órdenes de la red clandestina. Durante el período de junio a noviembre, más de 800 personas fueron detenidas en relación con el asesinato, entre las que se encontraban muchos miembros de la OUN.
Mientras las relaciones entre la Alemania Nazi (Adolf Hitler había alcanzado el poder absoluto en 1933) y el OUN se enfriaban por este asesinato (ya que había firmado con Polonia un Pacto de No Agresión), y la propia OUN llevaba a cabo una purga interna por el suceso, la popularidad de Stepan Bandera creció inmensamente.
En 1935 fue juzgado junto a once miembros del OUN por este asesinato, un juicio que fue polémico y multitudinario, muy cubierto por la prensa de la época, y que duró dos meses. La actitud desafiante e intransigente de Stepan Bandera fue utilizada por los medios de comunicación como un elemento sensacionalista.
El resultado del juicio, no obstante, resultó en la encarcelación de varios dirigentes del OUN y la eliminación, en consecuencia, de muchas de sus células. En 1936, Stepan Bandera fue condenado a la pena capital, teniendo 27 años. La organización detuvo casi toda su actividad, centrándose en reconstruirse.
El proceso provocó una gran protesta pública y las autoridades, sin atreverse a ejecutar sentencias de muerte, iniciaron negociaciones con los partidos políticos ucranianos legales sobre la “normalización” de las relaciones entre Ucrania y Polonia. Así, finalmente se aprobó una amnistía, sustituyendo la pena de muerte por cadena perpetua.
En 1938, un agente del NKVD, la policía secreta de la URSS en aquel momento, asesinó a Yevguén Konovalets y el OUN se separó. La facción más radical, compuesta por jóvenes y liderada por Stepan Bandera, constituyó el OUN-b, mientras que la OUN-m, más moderada, quedó bajo el liderazgo de Andryi Melnik.
La Segunda Guerra Mundial
La Alemania de Hitler volvió a tener simpatías por la OUN, ayudando a la liberación de varios de sus miembros apresados por el gobierno húngaro. Stepan Bandera aprobó inicialmente una alianza con el nazismo, si bien consideró que a la larga no estarían de acuerdo en una independencia total de Ucrania.
En 1939, el pacto de Ribentropp-Molotov, donde la URSS y el Tercer Reich se repartieron Polonia, precipitó las fricciones en el seno de las dos ramas del OUN y la política a seguir por parte de la organización. La invasión de Polonia no solo trastocó los objetivos de la red clandestina, ya que el territorio ucraniano polaco pasó a ser de dominio de la Unión Soviética bajo la RSS de Ucrania, sino que dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial, cambiando todo el panorama político de la época.
Bandera y sus seguidores creían que la OUN en sus actividades debería partir de la situación interna de la URSS y, sobre todo, de la propia Ucrania, y no estaba obligada a coordinar sus planes con nadie, sino que, por el contrario, debería estar lista para el comienzo de una guerra partidista de masas, independientemente de la situación de la política exterior.
Melnik, líder de la OUN-m, por su lado, se opuso a esto: creía en una alianza permanente con Hitler y no estaba a favor de crear un brazo armado para enfrentarse militarmente a la URSS. En esa empresa, estableció una oficina militar con ucranianos y alemanes.
Por otro lado, Bandera estableció objetivos clave destinados a crear un levantamiento armado que demostrase las ansias de independencia de Ucrania y que obligase a Alemania a confrontar a la URSS, rompiendo su pacto de no agresión.
Poco a poco, estas diferencias llevaron a un enfrentamiento y fricción constante entre ambos grupos. En 1940, se reunieron en Italia Bandera y Melnik para intentar arreglar sus diferencias, pero no hubo éxito. Además, el entorno del OUN-b comenzó a creer que Melnik era un colaboracionista.
Meses después, unos 27 directores de la ejecutiva del OUN declararon líder a Stepan Bandera que, tras crear su propio órgano ejecutivo y sus cuadros, trató de proscribir a Melnik y a su entorno, declarándolos incapaces de “liderar la lucha nacional” y prohibiéndoles realizar cualquier acción política. Asimismo, Melnik hizo lo propio con Bandera, acusándolo además de estar al mando de un plan premeditado para escindir la organización y ponerla bajo su mando por interés particular.
