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Alex Jones no podrá usar la bancarrota para evitar pagar 1.100 millones de dólares a las familias que difamó

Alex Jones, conocido por sus controvertidas teorías de conspiración y su enfoque de extrema derecha, se encuentra entre la espada y la pared tras la última acción judicial contra su intento de bancarrota.

Un jurado requirió a Alex Jones que pagara un total de 1.500 millones de dólares en daños y perjuicios por difamación a las víctimas del trágico tiroteo masivo de Sandy Hook de 2012. El jurado determinó que Jones había utilizado mentiras y teorías de conspiración sobre el tiroteo para atraer tráfico a su sitio web, con la controvertida web Infowars a la cabeza, y aumentar las ventas de sus productos.

Para evitar este pago, en abril de 2022 varias empresas vinculadas a Jones también optaron por acogerse al Capítulo 11 de protección por bancarrota. En ese momento, estas tres empresas afirmaron haber incurrido en costos legales de hasta 10 millones de dólares en la lucha contra las demandas relacionadas con el tiroteo de Sandy Hook. De esta manera Jones evitaría el enorme pago al que debe hacer frente.

Pero esta treta legal posiblemente no haga efecto. Y es que el juez Christopher López, de Houston, ha dictaminado que esas protecciones no se aplican  si ocurren por «daños intencionales o maliciosos» causados ​​por el deudor. De esta manera Jones deberá abonar más de 1.100 millones de dólares

Alex Jones y una fortuna en duda

En general la situación financiera de Alex Jones parece ser mala a pesar de su altísimo potencial de ganancias. Como se documentó en expedientes judiciales, «la situación financiera de Jones es, en el mejor de los casos, precaria». Los problemas legales han dejado una marca profunda en su patrimonio.

Documentos judiciales han revelado que Infowars, la principal fuente de ingresos de Jones, promedió ingresos brutos anuales de aproximadamente 53,2 millones de dólares entre los años 2015 y 2022. Sin embargo, su patrimonio neto ha sido un tema controvertido. En el juicio por difamación celebrado en agosto de 2022, Jones afirmó que su patrimonio neto no superaba los 5 millones de dólares, en contraste con la estimación de un experto forense financiero que situaba el valor de Jones y sus empresas entre 135 y 270 millones de dólares.

A pesar de sus considerables ingresos, Jones se encontró con una montaña de gastos legales, habiendo gastado alrededor de 15 millones de dólares en costos legales en los últimos años (algo que sigue sin explicar su patrimonio). La situación llegó a tal punto que, el 2 de diciembre de 2022, Jones se declaró en bancarrota personal en Texas. Su declaración de bancarrota incluyó una lista de pasivos que ascendían a 10 mil millones de dólares y hasta 99 acreedores, mientras que sus activos totales se estimaron en tan solo un rango de 1 a 10 millones de dólares.

La condena que puede quebrarle

La condena de Alex Jones que puede quebrarle definitivamente tuvo lugar hace dos años. Fue en 2021 cuando un jurado dictaminó que Jones debía pagar una suma de 965 millones de dólares por difamación relacionada con la tragedia ocurrida el 14 de diciembre de 2012, cuando un joven de 20 años, Adam Peter Lanza, llevó a cabo un tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut.

Desde las primeras horas después de la matanza, Jones promovió la teoría de que los hechos eran una farsa, sosteniendo que los padres de las víctimas eran actores y que las muertes de los niños eran falsificadas como parte de un complot y operación de falsa bandera para promover el control de armas.

Las familias de las víctimas sufrieron un gran acoso por parte de Jones y sus seguidores conspiracionistas. Los familiares se encontraron con la resistencia del presentador cuando este se declaró en quiebra, dificultando sus esfuerzos para obtener la compensación que les correspondía. La frustración de las familias aumentó cuando se revelaron informes mensuales que mostraban que Jones gastaba sumas considerables en gastos personales, lo que generó un mayor escrutinio.

Jones también enfrenta una demanda pendiente de los padres de Noah Pozner, uno de los niños asesinados en el tiroteo, que argumentan que sus declaraciones falsas han causado daño y sufrimiento. La condena por difamación representó un duro golpe para el controvertido presentador y su empresa, Free Speech System, la cual se declaró en quiebra. A pesar de la declaración de quiebra, Jones anunció su intención de apelar la decisión y sugirió que el proceso de bancarrota podría ayudar a mantener su canal en funcionamiento.

Este ha sido la última de una serie de condenas que Alex Jones enfrentó en demandas similares, lo que pone en peligro su fortuna. Jones se ha enfrentado a acusaciones previas que han ido desde difamación hasta acoso, racismo y teorías de conspiración. Su situación legal y financiera parecen precarizarse, dejando en duda el futuro de su controvertido imperio mediático.

Alex Jones no podrá acogerse a la bancarrota para evitar el pago de 1.500 millones en daños y perjuicios 

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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