Amenazas de muerte contra Juan Manuel Merchan, juez central de la causa contra Trump
Semana histórica para los EEUU, ya que por primera vez en su historia uno de sus ex presidentes ha sido imputado por cargos penales. Tras publicarse la pasada semana la noticia todo el mundo advirtió que este hecho sin precedentes traería consigo severas consecuencias políticas y sociales; más aun siendo Donald Trump el protagonista.
Bajo alerta por posibles altercados, la ciudad de Nueva York se blindaba este martes ante la llegada del magnate ultraderechista a los juzgados, donde había sido citado para declarar por el juez instructor del caso, el hispano Juan Manuel Merchan.
El juez de ascendencia colombiana solicitó a Trump que se abstuviera de realizar comentarios que “probablemente inciten a la violencia o la violencia civil”, ya que el líder de facto del Partido Republicano lanzó una advertencia en sus redes sociales tras enterarse de que sería acusado de hasta 34 cargos por delitos graves: si le acusaban podría haber “muerte y destrucción”, escribía en Social Truth.
Trump regresó a Florida tras declararse inocente en su audiencia con Juan Manuel Merchan, desoyendo nada más aterrizar la solicitud de no agitar a sus seguidores: calificó a Alvin L. Bragg (fiscal de distrito) de “criminal” y calificó a Merchan como “un juez que odia a Trump con una esposa y una familia que odian a Trump cuya hija trabajó para Kamala Harris y ahora recibe dinero de la campaña Biden-Harris”. Los hijos del magnate ultraderechista han reforzado las declaraciones de su padre a través de sus redes sociales personales y en medios de comunicación afines, dando forma a toda una campaña de descredito y odio contra los fiscales judiciales y sus familias.
Los ataques de los seguidores de Trump contra Merchan se han incrementado exponencialmente desde la publicación de los mencionados mensajes, informando el propio Merchan al diario NBC sobre la masividad de amenazas de muerte (contra su persona y su familia) que diariamente recibe en su despacho por medio de llamadas, cartas y correos electrónicos.
Además, fuentes internas de la fiscalía confirman que Merchan ha estado bajo la protección de funcionarios judiciales armados desde que el gran jurado votó para acusar a Trump el pasado 30 de marzo, protección que dicen será reforzada a partir de ahora para garantizar plenamente su integridad física.
Juan Manuel Merchan: de juez desconocido a elemento central en el debate político de EEUU
Juan Manuel Merchan, originario de Bogotá (Colombia), emigró a EEUU junto a su familia a la edad de 6 años, criándose en el barrio de Queens, Nueva York. Obtuvo su título de abogado en 1994 y comenzó a trabajar en la administración de justicia norteamericana a principios de los 2000. En 2009 fue nombrado juez interino de la Corte Suprema de Nueva York, cargo que actualmente mantiene.
Merchan es un viejo conocido para Donald Trump, ya que no es la primera ocasión en la que el juez hispano es el encargado de instruir un caso contra el magnate neoyorkino. El pasado otoño presidió un juicio contra la empresa familiar de Trump, The Trump Organization, condenándola en su conjunto, y a su director de finanzas, Allen Weisselberg, por 17 delitos graves relacionados con fraude fiscal, entre los que se incluía un delito de falsificación de registros comerciales. El resultado del proceso fue muy negativo para Trump: 1,6 millones de dólares de multa (el máximo contemplado por la ley) y la pérdida de Weisselberg, quién pactó testificar contra su antigua empresa a cambio de cumplir sólo 5 meses de prisión.
Actualmente, y de manera paralela, también es el encargado de supervisar un caso que involucra a Steve Bannon, gurú de la extrema derecha mundial y ex director de campaña y de gabinete de Trump, por presento fraude a los contribuyentes de una organización que buscaba ayudar a construir un muro a lo largo de la frontera sur del país.
Su figura nunca ha sido mediática, siendo considerado por sus compañeros como un “jurista serio, inteligente y templado”, remarcándose su perfil moderado y poco polémico. Esta imagen cambió el pasado otoño durante el juicio contra la empresa Trump, momento en el que frenó los pies a los abogados del ex presidente, quiénes comenzaron a agitar el relato de que se estaba realizando un “juicio político” contra su cliente: “No les permitiré de ninguna manera presentar un reclamo de enjuiciamiento selectivo”, declaró durante las vistas, poniendo fin parcialmente a la estrategia conspiranoica.
La cosa es completamente diferente ahora, ya que Merchan tiene por delante un duro proceso que escapará a la esfera judicial, ya que el juicio contra Trump tendrá una dimensión política aún mayor. El ex presidente capitalizará el proceso judicial para reforzar su figura, tanto a nivel interno (con la vista puesta en las primarias del Partido Republicano) como a nivel externo (de cara a sus rivales político, el Partido Demócrata y sus principales figuras, Joe Biden y Kamala Harris), llevando al extremo su discurso conspiranoico, outsider y victimista que le caracteriza desde que fue derrotado en las elecciones presidenciales de 2020.
Articulista. Estudiante de cuarto de Ciencias Políticas y apasionado de la investigación. Experiencia en movimientos estudiantiles y sociales. En mis artículos intento ofrecer un enfoque analítico más orientado a las ideologías y teoría política.