Mientras poco a poco ambas ramas se independizaban de manera definitiva para 1941, se dieron múltiples conflictos: robos de sedes y de material, atentados, acusaciones mutuas, juicios paralelos, etc., resultando en centenares de víctimas mortales.
Paralelamente, la OUN-b, bajo el liderazgo de Stepan Bandera, creaba grupos y tropas armadas para organizar un levantamiento armado en la RSS de Ucrania. Un levantamiento que fue posponiendo sucesivamente ante los choques con la policía secreta y las autoridades soviéticas.
Del 15 al 19 de enero de 1941, tuvo lugar en Lvov el “Juicio Cincuenta y Nueve”, donde se juzgó a múltiples miembros del OUN-b acusados de preparar el levantamiento armado. La mayoría de los acusados fueron condenados a la pena capital, pero algunos lograron escapar. Entre ellos estarían los futuros fundadores del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), la rama militar del OUN.
Stepan Bandera y el nazismo
Sea como fuere, la Alemania Nazi y la OUN comenzaron a colaborar. Se sabe que Stepan Bandera y el OUN recibieron entrenamiento militar en el territorio polaco controlado por Hitler.
Recibieron conocimientos básicos sobre inteligencia y contrainteligencia, estrategia geopolítica, actividades clandestinas, agitación y propaganda, así como información básica sobre el sistema de administración estatal de la URSS, la estructura de las agencias de seguridad soviéticas y el funcionamiento de sus fuerzas armadas.
También recibieron un fuerte adoctrinamiento ideológico, especialmente en ultranacionalismo, anticomunismo y antisemitismo.
Además, la colaboración con la Abwher, el servicio de inteligencia nazi, se fue fortaleciendo progresivamente. Así, a cambio de información sobre la RSS de Ucrania, los miembros de la OUN recibían todo tipo de entrenamiento paramilitar, preparándose para la futura ocupación de Hitler del territorio ucraniano, en manos de la URSS.
Para verano de 1941, la OUN-b tenía activas 3.300 células con un número total de hasta 20.000 personas, tal y como Bandera redacta en sus memorias. Asimismo, el gobierno alemán organizó varias columnas militares donde miembros de la OUN-b estaban integrados, creando unidades conjuntas. Esta situación se prolongaría hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
La Abwher también colaboró con la OUN-m con el objetivo de intensificar la labor de agitación y de propaganda en Ucrania.
También ese año, en el II Congreso de la OUN-b, Stepan Bandera introdujo en las tesis de la organización todo tipo de elementos del nazismo, como el antisemitismo, bajo la excusa de que apoyaban a los bolcheviques. “Los judíos en la URSS son el apoyo más devoto del régimen bolchevique gobernante y la vanguardia del imperialismo de Moscú en Ucrania”, dijo.
Respecto a la Alemania Nazi, además, se estableció que las tropas alemanas deberían ser consideradas como las tropas de los aliados, y que parte del activo organizativo de la OUN debería incorporarse a las tropas alemanas.
A nivel ideológico, la OUN declaró que el nacionalismo ucraniano que pregonaban debería ser homogéneo, y rechazaron abiertamente el capitalismo y el comunismo, pero no el fascismo.
Es decir, en los últimos años previos a la invasión de los nazis a la URSS, se estableció un colaboracionismo entre la OUN y las autoridades alemanas, y se terminó de configurar la organización clandestina como un grupo de extrema derecha favorable al nazismo y al fascismo. Un recorrido ideológico que puede rescatarse prácticamente desde el inicio del activismo de Stepan Bandera y la evolución del movimiento nacionalista ucraniano hasta ese momento. Estas ideas serían muy importantes para entender el comportamiento de la organización durante el resto del conflicto mundial.
La guerra contra la URSS
En junio de 1941, se inició la Operación Barbarroja, mediante la cual, la Alemania Nazi rompía su pacto de no agresión con la URSS e iniciaba la invasión de territorio ruso con vistas a la conquista de Moscú y la derrota del bolchevismo.
Tanto la OUN-b de Stepan Bandera como la OUN-m de Andriy Melnik se coordinaron con las tropas alemanas para coordinar un levantamiento armado contra las tropas soviéticas, instando a la población a no ayudar al Ejército Rojo y organizando células de autogobierno en el territorio conquistado por los nazis.
A medida que avanzaba el ejército alemán, los grupos de Bandera y de Melnik fueron haciéndose cargo del terreno conquistando, a menudo enfrentándose entre sí por el control con vistas a hacer efectivos sus propios objetivos políticos una vez acabada la guerra.
