Trump y Kamala Harris compiten por quién apoya más a Israel en el debate presidencial de Filadelfia
En el primer y posiblemente único debate presidencial de 2024 en Filadelfia entre Donald Trump y Kamala Harris del pasado 10 de septiembre se abordaron temas clave de política exterior, entre ellos el prolongado conflicto en Gaza y la relación de Estados Unidos con Israel. Ambos candidatos expresaron un firme apoyo a Israel evitando discusiones sustanciales sobre las implicaciones humanitarias del conflicto y el sufrimiento del pueblo palestino, mientras reforzaban su compromiso con la seguridad del Estado israelí.
Trump y Kamala: el magnate al ataque
El candidato republicano y expresidente de los Estados Unidos no perdió tiempo en atacar a Harris acusándola de ser hostil hacia Israel. «Ella odia a Israel» afirmó. Según Trump bajo su mandato la ofensiva de la resistencia armada palestina del 7 de octubre de 2023 no habría ocurrido. También advirtió que si Harris llegaba a la presidencia, «Israel no existirá dentro de dos años«.
El expresidente destacó en contraste los logros de su mandato; como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel o los Acuerdos de Abraham que normalizaron las relaciones entre Israel y varios países árabes. Sin embargo no ofreció detalles sobre cómo gestionaría la actual situación en Gaza, donde el genocidio de Netanyahu ha causado más de 41.000 muertes palestinas. Mantuvo su discurso tradicional de apoyo incondicional a Israel sin preocuparse ni un minuto por esta situación humanitaria como era de esperar.
Kamala Harris y la diplomacia sin cambios
La actual vicepresidenta y candidata demócrata salió al paso de las acusaciones de Trump y reafirmó su compromiso con Israel asegurando que ha apoyado al Estado israelí a lo largo de toda su carrera política. En respuesta a las críticas de su adversario, Harris señaló que su gobierno continuaría trabajando para lograr un alto el fuego y la liberación de los rehenes, en referencia a los más de 250 israelíes retenidos en Gaza a consecuencia del conflicto.
“Israel tiene derecho a defenderse. Lo haremos. Y la forma en que lo hagamos importa. Porque también es cierto que han muerto demasiados palestinos inocentes. Niños, madres. Lo que sabemos es que esta guerra debe terminar. Debe terminar cuando sea, inmediatamente, y la forma en que terminará es que necesitamos un acuerdo de alto el fuego y necesitamos que los rehenes salgan” afirmó en su intervención menos superficial.
Aunque Harris mencionó la necesidad de una solución de dos Estados su enfoque principal fue la seguridad de Israel. A pesar de que pidió el fin inmediato de la guerra, no anunció medidas para conseguir llevar a término dicho alto al fuego que calculadamente no dejó claro si se trataba de una exigencia a Israel, a Hamás o a ambos. En lugar de eso, abogó por la continuidad de la ayuda militar a Israel, tal como lo ha hecho la administración Biden.
Las víctimas palestinas, un tema marginal
A lo largo del debate ninguno de los candidatos profundizó en el coste humano que ha tenido la ofensiva militar israelí sobre Gaza, donde la mayoría de los muertos son mujeres y niños. Pese a que Harris mencionó la importancia de proteger a los civiles sus palabras quedaron eclipsadas por la reafirmación de su compromiso con la seguridad de Israel y su “derecho a defenderse”. Trump, por su parte, no ofreció ninguna mención a las víctimas palestinas, centrándose exclusivamente en criticar la postura de Harris.
Ambos candidatos evitaron hacer referencia a las consecuencias del bloqueo a Gaza, que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región. Los ataques aéreos israelíes continúan destruyendo todas las infraestructuras y desplazando a millones de personas, un hecho apenas mencionado en el debate.
Trump y Kamala: un debate sin propuestas concretas
El encuentro dejó clara una realidad: tanto Trump como Harris siguen una línea de apoyo incondicional a Israel, sin presentar propuestas significativas para abordar la raíz del conflicto o aliviar la situación humanitaria. Aunque ambos mencionaron la necesidad de poner fin a la guerra sus intervenciones no ofrecieron un plan detallado para alcanzar un alto el fuego duradero ni para abordar el sufrimiento del pueblo palestino.
La falta de soluciones concretas en el debate refleja la continuidad de una política exterior que prioriza la relación estratégica con Israel sin considerar plenamente las implicaciones de esta política en el terreno. En este contexto, las elecciones de 2024 podrían consolidar aún más el apoyo incondicional a Israel sin importar quién llegue a la Casa Blanca.
Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.