Breve biografía de Ramón Tamames: transfuguismo, cleptocracia y narcisismo
Ramón Tamames nació el día de todos los santos de 1933, dos días después del discurso de fundación de la Falange por Primo de Rivera en el Teatro de la Comedia, diez días después del abandono de la Sociedad de Naciones por la Alemania de Hitler y el mismo mes que las mujeres votaron por primera vez en las segundas elecciones de la II República española.
Hijo de médico se licenció en Derecho y Economía por la Complutense cuando aún se llamaba Universidad de Madrid además de en el Instituto de Estudios Políticos y la London School of Economics. También se licenció de Sargento-Alférez del batallón Independiente Llenera 1, Inca. En su etapa estudiantil comenzó a militar en el PCE tras los sucesos del 1956 en los que fue detenido junto a Miguel Sánchez Mazas, Dionisio Ridruejo, Enrique Múgica, Javier Pradera, José María Ruiz Gallardón, José Luis Abellán, Fernando Sánchez-Dragó y Gabriel Elorriaga. Mientras trabajaba como Técnico Comercial del estado franquista (1957) y publicaba sus primeros trabajos (Estructura Económica de España, 1960, Los monopolios en España, 1967, La República y La era de Franco, 1973).
Ascenso y crisis de Tamames en el PCE
Tras morir Franco, accedió al comité ejecutivo del PCE en 1976 como hombre moderado de Carrillo en el contexto de la revisión ideológica para ser legalizado, elegido diputado por Madrid en 1977 y dos años después concejal en el ayuntamiento de la capital. En el Congreso ejerció como portavoz de los comunistas. En los diarios de sesiones figuran intervenciones con su firma respecto a numerosos aspectos técnicos referidos a sindicación, economía y administración pública. Aparece en fotos tan relevantes e históricas como la rueda de prensa de Santiago Carrillo de diciembre de 1976 en el que declaró que se encontraba clandestinamente en España.
En 1977 Carrillo anunció en la Universidad de Yale que el PCE renunciaría al Marxismo-Leninismo, lo que produjo una oleada de escisiones, pérdida de 30.000 militantes y una brecha interna entre los “leninistas” y los oficialistas que estallaría en el IX Congreso del PCE de 1978 en un empate catastrófico en el que la leninista Dolores Ibárruri quedó elegida Presidenta del Partido frente al reelegido Secretario General Santiago Carrillo. En el X Congreso de 1981, además de los leninistas, Carrillo hubo de enfrentarse a los “renovadores” de Julio Anguita. En esta pugna varios concejales de Madrid (Eduardo Mangada, Cristina Almeida, Isabel Vilallonga, José Luis Martín Palacín y Luis Larroque) fueron expulsados del partido tras apoyar la unificación de la federación euskera con el abertzale EIA.
Tamames, de la línea más cercana a Carrillo, abandonó el partido en Mayo después de amenazar con proponer la jubilación de los dirigentes a partir de los 65 años (que entonces sumaba Carrillo) en aquel X Congreso del PCE, afirmó “No están los tiempos para centralismos burocráticos ni para hegemonías dogmáticas” y “Me parece inconsecuente reducir los propósitos del congreso del PCE a una renovación dentro de la continuidad. El cambio en la continuidad como lema no me convence nada. El partido debe salir renovado”, acercándose a los renovadores también en una tribuna de El País. El partido le obligó a abandonar el acta tras su marcha, siendo primer teniente de alcalde del gobierno de Tierno-Galbán.
23F: “Tamames sabía algo”
Carrillo ubica en la intentona golpista del 23F el punto de inflexión de Tamames en su paso de la izquierda a la derecha. En una entrevista en Producciones con Mano Izquierda de 2011 con Pablo Iglesias, poco antes de fallecer, el líder del PCE señaló al respecto del golpe que siempre tuvo la convicción de que “Tamames sabía algo”, pues dice Carrillo que “hizo dos veces declaraciones a favor de un gobierno presidido por un militar, y las dos veces yo tuve que hacer declaraciones públicas desautorizándole. Y toda la evolución posterior hacia la derecha de Tamames, me hace pensar que él sabía algo”.
Esta acusación no es menor, puesto que el propio Tamames fue uno de los miembros del PCE que el general golpista Armada eligió para un gobierno de concentración. El economista negó cualquier clase de implicación en una entrevista de 2021 en El Español.
De la paternidad de Izquierda Unida a la derecha: las primeras mociones de censura de Tamames.
Tras su salida del PCE Tamames lideró e impulsó la Federación Progresista junto a Santos Miguel Ruesga Benito. El primer frente estatal nítidamente ecosocialista con características socioliberales inicialmente nació como proyecto contra la integración española en la OTAN. Esta plataforma fundó en una reunión en el despacho de su excompañera Cristina Almeida la coalición Izquierda Unida junto al PCE de Gerardo Iglesias, el PCPE, el PASOC, Izquierda Republicana y el Partido Carlista. Sin embargo esta plataforma fue disuelta y abandonó la actividad y la coalición cuando Tamames fue absorbido por la CDS del expresidente Suárez tras haber sido elegido diputado y concejal.
En este giro oportunista, Tamames colaboró en 1989 con la derecha por primera vez en una moción de censura contra el socialista Juan Barranco dejando colgados a sus antiguos compañeros de Izquierda Unida para aupar a Agustín Rodríguez Sahagún junto a la CDS en la que se integró. Esta moción de censura en Madrid fue una doble ofensiva política por parte de la derecha como artimaña para ganar tanto Ayuntamiento (Rodríguez Sahagún vs Barranco) como Asamblea de Madrid (Ruiz-Gallardón vs Leguina). En esta época presenció en el Congreso la Moción de Censura de Hernández Mancha contra Felipe González, como también en 1980 la de este contra Adolfo Suárez.
