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Los servicios secretos ponen bajo vigilancia al ala juvenil de Alternativa para Alemania por objetivos anticonstitucionales

La agencia de seguridad interna de Alemania ha declarado al ala juvenil de Alternativa para Alemania (AFD), el principal partido político de extrema derecha del país, como una organización extremista «confirmada». Tras cuatro años de investigación sobre el grupo, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) ha tomado esta medida debido a la clara xenofobia del ala juvenil y su probable adopción de «comportamientos no pacíficos» hacia las personas percibidas como extranjeras.

Junto a esto, la BfV considera que el ala juvenil de Alternativa para Alemania está persiguiendo objetivos anticonstitucionales que buscan subvertir la actual democracia alemana. Está clasificación se ha concedido principalmente por el rechazo a la personas migrantes, que consideran no forman parte del país ni pueden ser integradas en la sociedad.

Además del ala juvenil de la AfD, la asociación 1 por ciento (EinPercent) y el grupo de expertos del Instituto para la Política Estatal (IfS) también han sido clasificados como extremistas «confirmados». Thomas Haldenwang, jefe de seguridad nacional de Alemania, afirmó que «ya no hay ninguna duda de que estos tres grupos persiguen esfuerzos anticonstitucionales«. Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo que «intentan combinar el odio y la exclusión con una cara supuestamente educada y moderna, pero las ideologías inhumanas detrás de esto son claras».

El ala juvenil de la AfD ya había sido clasificada como un «caso sospechoso» de extremismo de derecha, lo que permitió a los agentes de inteligencia intervenir sus comunicaciones y posiblemente utilizar informantes encubiertos.

Nancy Faeser comentó que «no solo los extremistas de derecha violentos son peligrosos, sino también los pirómanos intelectuales que preparan el terreno para la violencia». La nueva clasificación no tiene un impacto directo sobre las organizaciones y sus miembros, pero permite aumentar la vigilancia y hacer que a los miembros de estas organizaciones les resulte más difícil ingresar a la policía u otros puestos de servicio público o solicitar un permiso de posesión de armas.

El cambio del ala juvenil de Alternativa para Alemania y la radicalización de la formación

Cabe destacar que la AfD tiene presencia en el parlamento alemán desde 2017 y actualmente es el tercer partido más popular en Alemania, según algunas encuestas de opinión, después de haber perdido esta posición dominante en las pasadas elecciones generales donde se convirtió en la quinta fuerza. Sin embargo, la BfV no solo se centra en los extremistas orientados hacia la violencia, sino también en «grupos de personas que difunden permanentemente ideologías y conceptos incompatibles con la dignidad humana y la democracia».

Esta deriva del ala juvenil de Alternativa para Alemania no es una novedad, sino un síntoma del partido. La AfD nació en 2013 como una formación liberal, tecnocrática y euroescéptica, con un discurso leve contra la migración. Tras su auge electoral, la formación empezó a centrarse exclusivamente en el discurso antimigratorio, volviéndose más conservadora en sus postulados y empezando a tener posturas homófobas que fueron en contra de sus líderes.

El siguiente paso fue abandonar las posiciones más liberales, caminando hacia una suerte de nacionalismo alemán con dosis de proteccionismo. Fruto de esto, no solo el ala juvenil de Alternativa para Alemania ha estado bajo esta vigilancia, sino que la propia AfD también lo estuvo en 2019. Esto se debe al crecimiento de «el Ala» (Der Flügel), una corriente extremista que se ha convertido en mayoritaria en el partido, copando los puestos de poder. Esta corriente tiene como referente a Bjön Hocke, presidente del partido en Turingia, quien llegó a decir que el Memorial del Holocausto en Berlín es un «monumento de la vergüenza» y ha hecho otros comentarios que diluyen la responsabilidad del nazismo. Aunque «el Ala» se disolvió «oficialmente», sus miembros controlan el partido.

Además, sus bases se han radicalizado enormemente, contando según algunos análisis con una base de un 40% de personas autopercibidas como ultraderechistas. Entre ellos destaca el grupo Ciudadanos del Reich (Reichsbürger), el grupo que intentó realizar un atentado terrorista para disolver el parlamento alemán y poner a un noble en su lugar.

Esta deriva llegó a tal punto que su líder, Jörg Meuthen, abandonó el partido declarando que no tenía nada que ver con el partido fundado. Lamentaba la radicalización, decía que había sido devorado por el ultranacionalismo e incluso señalaba tendencias nazis en destacados miembros. Un 70% de los fundadores del partido ya no se encuentran en él.

Los servicios secretos ponen bajo vigilancia al ala juvenil de Alternativa para Alemania por perseguir objetivos anticonstitucionales

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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