Ucrania fue ocupada rápidamente por el ejército alemán, así que Stepan Bandera se dispuso a organizar los resortes necesarios para crear un Estado independiente en Ucrania, esperando aque el Tercer Reich le permitiera hacerlo al estilo de Croacia con Ante Pavelic y los Ustacha.
En un primer momento, con alguna excepción, las autoridades alemanas no se opusieron a la creación de sucesivas unidades administrativas y de gobierno conformadas por ucranianos en las ciudades y regiones ocupadas. Pero, finalmente, el gobierno alemán se negó a que Ucrania fuera un país independiente, poniendo bajo arresto tanto a Bandera como a Melnik y al resto del gobierno ucraniano, que fueron inicialmente encerrados en prisión.
Durante los primeros momentos de la ocupación, miembros del OUN participaron junto a las tropas nazis en progromos contra la población judía y llevaron a cabo conjuntamente actos de represión. Solo en la ciudad de Lviv murieron cerca de 4.000 personas.
Las milicias y cuerpos policiales organizados por el OUN para la organización del nuevo estado ucraniano llevaron a cabo actos antisemitas y racistas bajo la idea de “revolución nacional ucraniana” de Stepan Bandera, si bien es cierto que no hay pruebas documentales de que él diera la orden. Sin embargo, lo peor estaría todavía por llegar.
La negativa de los nazis a permitir un Estado ucraniano independiente se tradujo en enfrentamiento, represión y crímenes entre las tropas alemanas y las milicias que habían apoyado inicialmente la invasión nazi. El ejército alemán trató de desmantelar la organización administrativa que iba a permitir la creación de la Ucrania independiente.
A principios de 1942 (si bien la fecha no está del todo clara), viendo que no conseguían doblegar la voluntad de Bandera, le metieron a él y al Gobierno ucraniano en un campo de concentración. También retuvieron allí a su familia. No obstante, la mayoría de historiadores coinciden en que estuvo viviendo en condiciones relativamente cómodas.
Melnik también sería internado en el mismo campo de concentración en 1944.
El Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)
El encarcelamiento de Stepan Bandera está lleno de incógnitas y datos cruzados. Hay historiadores que defienden la idea de que el líder estuvo en contacto con el OUN y que tuvo relación con la creación del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), la rama militar de la organización.
Otros defienden todo lo contrario, que Stepan Bandera fue aislado de la mayoría de las decisiones del OUN al estar encarcelado, y que incluso no aprobaba la creación del UPA (al menos inicialmente)
Se cree que el líder nacionalista ucraniano pudo ser apartado por su propia seguridad, para que los nazis no tuvieran excusas para hacerle daño. De hecho, las tropas alemanas distribuyeron una gran cantidad de propaganda en su contra acusándole de ser un agente encubierto de la URSS. Curiosamente, la URSS hacia lo propio pero al revés: tachaban a Bandera de colaboracionista nazi.
Sea como fuere, a partir de octubre de ese mismo año se creó el Ejército Insurgente Ucraniano con el objetivo de librarse de la ocupación nazi y soviética y lograr la independencia total de Ucrania. Y, a pesar de la posibilidad de que Stepan Bandera no estuviera implicado directamente en su creación, utilizaron su imagen, indiscutiblemente ligada al nacionalismo ucraniano. Los alemanes incluso lo llamaban “el movimiento de Stepan Bandera”.
El nombre de UPA ya había usado anteriormente por milicias que se habían enfrentado a las tropas soviéticas a finales de 1941, así que se rescató por el que fue su líder, que además fue capaz de llegar a acuerdos tanto con el OUN-m como con disidentes de Stepan Bandera dentro del propio OUN-b.
Hay que tener en cuenta que la UPA no se crea de la noche a la mañana, sino que su desarrollo fue progresivo, a partir de unos grupos armados dispersos creados años anteriores y después mediante la unificación de otras milicias que se habían desarrollado en regiones diferentes. Por este motivo, es difícil determinar su fecha exacta de creación y sus liderazgos iniciales.
Sus primeras victorias contra la ocupación nazi se dieron en 1943, cuando consiguieron el control de la región de Volinia, al oeste de Ucrania, y llevaron a cabo combates iniciales en Leópolis, Ternópoli y Stanislav, tanto contra la Wehrmarcht alemana como contra el Ejército Nacional de Polonia, que buscaba recuperar sus antiguos territorios.
