Actualidad

Alvise se declara culpable de cobrar 100.000€ en mano y dice que lo hizo para no enriquecerse con la política

El líder de Se Acabó la Fiesta, Alvise Pérez, se declara culpable de haber recibido 100.000 euros en efectivo y lo justifica como un pago «sin factura». Mientras la Fiscalía investiga un presunto delito de financiación ilegal, su confesión pública y el vínculo con el empresario Álvaro Romillo generan un terremoto político y ponen en jaque su carrera.

Alvise culpable: El escándalo del pago en efectivo de 100.000 euros en mano

Alvise Pérez ha roto su silencio sobre los 100.000 euros en efectivo que recibió durante su campaña electoral, un hecho que ha motivado una investigación de la Fiscalía por presunta financiación ilegal. En su canal de Telegram, bajo el título “Noticias de verdad”, Alvise abordó de manera superficial el asunto, calificándolo como un pago «a autónomo sin factura», intentando reducir la gravedad del hecho a una simple multa del 25%. Sin embargo, sus palabras no son más que la punta del iceberg de un caso mucho más complejo que lo vincula estrechamente con el empresario Álvaro Romillo, conocido como “Luis CryptoSpain” y dueño del Madeira Invest Club.

«No voy a esperar a ningún juicio porque no necesito ningún juez: soy culpable (…) he cobrado en efectivo un trabajo del que luego el Estado me saquea más de la mitad» ha anunciado el Eurodiputado en un discurso surrealista en el cual se ha reivindicado como político comisionista «me llamarán corrupto por una factura sin IVA, pero ¿quién de ustedes no ha hecho concesiones, pequeños sacrificios de moral, para llegar donde está?», para a continuación victimizarse de su propia corrupción: «todo aquel que depende económicamente del poder se corrompe». Así Alvise admite ser culpable y califica a su antiguo aliado como “delincuente”, Alvaro Romillo, a quién ofreció a cambio de esta mordida favores políticos en un eventual gobierno de coalición junto a Feijóo y Abascal.

Romillo, acusado de liderar un “chiringuito financiero” según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), habría entregado el dinero a cambio de favores políticos, con la promesa de Alvise de influir en una futura legislación sobre Bitcoin en un hipotético gobierno con Feijóo y Abascal. Esta confesión ha caído como un jarro de agua fría entre una parte de sus seguidores, puesto que se presenta como un adalid contra la corrupción y las élites como parte de su estrategia electoral catch all (cazalo-todo). Se ha generado una crisis de confianza en sus bases electorales que podría tener un alto coste político y legal para el eurodiputado.

Promesas políticas y financiación opaca: la conexión con Madeira Invest Club

La relación entre Alvise y Romillo no se limitó al intercambio de dinero. Conversaciones filtradas y documentos presentados a la Fiscalía evidencian una colaboración más profunda. Romillo no solo entregó 100.000 euros en efectivo, sino que también ayudó a gestionar donaciones a través de carteras digitales durante la campaña europea de Se Acabó la Fiesta, una práctica que, según los mensajes del propio Alvise filtrados por Romillo buscaba evitar el control del Tribunal de Cuentas. La ley de partidos de España prohíbe las donaciones anónimas y establece un límite de 50.000 euros por persona y año, lo que podría implicar a Alvise en delitos de financiación ilegal, blanqueo de capitales y otros crímenes económicos, enfrentándose a multas que podrían quintuplicar el importe defraudado.

El cierre repentino del Madeira Invest Club, pocos días antes de que se hiciera pública la denuncia ha dejado en la incertidumbre a cientos de inversores y ha complicado aún más la defensa de Romillo, quien ahora negocia la administración judicial de sus empresas con la intención de garantizar la continuidad laboral de 200 trabajadores. La Fiscalía de la Audiencia Nacional evalúa la posible admisión de esta denuncia, lo que podría desembocar en un control judicial de las operaciones de Madeira.

Las víctimas del negociado de Alvise y Romillo

La confesión de Alvise declarándose culpable ha trascendido lo económico para convertirse en una crisis política para Alvise, quien ha construido su imagen pública como un enemigo acérrimo de la corrupción y defensor de la libertad financiera frente al “Estado-nación”. El reconocimiento de que aceptó dinero en efectivo y la oferta de favores políticos para eludir las restricciones legales golpea de lleno su credibilidad. Parte de sus seguidores, que lo veían como un outsider capaz de desafiar el statu quo, lo acusan de los mismos vicios que él denunció durante años mientras otros lo defienden.

Además, la confesión de Alvise ha abierto la puerta a posibles alianzas políticas en las que Se Acabó la Fiesta podría jugar un papel crucial en el Congreso, condicionando la legislación sobre criptomonedas a cambio de beneficios personales. Además, los afectados por la estafa se han organizado para exigir, entre otras cosas, la devolución de estos 100.000 euros a Alvise en canales de Telegram de afectados que han lanzado un comunicado buscando adhesiones. Por su parte Madeira Invest Club ha eliminado todo el contenido de su web.

La investigación en curso podría determinar el fin de la carrera política de Alvise. La denuncia, presentada por Álvaro Romillo ante la Fiscalía General del Estado y remitida al Tribunal Supremo, incluye audios y documentación que comprometen al líder de Se Acabó la Fiesta, quien en plena campaña reconocía su intención de recaudar fondos al margen del control oficial. Si el Tribunal Supremo encuentra pruebas suficientes de los delitos imputados, Alvise podría enfrentarse a un juicio que podría apartarlo de la política y acabar definitivamente con su reputación

Alvise se declara culpable de cobrar 100.000€ en mano y dice que lo hizo para no enriquecerse con la política

Denis Allso

Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *