Muere Silvio Berlusconi, el hombre que normalizó a la extrema derecha en Italia
Silvio Berlusconi, el icónico y polémico político italiano, ha fallecido a los 86 años en el Hospital San Raffaele de Milán. Berlusconi llevaba dos días ingresado en el hospital para someterse a controles programados debido a su leucemia crónica. A pesar de su edad y las causas judiciales abiertas en su contra, Berlusconi seguía siendo una figura popular en Italia y su partido.
La noticia de su fallecimiento ha generado reacciones en la política italiana, incluso en sus adversarios: Matteo Salvini, líder de la Liga (L), ha lamentado la muerte de Berlusconi y ha destacado su importancia como figura histórica para Italia. Enrico Letta, líder del Partido Democrático (PD), ha señalado que la muerte de Berlusconi afecta a todo el país, reconociendo su papel en la historia de Italia. Giuseppe Conte, presidente del Movimiento 5 Estrellas (M5E), ha destacado la valentía, pasión y tenacidad de Berlusconi, incluso para sus adversarios políticos.
Y es que Berlusconi fue una figura central en la política italiana durante décadas, ocupando el cargo de primer ministro en tres ocasiones. También fue el fundador del imperio de comunicación Mediaset y un reconocido amante del fútbol. Su influencia trascendió las fronteras de Italia, convirtiéndose en un referente para los populistas de derechas en Europa y América.
A lo largo de su vida, Berlusconi estuvo envuelto en numerosos juicios y escándalos, desde acusaciones de corrupción y abuso de poder hasta escándalos sexuales. A pesar de esto, su carisma y estilo de hacer política le permitieron mantenerse en la escena pública y conquistar el apoyo de una parte del electorado italiano.
Estilo populista y su habilidad para presentarse como uno de ellos le permitieron ganar elecciones y mantenerse en el poder durante años.
La carrera política de Berlusconi y sus problemas legales
Nacido en Milán en 1936, Berlusconi tiene una historia de hombre forjado a sí mismo, con parte de verdad. Primero se dedicó a cantar, pero como no había futuro en esto, inició su carrera empresarial a una edad temprana fundando su primera empresa constructora a los 25 años. Esto fue posible solo gracias a un sorprendente crédito del banco de su padre que enturbia esta historia de autosuperación. Gracias a esto y como la mayoría de los que entraron en el boom inmobiliario, Berlusconi amasó una gran fortuna.
Posteriormente incursionó en los medios de comunicación y fundó el grupo Mediaset, que se convirtió en un imperio de comunicación en Italia y posteriormente en Europa. A través de sus empresas, Berlusconi se convirtió en uno de los hombres más ricos del país.
En 1994, Berlusconi dio un giro a su carrera al fundar el partido político Forza Italia. Apelando al descontento de la población con la clase política tradicional, Berlusconi prometió un nuevo enfoque y capturó la atención del electorado italiano. Ganó las elecciones y se convirtió en primer ministro en tres ocasiones: de 1994 a 1995, de 2001 a 2006 y de 2008 a 2011.
Berlusconi enfrentó numerosas acusaciones judiciales a lo largo de su carrera, Estos incluyeron juicios por corrupción, abuso de poder y soborno, aunque algunos de estos casos terminaron en absolución o en la prescripción del delito gracias a un dilatación intencionada de los tiempos de prescripción. Uno de los escándalos más sonados fue el caso Ruby, relacionado con sus presuntas relaciones sexuales con una joven menor de edad. A partir de aquí fue cuando buena parte del público empezó a rechazarle.
A pesar de los problemas legales y las controversias, Berlusconi siguió siendo una figura popular en Italia. En las últimas elecciones, regresó al Parlamento como senador y su partido, Forza Italia, formó parte de la coalición de gobierno encabezada por Giorgia Meloni.
Además de su carrera política, Berlusconi fue conocido por su amor por el fútbol y su presidencia del AC Milán durante los años 90. Durante esta época también destacan sus amistades, codeándose con las elites italianas, con la mafia, así como un surtido grupo de dictadores y líderes autoritarios derechistas como Vladimir Putin con los que tuvo una buena relación, incluso criticando la defensa de Ucrania.
La normalización de la extrema derecha
Durante su liderazgo, Berlusconi normalizó la presencia de la extrema derecha en el gobierno y fortaleció su influencia política.
Berlusconi, a través de su partido Forza Italia, nació del descontento populista, presentándose como un líder capaz de llenar el vacío dejado por la desaparición de la Democracia Cristiana y la desilusión de los italianos con la clase política. Prometió cambios y abogó por este enfoque populista, apelando a las preocupaciones y frustraciones de la ciudadanía.
El mismo reconocía que su target político era el ciudadano corriente, “incluso un poco tonto” como señaló, con el que consiguió de alguna manera la autoidentificación. Los ciudadanos se sentían como él y a la vez anhelaban llevar su estilo de vida lujoso.
Este estilo de liderazgo y capacidad para conectar con las masas sentaron las bases para la normalización de la extrema derecha en Italia y recuerda a otro líderes de la extrema derecha. Posiblemente el más parecido es Donald Trump, quién tiene enormes similitudes con el magnate italiano. En España otra persona que recuerda a él fue el magnate Jesús Gil, quién también fuera un precursor de este tipo de política.
Sea como fuere, la etapa de Berlusconi en el poder se caracterizó por abrirse a pactar con los nacionalistas del norte y con partidos de corte posfascista admiradores de Mussolini, metiendo a la extremista Giorgia Meloni en su gobierno. Este fue el gran inicio de la normalización de las fuerzas de la extrema derecha en el país.
Con su estrella ya en extinción, fue el pegamento para unir a las fuerzas de la extrema derecha, La Liga y Hermanos de Italia (FI), en una coalición derechista que fiel a su estilo, rebautizó como el “centroderecha” (centrodestra). Esto caló gracias a sus numerosos medios, aliados e incluso a una oposición que le siguió el juego.
Berlusconi ha sido posiblemente el político más importante de la historia del país y también el que explica la historia del auge de la extrema derecha en Italia y su normalización.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.