En 1943, en un Congreso del OUN, se estableció que la prioridad era detener al Ejército Rojo, las fuerzas armadas de la URSS. Esto se debió, aparentemente, a que se comenzaba a ver que el gigante ruso podría ganar la guerra, lo que conduciría a Ucrania a un nuevo enfrentamiento contra las tropas soviéticas.
Ese mismo año, Bandera impulsó la creación del Bloque Antibolchevique de los Pueblos (ABN), que buscaba coordinar a toda organización anticomunista y antisoviética a nivel mundial, especialmente emigrados de la URSS y disidentes políticos, en un intento de ampliar el espectro ideológico y de acción de la OUN. El ABN llegó a agrupar a una gran cantidad de grupos y ramas que buscaban la destrucción de la URSS en Europa del Este, además de contar con abundante financiación de potencias occidentales hasta su disolución en 1996.
Entre 1943 y 1944, de nuevo la UPA y el ejército alemán llegaron a colaboraciones puntuales para hacer frente a enemigos comunes. Esta colaboración iría en aumento a medida que la URSS fuera ganando terreno al Tercer Reich en suelo ucraniano. De hecho, no era raro encontrar alemanes en las filas del Ejército Insurgente Ucraniano, de la misma forma que existían núcleos organizativos del OUN donde alemanes y ucranianos compartían espacios.
Además, en las regiones bajo control del UPA, se llevaron a cabo actos de “limpieza étnica”. Los archivos policiales supervivientes confirman que, bajo el liderazgo de los dos futuros comandantes de este ejército, sus subordinados participaron en la destrucción de la población civil, los judíos y los prisioneros de guerra soviéticos.
Las limpiezas étnicas resultaron en el asesinato de entre 35.000 y 75.000 civiles polacos y hasta 400.000 personas desplazadas. En Volinia, los enfrentamientos entre el UPA y el Ejército Nacional polaco resultaron en la muerte de 20.000 civiles ucranianos y entre 35.000 y 60.000 polacos. Entre 20.000 y 40.000 murieron en Galicia, y entre 6.000 y 8.000 polacos en las tierras de la Polonia moderna.
En 1944, el UPA llegó a su máxima extensión y a su máximo grado de sofisticación, si bien sus efectivos no están claros. Los historiadores establecen cifras de entre 40.000 y 300.000 miembros, que bailan bastante según la fuente. Se llegó a dotar de múltiples ramas, rangos y departamentos, incluyendo una policía secreta para realizar purgas internas.
No se han encontrado documentos ni pruebas acerca de si Stepan Bandera ordenó o no estas limpiezas étnicas y otros horribles crímenes del UPA, pero esta actuación estaba claramente inspirada en sus ideas e incluidas en las tesis del OUN en el Congreso mencionado anteriormente.
La liberación de Stepan Bandera
Si en 1943 la victoria de la Alemania Nazi era dudosa, para 1944 era claro que su derrota estaba próxima. Así, hacia el inicio de la primavera de ese año comenzaron las negociaciones para establecer una alianza entre la OUN-UPA y la Wehrmacht para enfrentarse a las tropas soviéticas.
El acuerdo era sencillo: la liberación de Stepan Bandera y los líderes del OUN a cambio de que la UPA no atacara a las tropas alemanas y se centrara en frenar el avance soviético. Tras varias vacilaciones, en septiembre el acuerdo se ejecutó y Bandera fue liberado el 5 de octubre junto a varios prisioneros nacionalistas ucranianos.
Si bien la organización y coordinación en el plano militar tuvo cierto éxito, no fue tan así con la cuestión política. Alemania quería crear una especie de estado títere bajo la dirección del Comité Nacional de Ucrania, que agruparía todas las organizaciones que luchaban del lado alemán. Pero Stepan Bandera se negó en rotundo, argumentando que quería la independencia total del país. Melnik, líder del OUN-m, también rechazó la propuesta.
Sin embargo, varios historiadores coinciden en que esta colaboración sí que existió en la práctica. De hecho, al parecer, el UPA recibió una cuantiosa financiación desde Berlín, y comandos alemanes y ucranianos se entrenaron conjuntamente durante meses, además de participar en acciones militares.
