Petición de 5 años de cárcel a dos neonazis que agredieron a un joven por una prenda con el lema “Working Class”
La Fiscalía de Delitos de Odio ha solicitado una pena de cinco años de prisión a dos neonazis acusados de agredir a un joven en València por llevar una sudadera con el lema «Working Class». El suceso ocurrió el 7 de noviembre de 2021, en el cruce entre las calles Serpis y Poeta Artola de la ciudad, donde se desencadenó la violenta agresión por parte de varios jóvenes.
Inicialmente, un hombre encapuchado se aproximó al joven, portando un ladrillo roto en punta y le interrogó sobre la inscripción en su vestimenta. Después se unieron más agresores, salvando la víctima la vida porque pudo escapar.
La crudeza de la agresión quedó reflejada en las lesiones sufridas por la víctima que, en aquel momento, tenía 22 años: contusiones, hematomas y erosiones en diversas partes de su cuerpo.
Juicio a los neonazis
El juicio, que estaba prevista para este pasado lunes 29 ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de València, se ha suspendido por un problema de citación de las partes.
La Fiscalía de Delitos de Odio, considera que los acusados son responsables de lesiones y violación de derechos fundamentales, pidiendo imponer una pena de cinco años de prisión, además de una compensación económica de 420€ para la víctima.
Varios de los agresores han sido identificados, teniendo un historial totalmente vinculado a la extrema derecha. Uno de ellos es Isidro del Campo Bonora, candidato por Falange Española de la JONS además de secretario general de Amanecer Dorado, el intento de adaptación a la española de la famosa formación fascista griega.
«Working Class»: la brutal agresión de 2021 motivada por el odio
La agresión que ocurrió el 7 de noviembre de 2021 tuvo lugar poco después de un partido de La Liga entre el Valencia CF y el Atlético de Madrid en el estadio de Mestalla.
Inicialmente se acercó un hombre armado, inquiriendo al joven por su prenda con el lema «working class», pero pronto se unió otro agresor y posteriormente, un grupo de unas diez personas se sumaron, propinando golpes e incluso arrojando una silla hacia la víctima.
El joven en un determinado momento pudo levantarse y huir del lugar, refugiándose en un bar. Desde allí fue trasladado a urgencias, donde se le trato de las graves lesiones como contusiones, eritema lineal en el cuello, un bulto en la cabeza además de rasguños por todo el cuerpo.
Los agresores no solo recurrieron a la violencia física, sino que también profirieron consignas de carácter nacionalista valenciana (de corriente blaverista, una expresión propia de la derecha valenciana) como: “¡Viva València! ¡Esto es València! ¡Esto es el Reino de Valencia!”.
Además, la Fiscalía ha destacado la presencia de símbolos asociados con la ideología neonazi entre los agresores, como una cruz gamada y una corona de laurel.
Los delitos de odio por motivación ideológica, un crimen en alza
El último informe sobre delitos de odio ya marcó el enorme aumento de los ataques por cuestiones ideológicas, señalando principalmente a los grupos de extrema derecha.
La fiscal Susana Gisbert ha enfatizado la necesidad de abordar estos incidentes con urgencia, destacando un modus operandi que se repite, con los agresores ocultando sus identidades, pero mostrando simbología ultraderechista. “en muchos casos estos grupos eligen a sus víctimas porque entienden que tienen ideas contrarias a lo que ellos piensan y utilizan la violencia para hacer valer sus creencias, ni siquiera hace falta que sean de izquierda”, ha declarado Gisbert. Además “se cuidan de ir en grupo y de atacar siempre a una sola persona”.
Motivaciones de odio que crecen gracias a discurso polarizantes y la normalización de las formaciones de extrema derecha.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.