El diputado Calero (Alianza Popular) mencionó en la de 1987 al economista: “Lo mismo podemos decir de la política ambiental en la que ustedes no han tenido capacidad para acometer proyectos a largo plazo, y ni siquiera están dispuestos -por mucho que se lo pida la izquierda por medio del señor Tamames, por mucho que se lo pidamos nosotros a través del señor Sisó- a cumplir su promesa -no la nuestra- electoral, de traer una ley general del medio ambiente”.
De la política al pelotazo: Casa Arizón y el mesón del segoviano.
En 1987 otra moción de censura de la derecha en Sanlúcar de Barrameda liquidó el gobierno comunista de José Luis Medina Lapieza que luchaba por transformar la histórica casa de Cargadores de Indias del siglo XVII, Casa Arizón, en un museo abierto al público. El trámite de censura fue impulsado por el concejal de la CDS José Gómez Villegas, propietario del despacho Gómez Villegas Abogados.
Hacia el final de su quijotesco paso por la política Tamames, aún dentro de la CDS adquirió junto al empresario Javier Olaciregui (asesorado por el despacho de Villegas), la propiedad en 1989 bajo el nombre comercial Dainursa. En ese año fue cuando apoyó la moción madrileña de CDS contra Juan Barranco. Tras publicarse en El Semanal la información abandonó la política para desvincularse de cualquier sospecha de tráfico de influencias. La empresa se constituyó en el despacho de Tamames en el Paseo de la Castellana de Madrid.
El mismo 1989 se hizo público que la sociedad vinculada al todavía concejal había adquirido el año anterior un inmueble histórico en el distrito madrileño de La Latina. Se trataba del Mesón del Segoviano, un histórico restaurante de 1740 así bautizado por el escritor Ramón Gómez de la Serna y declarado por el consistorio en estado de ruina, que albergaba en su interior silos musulmanes y restos de muralla cristiana del siglo IX. Estos obligaron a la constructora a detener las obras y separar el edificio de la muralla para que pudiera ser visitada por turistas después de intentar negarse a acometer la protección del patrimonio y ser llamados al orden por la Comunidad de Madrid.
El Ayuntamiento había ofertado previamente a los propietarios por este inmueble 130 millones de pesetas para evitar el desalojo de los vecinos que finalmente se llevó a cabo, más del triple de los 40 millones por los que lo adquirió después el candidato de Vox a la moción de censura.
La doctora en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, Ana Gómez Díaz-Franzón explicó a El Español que en su aventura comercial en Sanlúcar, Tamames y su socio «prometieron que harían un fabuloso balneario, incluso que harían un Parador Nacional; consiguieron que el inmueble fuera declarado Bien de Interés Cultural, pudiendo así pedir subvenciones» para después desentenderse de la inversión que quedó en ruinoso estado de abandono patrimonial y financiero. Tras el concurso de acreedores y la adquisición por la SAREB, fue vendido como cadena hotelera quedando la sociedad con una deuda de 13 millones de euros en 2022. La recuperación de este patrimonio histórico inmensamente degradado es una causa pendiente de la sociedad de Sanlúcar con el economista y su entorno empresarial.
La decadencia final
Los últimos pasos de la vida pública de Tamames tras su muerte política y empresarial han sido como “figura histórica la transición™”, dentro de una suerte de mercado de influencias mediáticas y académicas que nostálgicas del foco, aprovechan cualquier oportunidad para sobresalir como “gurús de una época mejor” a quienes además se presupone un aura de excelencia y honradez.
Tamames nunca ha dejado de comparecer ante los medios para dar su opinión cada día menos relevante y lúcida sobre los asuntos principales. Desde su paso por la CDS, Tamames, repudiado por los pocos en la izquierda que recordaban su existencia, se ha mostrado siempre partidario de ideas reaccionarias, laissez-faire y conservadoras a las que ya apuntaba maneras su plataforma política ecosocialista y las cuales dejó claras a través de su actividad empresarial como especulador inmobiliario. Entre 1993 y 2003 trabajó como director del Anuario de El Mundo, fue colaborador habitual del programa de Antonio Herrero tanto en Antena 3 Radio como en La Cope, además de Protagonistas de Luís del Olmo en Punto Radio, del Diario de la Noche de Telemadrid, 13tv y Radio Inter. Además de haber recibido dispersos y poco justificados galardones que adornan su cenit vital.
Seguidor de la actualidad política más rabiosa, uno de los últimos episodios es su libro “¿A dónde vas Cataluña? Cómo salir del laberinto independentista” de 2014 donde defiende la imposibilidad de la independencia de Cataluña pero alerta de la necesidad de evitar el choque de legitimidades entre gobierno y govern. Para ello pide un gran acuerdo en el que se aborden reformas del modelo de financiación con amplias competencias financieras y de autogobierno para Cataluña incluyendo el reconocimiento legal a la existencia de su nación. Sus últimos libros versan sobre la hispanidad desde un relato chovinista sobre la conquista de América “Hernán Cortés, gigante de la historia. Pensamiento del presente (Prólogo del Ministro Josep Borrell)” y “La mitad del mundo que fue de España. Una historia verdadera, casi increíble” son sus últimas aportaciones a la literatura política en castellano.
Potentes voces de la derecha mediática como Victoria Prego o Pedro Jota Ramírez se han lanzado a pedirle respectivamente que “no cierre su trayectoria con un esperpento de esa naturaleza porque no le puede caber ninguna duda de que él va a cumplir el papel de un pelele de los de usar y tirar” y advertirle que “lo más importante de una biografía es cómo termina y tú no puedes sacrificar la tuya en el fuego fatuo de dos días de vanidad, convirtiendo el hemiciclo del Congreso en escenario de una mascarada”.
Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.