Los universitarios contra Milei: más de 70 universidades tomadas por estudiantes y huelga docente
En Argentina, más de 70 universidades públicas han sido tomadas por estudiantes en respuesta a lo que describen como un desfinanciamiento severo de la educación superior. El conflicto comenzó a intensificarse tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, una norma que buscaba asegurar el presupuesto necesario para las instituciones educativas. El descontento se extendió rápidamente, con estudiantes de diversas regiones organizando asambleas, preparando votaciones y ocupando las facultades donde se votaba afirmativamente «la toma», lo cual hace que se cancele el funcionamiento diario.
La Universidad de Buenos Aires (UBA), una de las más emblemáticas del país, se encuentra en el epicentro de las tomas. Facultades como Ciencias Exactas, Medicina, Derecho, Psicología y Ciencias Sociales han sido ocupadas por estudiantes que denuncian la falta de recursos para continuar con un funcionamiento adecuado. Según Luca Bonfante, secretario general del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA, ya son 77 facultades en todo el país las que han sido ocupadas por sus estudiantes, y el número sigue creciendo. La ocupación no solo busca revertir el veto, sino también visibilizar la gravedad de la situación en las universidades públicas.
En varias provincias, la situación es igualmente tensa. En Santa Fe, la Universidad Nacional de Rosario se sumó con la toma de sus facultades de Ciencia Política, Humanidades y Artes. En la provincia de Buenos Aires, las universidades de La Plata, La Matanza y Quilmes, entre otras, también han sido tomadas. Los estudiantes no solo protestan en las aulas, sino que organizan clases públicas, asambleas y vigilias como parte de una lucha que no parece tener fin próximo.
Las universidades tomadas: el descontento se extiende por todo el país
La ola de universidades tomadas no es un fenómeno aislado en Buenos Aires y sus alrededores. En provincias como Córdoba, las facultades de Artes, Ciencias de la Comunicación y Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba se encuentran ocupadas. La situación se replica en universidades a lo largo y ancho del país, desde la patagónica Tierra del Fuego hasta Salta en el norte, atravesando provincias como Catamarca, La Pampa, Misiones y Entre Ríos.
Los estudiantes exigen la inmediata restitución de los fondos necesarios para mantener la calidad de la educación pública. Muchos de ellos también cuestionan las políticas de ajuste impulsadas por el Gobierno de Javier Milei, quien ha negado que se esté considerando un arancelamiento de las universidades públicas, pero ha insistido en la necesidad de auditar a las instituciones para verificar el uso de los recursos. No obstante, hasta ahora no se ha tomado ninguna medida concreta para llevar a cabo dichas auditorías, lo que genera más incertidumbre.
En este contexto, los estudiantes no se limitan a tomar los edificios universitarios, sino que también han llevado su lucha a las calles. Manifestaciones, cacerolazos y movilizaciones se han extendido por varias ciudades, y en algunos casos, como en la Universidad Nacional de Quilmes, las protestas han sido reprimidas. En este último caso, un grupo de simpatizantes del Gobierno arrojó gas pimienta a los estudiantes que participaban en una asamblea, exacerbando aún más las tensiones.
Los estudiantes contra Milei
A medida que las tomas se extienden, el Gobierno enfrenta una creciente presión para resolver el conflicto. En la capital argentina, los estudiantes han convocado a nuevas manifestaciones, y para el miércoles está previsto un gran cacerolazo. Además, los gremios docentes han anunciado un nuevo paro de 48 horas que empieza hoy, con el objetivo de acompañar las demandas estudiantiles y sumar a sus propios reclamos por mejores salarios y condiciones laborales.
El conflicto, que ya lleva varios meses gestándose, no parece tener una solución a corto plazo. La comunidad universitaria, integrada por estudiantes, docentes y no docentes, ha llevado a cabo varias marchas federales en los últimos meses, advirtiendo que la educación pública se encuentra en una situación crítica. Las medidas de fuerza se intensifican día a día, y es posible que más universidades se sumen a las tomas en las próximas semanas.
El presidente Milei ha intentado minimizar la magnitud del conflicto, asegurando que las universidades seguirán siendo públicas y gratuitas, pero sus declaraciones han generado escepticismo entre los manifestantes. A pesar de los intentos del Gobierno por desacreditar a los estudiantes, calificándolos de «delincuentes», el movimiento universitario sigue firme en su defensa de la educación pública. Según los manifestantes, este no es solo un reclamo económico, sino una lucha por el derecho a una educación accesible y de calidad para todos los argentinos.
El conflicto universitario en Argentina continúa escalando y se espera que el número de universidades tomadas siga creciendo en el país. Los estudiantes y docentes se enfrentan a un Gobierno que, según ellos, ha elegido la educación como blanco de sus políticas de ajuste, y no parecen dispuestos a ceder hasta lograr sus objetivos. Los estudiantes tampoco, por lo que el futuro de la educación pública en Argentina podrá decidirse en unas semanas.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.