Comunicado sobre las elecciones europeas y el ascenso de la extrema derecha
El próximo domingo 9 de junio se celebran en España las elecciones al Parlamento Europeo, que dará lugar a la X Legislatura en la Unión Europea. La cámara, que tendrá la misma composición hasta 2029, tendrá la capacidad de designar la presidencia de la Comisión Europea, ahora en manos de la alemana Úrsula von der Leyen, así como de aprobar normativas y leyes de calado europeo y los presupuestos. La importancia de este proceso electoral nos ha llevado a Al Descubierto a iniciar la campaña #NoVotesOdio.
Y es que las decisiones citadas afectan a España y a todos los países miembros de la UE en diferentes ámbitos, desde las leyes medio ambientales, pasando por directrices económicas, de seguridad, subvenciones y ayudas sociales… y, como tal, el proyecto europeo, si bien tiene un amplio margen de mejora, es único en el mundo en muchos aspectos.
Sin embargo, en los últimos años, más notablemente desde 2015, las fuerzas políticas de ultraderecha han multiplicado sus apoyos y amenazan con tener un peso decisivo en las decisiones de la UE. En Europa existen dos grupos parlamentarios en este espacio político: Reformistas y Conservadores Europeos (ERC), donde se encuentra Vox, Hermanos de Italia (FdI) o Ley y Justicia (PiS); e Identidad y Democracia (ID), donde está Agrupación Nacional (RN), Alternativa para Alemania (AfD) o el Partido por la Libertad (PVV).
Aunque ambos grupos contemplan varias diferencias, especialmente en política exterior, donde ERC se decanta más por alinearse con Estados Unidos e ID más por acercarse a Rusia, los intentos por actuar de forma coordinada llevan tanteándose desde hace tiempo. Uno de los precursores de este intento de unión ha sido Viktor Orbán, primer ministro de Hungría y líder de Fidesz que, tras la marcha del Partido Popular Europeo (PPE), ha intentado que ambos grupos parlamentarios formen un único grupo, lo que podría situarles en una posición muy ventajosa.
Si bien es cierto que partidos como Vox o Ley y Justicia han visto perder sus apoyos en los últimos años, no parece ser el caso de otras organizaciones como Hermanos de Italia, en el poder con Giorgia Meloni a la cabeza; Agrupación Nacional con la ya conocida Marine Le Pen; o el Partido por la Libertad de Geert Wilders, que ganó las elecciones en Países Bajos. Hasta parece que Alternativa para Alemania vuelve a ganar enteros después de un tiempo de retroceso.
Esta influencia ha provocado progresivamente un cisma en el seno de la derecha y la centro derecha conservadora y liberal europea. Tradicionalmente más próxima a la idea del «cordón sanitario» a la ultraderecha, parece que empiezan a surgir voces amables contra sus discursos, partidos y líderes. Así lo ha dejado patente de forma visible Úrsula von der Leyen, quien teme perder su posición privilegiada en la UE y ha iniciado un acercamiento con Meloni.
La normalización de los discursos de ultraderecha y su presencia en los medios de comunicación y en el poder no solo se ha traducido en un retroceso en los derechos fundamentales, sino que también ha puesto (y pone) en peligro el proyecto europeo y los valores asociados a este, como los siguientes:
- Los derechos fundamentales, especialmente de grupos que sufren discriminación estructural, como las personas racializadas, migrantes y minorías étnicas, las personas LGTBIQ+, las mujeres o las personas que menos tienen.
- Abordar el problema del cambio climático y las consecuencias y variables asociadas al mismo, como la contaminación, y que ya estamos viviendo.
- Los avances en calidad democrática dentro del seno de la Unión Europea: separación de poderes, participación ciudadana, transparencia… con la posibilidad de acercar a Europa a modelos autoritarios o iliberales, como ya ha pasado en Hungría, en Turquía o en Rusia.
- La cooperación y la diplomacia a nivel internacional, acercándonos a un escenario de confrontación, tanto en el seno de la UE como de Europa con otros países, promoviendo un clima bélico y contrario a la paz.
- El regreso de las políticas económicas de corte neoliberal que terminen acrecentando de nuevo la desigualdad y perjudiquen especialmente a las capaz más pobres de la población: privatización de servicios públicos, recortes presupuestarios, reducción de la protección social a las personas trabajadoras…
Por todo lo anterior, invitamos a la ciudadanía española que vote el próximo 9 de junio a que no opte por estas agrupaciones políticas, cuya historia, líderes y/o discursos se remontan a un pasado donde la libertad y la democracia brillaban por su ausencia.
Así, con la campaña #NoVotesOdio invitamos a realizar divulgación acerca de la necesidad de acudir a las urnas a frenar estos discursos y a recapacitar acerca de la enorme responsabilidad que tenemos delante.
Toda la información sobre la campaña la tienes en el siguiente enlace:
Cuanta más gente participemos, mejor.