La colaboración entre el nazismo y la OUN-UPA llego a tal punto que Stepan Bandera organizó destacamentos de nacionalistas ucranianos para la defensa de Berlín de las tropas soviéticas. Estas tropas fueron integradas en las llamadas Tropas del Pueblo, milicias alemanas conformadas un poco a la desesperada a finales de 1944 para intentar parar el avance del Ejército Rojo, y coordinadas en el Comité Nacional de Ucrania. Sí, el mismo órgano que había rechazado meses antes.
La Batalla de Berlín dio comienzo el 16 de abril y finalizó el 2 de mayo de 1945. Adolf Hitler se suicidó en su búnker y las tropas soviéticas se hicieron con el control de la ciudad y la Alemania oriental, mientras que las tropas estadounidenses, inglesas y francesas hacían lo propio desde el lado occidental. La Segunda Guerra Mundial llegaría a su fin poco después, con la rendición de Japón.
Stepan Bandera y otros miembros del OUN fueron huyendo de ciudad en ciudad hasta acabar en la parte de Alemania ocupada por Estados Unidos, al oeste.
Y es que, ya a finales de 1944, había quien pensaba dentro del OUN que, viendo que el Tercer Reich desaparecería, las potencias occidentales serían mejores aliados para confrontar a la URSS.
Finalmente, como resultado de la derrota alemana, Ucrania fue de nuevo incorporada la URSS como la RSS de Ucrania, tal y como lo había sido antes de la Segunda Guerra Mundial, y tanto la OUN como la UPA tuvieron que subsistir en completa clandestinidad, iniciándose un declive progresivo.
El exilio y asesinato
Después de librarse de ser juzgado en los Juicios de Núremberg por varios documentos donde se demostraba supuestamente su hostilidad y sus planes contra la Alemania Nazi, Stepan Bandera vivió varios años oculto, de forma precaria y con un delicado estado de salud.
Mientras la OUN se dirimía en luchas intestinas, Stepan Bandera empezó a colaborar con los servicios secretos de Estados Unidos y de Reino Unido para facilitar labores de espionaje, de inteligencia y de información contra la URSS.
Gracias a esto y a las fuerzas de seguridad del propio OUN, se lograron frustrar varios intentos de asesinato por parte de los servicios de inteligencia soviéticos (en 1947, en 1952 y 1953, así como varias detenciones preventivas).
A partir de 1950, se instaló en Munich, llevando una vida algo más pública. Las relaciones de la OUN y de Bandera no se limitaban únicamente al colaboracionismo pro-occidental, sino que también incluía a personas, gobiernos y organizaciones de extrema derecha.
Por ejemplo, se sabe que el dictador español Francisco Franco intentó que trabajara para él.
Sin embargo, a partir de 1953 se empezó a quedar cada vez más solo, tanto dentro de su propia organización (que tuvo una escisión en 1954, la OUN-z, que se oponía a Stepan Bandera). De hecho, la CIA desde un inicio no trataba directamente con él, sino con colaboradores suyos.
Aunque comenzó a colaborar con los servicios secretos de República Federal Alemania (RDA, la parte de Alemania controlada por EEUU, UK y Francia) debido a su popularidad, su difícil personalidad y su afán por querer controlarlo todo resintió sus relaciones con sus anteriores aliados.
El problema es que agentes de la KGB, los servicios secretos soviéticos, se habían infiltrado en el departamento homólogo alemán, gracias a lo cual pudieron localizar a Stepan Bandera. Éste fue asesinado a la puerta de su casa por un disparo de cianuro el 15 de octubre de 1959.
Bogdán Stashynsky, el agente responsable de su asesinato, terminó confesándolo todo a las autoridades policiales alemanas, lo que terminó por confirmar que el gobierno soviético estaba detrás.
En 2005, el jefe de la KGB de aquella época confirmó que, efectivamente, el asesinato fue realizado por orden directa de los servicios secretos.
A su funeral acudieron unas 1.500 personas.
El UPA fue prácticamente extinguido en los años 60 y la OUN tuvo una actividad prácticamente inexistente a lo largo de los siguientes años. Andriy Melnik también escapó. Vivió en la RFA, en Canadá y, finalmente, en Luxemburgo. Después de tratar de crear alianzas con población ucraniana en el exilio, falleció por causas naturales en 1964.
