La cadena ultraderechista 7NN anuncia su cierre tras perder 5 millones en un año y medio
La cadena 7NN, la televisión que pretendía ser la “Fox española” uniendo a su alrededor lo más granado de la extrema derecha, ha anunciado su cierre.
Desde 7NN han declarado que el canal cierra “por los excesivos gastos generados (sin la correspondiente contrapartida de ingresos)”. Un runrún que persiguió a la cadena desde sus inicios, exhibiendo una estructura tradicional con los altos costes que ello implica, pero con incapacidad para atraer a anunciantes dado el extremismo de sus propuestas.
Así, desde Producciones Audiovisuales Hispania, S.A dicen que la nueva dirección, que asumió el control del medio a principios de este año, ha ordenado un “cierre ordenado de la cadena” ante los inasumibles costes. Y eso pese a que durante las últimas semanas 7NN había hecho un extenso proceso de recortes, donde por ejemplo había pasado por despedir al 50% de su plantilla y salir de toda la TDT, con la excepción de Madrid.
Esta agresividad ya anunciaba tormenta, pero reconocen que ha sido insuficiente para revertir el deteriorado estado de las cuentas. En esta línea, señalan que la cadena ha absorbido un montante de crédito enorme, unos 5 millones y medio de euros, sin prácticamente conseguir una “mínima garantía de ingresos futuros”. Relatan que los directivos de la cadena ocasionaron que “el nivel de gastos mensual de la cadena se disparase sin guardar lógica alguna con los exiguos ingresos que se generaban”.
Achacan a esto el interés en crear “un buen producto televisivo en el plano visual más que en construir un modelo de negocio sostenible”. Algo que parece que se quedó en intención, ya que 7NN tenía una audiencia mínima, contando con unos 3.000 seguidores en Twitch, 20.000 suscriptores en YouTube, 20.000 seguidores en Instagram y 5.500 en Facebook, números escandalosamente bajos para una iniciativa mediática que ha consumido tantísimos recursos.
Los insuficientes recortes en 7NN
Para intentar revertir su situación 7NN, intentó varias medidas extremas.
En primer lugar, la cadena añadió a su accionariado a un nuevo accionista que se sumaba a los dos principales, los hermanos Jaime Alonso y José Ángel Alonso, altos cargos de la Fundación Nacional Francisco Franco. Así Marcos de Quinto, ex diputado del “moderado” Ciudadanos que ya tenía en mente hacer una televisión de derechas, entró con la idea de aportar nuevos puntos de vista (y financiación).
Su incorporación trajo una oleada de despidos. En primer lugar fue despedido Marcial Cuquerella, director general de 7NN, quien también lo fuera de la quebrada Intereconomía. Fue sustituido por Fernando Quintella, quien siguió con la agresiva reorganización.
Otra de las cabezas que rodaron fue el tándem de Cuquerella, Elena Berberana. Ambos fueron dos de los principales propagadores en español de los bulos sobre el proceso que permitiría a Trump revertir su derrota electoral.
La cadena mantuvo en nómina a Fernando Paz, el historiador posfascista que niega el Holocausto y que tuvo que dimitir en su cargo de Vox Albacete tras conocerse sus charlas sobre este tema en la Falange y sus comentarios homófobos. Y también a Toni Cantó, quien fuera la estrella de la cadena. Con este proyecto fracasado, ya son cinco los partidos o proyectos que han fracasado con Cantó al frente y muchas voces de la ultraderecha empiezan a creer ciertamente en que es “gafe”.
Así un año y medio después de su apertura el 12 de octubre de 2021, Día de la Hispanidad, 7NN anuncia un cierre que se producirá a mucho tardar a finales de marzo.
La “Fox News española” y el panorama mediático patrio
Así el sueño de la “Fox News española” se desvanece. Desde 7NN lo lamentan ya que consideran que su proyecto era muy necesario para España.
La realidad es que hay una sobreoferta televisiva y digital de medios de derechas. La práctica totalidad de pequeñas TDT informativas siguen esta línea. De ahí la rareza de proyectos como Canal Red, una iniciativa televisiva proclive a la izquierda alternativa y que por ahora se mantendrá en Internet.
Las dos grandes cadenas de televisión privadas, Antena 3 y Telecinco, pujan por copar este espacio. Desde Antena 3 hace tiempo que se intenta ser el referente de la derecha española, con unos informativos y matinales que se oponen frontalmente al gobierno de coalición y a cualquier representante de la izquierda.
Telecinco está siguiendo su camino, con un Silvio Berlusconi que se ha hecho con la mayor parte del accionariado y ha prohibido los pocos comentarios de carácter progresista mientras ha dado vía libre a su programación más reaccionaria.
La Sexta, que anunciaba ser una televisión de izquierdas, fue desacreditada tras el FerrerasGate y que se demostrase como conspiró activamente para acabar con Podemos. Tras esto, ha vetado a todos los representantes de este partido en sus programas.
Además, los medios digitales a través de redes sociales también están copados de producto de derechas tales como InfoVlogger, UTBH o LYLQS, pero a un coste de producción infinitamente menor.
El ideal de montar una gran cadena clásica sin contar su coste ha sido el Talón de Aquiles del proyecto. Posiblemente este hecho tenga mucho que ver el haber llenado de radicales, conspiracionistas y ultraderechistas varios la dirección, con un objetivo total de guerra cultural sin tener otras consideraciones.
Parece que el discurso de la tecnocracia que estas personas suelen enarbolar no vale para sus propios proyectos mediáticos, mostrando que al final, solo están aquí por cuestiones puramente ideológicas.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.
