Homofobia en el Congreso: Vox habla de “un alarmante aumento de casos de homosexualidad y transexualidad” por «adoctrinamiento»
Ayer fue un día histórico para los derechos sociales en España, ya que durante la mañana del jueves día 16 de febrero de 2022 se debatiría (para su posterior aprobación) la “Ley Trans”, norma pionera en el ámbito europeo que regularizará la autodeterminación de género, una demanda central para gran parte del movimiento LGTBI+.
El foco mediático se centraba en el Congreso de los Diputados tras toda la polémica que viene rodeando a la ley desde su anuncio y durante todo su desarrollo legislativo: diferencias internas dentro del Gobierno de coalición; críticas desde la oposición y sectores crítico; y como no podía ser de otra forma, una campaña de odio orquestada desde sectores reaccionarios contra las personas trans y la diversidad.
Durante el debate parlamentario, una de las diputadas de Vox, María de la Cabeza Ruíz Solás, pronunció unas palabras que han desatado la polémica en todo el país: “Creer con datos que el alarmante aumento de casos de homosexualidad y transexualidad que se está produciendo en los últimos años está directamente relacionado con el adoctrinamiento al que ustedes están sometiendo a los menores, y que por sugestión e imitación se les está dirigiendo a ser lo que a lo mejor ni son ni quieren ser, y de lo que a lo mejor se van a arrepentir el resto de su vida, a no es odiar”, relataba desde la tribuna.
Estos comentarios desataron inmediatamente un aluvión de críticas contra la diputada y el partido ultraderechista en redes sociales, denunciando su LGTBIfobia y contrarrestando su discurso de odio. En sede parlamentaria la propia ministra de Igualdad, Irene Montero, respondería directamente a Vox y a Ruíz Solás:
Ruíz Solás matizaría con posterioridad sus palabras, afirmando que lo que realmente quería decir es que es “alarmante que muchos casos de homosexualidad deriven en transexualidad por el adoctrinamiento a los menores por culpa de estas leyes homófobas”, intentando sin mucho acierto
La polémica continuaría durante todo el día, recibiendo las palabras de odio de la diputada más y más respuestas de referentes políticos del movimiento LGTBI+, como, por ejemplo, Eduardo Rubiño, presidente del grupo parlamentario de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, quién en sede autonómica también se pronunciaría públicamente:
Homosexualidad, transexualidad y el odio de Vox
Las declaraciones de la diputada de Vox no fueron un desliz ni mucho menos un caso aislado, ya que en diferentes ocasiones ha realizado comentarios en la misma línea contra el movimiento LGTBI+. Por ejemplo, el año pasado afirmaría que “(…) lo que quieren es que se fomente y se incentive la homosexualidad, que se den privilegios, que se haga apología de otro modelo de convivencia, para que se acabe el modelo de familia natural”.
Otros miembros vinculados al partido han hecho declaraciones iguales o peores, como, por ejemplo, Fernando Paz, quien se pronunciaba a favor de las terapías de convención: “Si tuviera un hijo gay lo que haría es ayudarle, hay terapias para reconducir su psicología”. Otras personas, como Alícia Rubio, ha llegado a comparar la bandera del arco iris con la bandera nazi, agitando absurdas teorías de la conspiración, afirmando que el objetivo de “promover la homosexualidad” es conseguir reducir la población mundial.
Rocío Monasterio, uno de los rostros más reconocibles del partido, basa el grueso de su argumentario en oponerse al movimiento y a la “ideología de género”, exigiendo el final de los actos del orgullo e investigar a las personas que ofrecen cursos de educación sexual y de identidad en los colegios de la Comunidad de Madrid.
En sus programas electorales prometen llevar a cabo reformas o políticas radicalmente contrarias a los intereses y derechos del movimiento como buena parte de la extrema derecha internacional, como exigir que el matrimonio entre personas del mismo sexo sea obligatoriamente considerado “unión civil”, promover lo que consideran como “familia natural”, suprimir subvenciones a organizaciones LGTBI+, derogar leyes autonómicas que regulan derechos del colectivo, impedir pronunciamientos o declaraciones institucionales en favor del colectivo o sus miembros, prohibir cursos, charlas o itinerarios sobre libertad sexual e identidad de sexo y género en instituciones educativas, etc. Una práctica que como se puede ver, es común en Vox.
En muchos casos estas peticiones son tan importantes para Vox que son la base para formar gobierno.