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La izquierda arrasa en las elecciones mexicanas con Claudia Sheinbaum, primera mujer presidenta del país

En una jornada electoral histórica, Claudia Sheinbaum ha sido elegida como la primera mujer presidenta de México, obteniendo casi el 60% de los votos. El conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE) indicó que Sheinbaum, representante del oficialismo, recibió entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, mientras que su rival, Xóchitl Gálvez, alcanzó entre el 26,6% y el 28,6%. Una victoria contundente que refuerza la influencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el país.

La celebración en el Zócalo de Ciudad de México, aunque menos efusiva que la de 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ganó la presidencia, reflejó la fortaleza del ‘obradorismo’. Sheinbaum, académica y exalcaldesa de la capital, subrayó la importancia de este momento histórico en su discurso de victoria. «Es el reconocimiento del pueblo de México a nuestro proyecto de nación y agradezco porque por primera vez en 200 años de historia de la República me convertiré en la primera mujer presidenta de México«, declaró emocionada.

La victoria de Sheinbaum no solo representa un triunfo personal, sino también un fortalecimiento del legado de AMLO, cuyo mandato ha sido caracterizado por una serie de reformas y programas sociales destinados a las clases más desfavorecidas. La continuidad de este proyecto político parece asegurada con la elección de Sheinbaum, quien ha prometido seguir trabajando por un México más justo y democrático.

Xóchitl Gálvez, bulos de fraude y reconocimiento de la victoria

Xóchitl Gálvez, la principal rival de Sheinbaum, reconoció su derrota tras las elecciones, aunque no sin antes expresar su compromiso de seguir luchando por el bienestar del país. Xóchitl representaba a la coalición Fuerza y Corazón por México, una coalición de antiguos enemigos con las principales fuerzas bipartidistas de México hasta la entrada de Morena: el derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el moderado Partido Revolucionario Institucional (PRI). Acompañada por los dirigentes de los ambos partidos, Gálvez afirmó que exigirá resultados y soluciones a los problemas nacionales. «Quiero enfatizar que mi reconocimiento viene acompañado de una firme exigencia de resultados y soluciones a los grandes problemas del país y del indispensable respeto a la constitución y a las instituciones democráticas», declaró Gálvez. La candidata opositora también dejó claro que estará dispuesta a salir a las calles para defender la democracia si es necesario

El reconocimiento de Gálvez a la victoria de Sheinbaum fue un acto importante en un clima marcado por los bulos sobre el fraude electoral, nueva táctica predilecta de la extrema derecha internacional. De hecho, las redes derechistas comenzaron con esta campaña en redes cuando el INE informó del gran resultado de Sheinbaum. El reconocimiento acaba con esta vía.

Por su parte, Sheinbaum agradeció a Gálvez por su llamada de reconocimiento y destacó la importancia de su victoria para las mujeres de México. El triunfo de Sheinbaum sin duda alguna no podría haberse dado sin el descrédito de los partidos tradicionales y su incapacidad para presentar un proyecto convincente.

La dimensión del triunfo

Con más del 60% de los votos contabilizados, Sheinbaum mantiene una amplia ventaja con el 58% de los sufragios frente al 29% de Gálvez. Este resultado no solo reafirma la popularidad del oficialismo, sino que también destaca la profunda crisis de la oposición. En comparación con las elecciones de 2018, donde la suma de los votos del panista Ricardo Anaya y el priista José Antonio Meade fue significativamente mayor, el porcentaje obtenido por Gálvez muestra una clara disminución del apoyo a los partidos tradicionales.

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aspira ahora a conseguir una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso, lo que le permitiría reformar la Constitución y aplicar medidas de cambio social. Este objetivo por otro lado, ha sido motivo de preocupación tanto para la oposición, quienes advierten sobre el riesgo de un aumento en el control morenista de la justicia.

La victoria de Sheinbaum es vista como una continuación del proyecto de AMLO, aunque con algunos matices. La presidenta electa ha sido crítica con ciertas políticas de su predecesor, especialmente en relación con las energías renovables, área en la que planea implementar cambios significativos. Pese a eso, Sheinbaum ha prometido honrar el legado de su predecesor, mientras AMLO ha prometido jubilarse de la política y dejar vía libre a la nueva presidenta.

Sheinbaum frente a los retos del sexenio de AMLO

El nuevo mandato de Sheinbaum presenta una serie de retos heredados de la historia de México y el sexenio de su predecesor. Uno de sus principales se encuentra el desmarcarse de la sombra de AMLO y demostrar que puede gobernar de manera independiente. A pesar de sus numerosos logros, incluidos un Premio Nobel de la Paz compartido y un doctorado, Sheinbaum enfrenta la percepción de ser una figura subordinada a López Obrador. «Existe la idea, porque muchos columnistas lo dicen, de que no tengo personalidad. Que el presidente Andrés Manuel López Obrador me diga qué hacer, que cuando llegue a la presidencia me va a estar llamando por teléfono todos los días», criticó Sheinbaum a principios de año.

La economía mexicana, que ha mostrado un crecimiento sólido, también jugará un papel crucial en su presidencia. Durante el mandato de AMLO, el salario mínimo aumentó un 120%, y millones de personas salieron de la pobreza. No obstante, la violencia sigue siendo un problema grave. México ha registrado niveles récord de asesinatos, lo que representa un desafío para la nueva administración. Grupos independientes han reportado cifras de homicidios que difieren de las oficiales y aumentan el problema.

Otro asunto vital es la postura de Sheinbaum respecto a la relación con Estados Unidos y las políticas migratorias, especialmente si Donald Trump vuelve a ocupar la presidencia estadounidense y cumple con su amenaza de imponer aranceles. La presidenta electa también deberá manejar el endeudamiento de la compañía petrolera estatal y las consecuencias de las políticas de empoderamiento del Ejército implementadas por AMLO.

Ahora empieza una transición de poder que será analizada punto por puntos mientras México recibe a su primera mujer presidenta.

La izquierda arrasa en las elecciones mexicanas con Claudia Sheinbaum, primera mujer presidenta del país 

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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