La figura de Stepan Bandera
La controversia respecto a Stepan Bandera y su legado es más que evidente. Por un lado, no solo hay pruebas irrefutables de que sostenía ideas fascistas, antisemitas, supremacistas y totalitarias, sino que la organización que lideró provocó graves crímenes bajo el colaboracionismo y el auspicio del nazismo de los años 40.
Sin embargo, sectores de la población ven en su figura la determinación y la lucha del pueblo ucraniano por lograr su independencia, enfatizando el hecho de que se enfrentó tanto a los nazis como a los comunistas, que las «limpiezas étnicas» se debieron más a cuestiones políticas que raciales o culturales (y que él no dio jamás esas órdenes) y que hasta el final se sacrificó por su país.
Por supuesto, el baile de cifras y de hechos en disputa enfrenta a historiadores, como suele suceder en estos casos.
Lo que es cierto es que el nacionalismo ucraniano a quedado ligado históricamente a su figura, y que el modelo de país que defiende actualmente el sector más pro-occidental, tiene sus antecedentes también en Stepan Bandera. De hecho, la colaboración entre el OUN y bandera con las potencias occidentales en su claro antecedente de lo que se ha vivido posteriormente en eventos como el mal llamado Euromaidán en 2014, y donde la extrema derecha más ultranacionalista consiguió uno de sus mayores apoyos en países occidentales.
Por supuesto, la extrema derecha ucraniana moderna admira absolutamente a Bandera. Con la independencia de Ucrania en 1991 tras la desintegración de la URSS, ese mismo año se fundaron diversos partidos políticos que decían recuperar el legado del OUN. El Congreso de Nacionalistas Ucranianos (KUN) fue uno de ellos, utilizando incluso el mismo logotipo y considerado una continuación del OUN-b. Este partido se terminó integrando en Nuestra Ucrania, la coalición de Víktor Yuschenko, que siempre fue defendido por los medios occidentales como un moderado.
De hecho, todas aquellas candidaturas políticas que defendían una vertiente nacionalista ucraniana, un estado centralista y un acercamiento a la Unión Europea y a la OTAN han estado apoyadas por la extrema derecha y por organizaciones que reivindican el legado de Stepan Bandera.
Uno de esos partidos es Svoboda (antes de 2004 llamado Partido Social-Nacional de Ucrania), cuya rama paramilitar fue hasta 2007 la asociación Patriotas de Ucrania. Ambos empleaban el wolfangel, un símbolo nazi. Más tarde, gente llegada de este entorno junto a voluntarios de organizaciones como Sector Derecho (grupo creado en 2014 y que utiliza la bandera del UPA), constituyó en 2014 el famoso Batallón Azov, la milicia neonazi utilizada como fuerza de choque en la guerra del Donbass, integrada en la Guardia Nacional e institucionalizada a nivel político.
Pero no solo la extrema derecha es afín a Stepan Bandera. Además de ser declarado Héroe Nacional en 2010 por el gobierno de Yuschenko, en 2009, con motivo del 50 aniversario de su asesinato, el gobierno emitió sellos con su cara.
Además de por supuesto construir numerosos monumentos y homenajes, en 2019, el gobierno de Petro Poroshenko, aprobó que los excombatientes del OUN serían reconocidos como veteranos de guerra, lo que les daría acceso a numerosos servicios públicos.
Aunque es cierto que algunos eventos del pasado parece que han encontrado una reconciliación, como por ejemplo el conflicto entre la población polaca y ucraniana, Stepan Bandera se erige como la nota de la discordia, el punto de inflexión y una de las formas más claras de entender hasta qué punto Ucrania ha vivido polarizada en cuanto a lo que significa ser un país independiente y en cuanto a las injerencias externas de dos esferas políticas diferencias que explican, en buena medida, el choque de trenes de estos últimos años.
Enlaces, fuentes y bibliografía:
– Foto de portada: Estatua de Stepan Bandera. Autor: Mykola Vasylechko, 01/01/2017. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.
El sociólogo y escritor italiano Massimo Introvigne , antiguo representante personal de la OSCE (la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) como responsable de combatir el racismo, la xenofobia y la discriminación e intolerancia, a analizado la controversia del fascismo ucraniano : Nazism in Ukraine – Separating Facts from Fiction. 1. Ukrainian Nationalism and Antisemitism https://bitterwinter.org/nazism-in-ukraine-1-nationalism-and-antisemitism/