Opinión

Pongamos que hablo de Madrid

Imaginemos una ciudad en la que gobierne la extrema derecha. Desgraciadamente, no es complicado hacerlo. Una extrema derecha que sigue sin condenar regímenes dictatoriales y que, no contenta con eso, compara a los demócratas con los golpistas y afirma que hay que dejar atrás las “guerras entre hermanos” y construir un futuro de unidad.

Así pues, habla de no remover el pasado e incluso tacha de guerracivilistas a quienes quieren dar una digna sepultura a sus familiares u honrar a los que trataron de proteger el régimen constitucional de aquel momento. Llegados a este punto, todo se podría considerar normal en el reino de la insensibilidad, dado el espectro político al que pertenecen y la cultura política de la que vienen. Sin embargo, esto no queda aquí puesto que, además, quieren utilizan las leyes de memoria democrática (a las cuales se oponen desde siempre) para continuar humillando a aquellos que lo dieron todo por la democracia. Pongamos que hablo de Madrid.

Propuesta de Vox en Madrid

Pongamos que hablo de Madrid
Javier Ortega Smith, secretario general de Vox. Autor: Vox España, 18/02/2018 Fuente: Flickr

Está siendo titular estos días en numerosos periódicos la propuesta de Vox en el Ayuntamiento de Madrid para retirar los símbolos encargados de honrar la memoria de los ministros socialistas de la II República Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero. Concretamente, se solicita la retirada de dos estatuas en la Castellana, el Bulevar Indalecio Prieto, la Avenida de Francisco Largo Caballero y la placa situada en la Plaza de Chamberí.

Para emprender este proceso de revisionismo histórico el grupo de extrema derecha iba a apoyarse en un inicio en el deber de cumplir la Resolución del Parlamento Europeo del 19 de septiembre de 2019, si bien después de consensuar la propuesta con las otras dos derechas y aceptar sus enmiendas, lo hará atendiendo a la Ley 52/2007, conocida popularmente como Ley de Memoria Histórica. Así pues, se aludió al artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica y a la Ordenanza Municipal de rotulación de vías de Madrid. Esta propuesta fue aprobada el pasado martes 29 de septiembre por las tres derechas: Partido Popular, Ciudadanos y Vox.

A todo esto, siguen teniendo una calle dedicada a los Caídos por la División Azul (voluntarios que fueron a luchar en favor de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial), además de haber paralizado las obras del memorial del Cementerio del Este, que pretendía ser un recuerdo a las personas fusiladas entre el año 1939 y el 1941 tras la Guerra Civil Española.

Esto son solo algunas muestras que evidencian la falta de compromiso que tiene la derecha española por la reparación histórica (a diferencia de la derecha tradicional de países como Alemania o Francia) y cómo emplean cualquier artimaña, (incluso las leyes a las que se oponen y tanto critican) para sus propios fines políticos.

Ahora vemos al PSOE altamente alarmado, hasta el punto de que el en Madrid no descarta emprender acciones legales para tratar de revertir esta decisión, a la vez que podemos escuchar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresarse en el Congreso de los Diputados de manera contundente respecto a esta situación. Y no es para menos.

¿Qué dice la Ley de Memoria Histórica vigente?

Artículo 15 de la Ley 52/2007, de de Memoria Histórica. Fuente: BOE

Si bien debe existir siempre el derecho a la crítica, deberíamos, no obstante, recordar que esta situación se ha producido por una “pirueta interpretativa” de las derechas. Esta «pirueta» se ha dado porque la legislación, de algún modo, así lo permite. De esta manera, cabe destacar que la vigente Ley de Memoria Histórica, impulsada por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero en 2007, muestra ciertas ambigüedades, en tanto que refleja equidistancia al hablar en un momento determinado de “la exaltación… de la Guerra Civil…”, argumento al que ahora se acoge el trío de Colón para presentar esta propuesta.

La tibieza (o descuido) del texto aprobado durante la primera legislatura de Zapatero lleva ya más de una década siendo criticada por las asociaciones memorialistas, que culpabilizan de esta situación a la ambigüedad de la legislación al respecto y abogan por “una ley de memoria antifascista clara”, tal y como afirma Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

En la misma línea, otras asociaciones memorialistas de Valencia (una de las comunidades que más ha avanzado en este ámbito) instan al Congreso a tramitar de manera veloz, eficaz y mejorada el anteproyecto de la nueva Ley de Memoria Democrática, el cual fue aprobada por el Gobierno el pasado 15 de septiembre de 2020.

Así será la nueva Ley de Memoria Histórica

Pongamos que hablo de Madrid.
Fosa común española. Autor: Mario Modesto Mata, 26/07/2014. Fuente: Flickr (CC BY-NC-SA 2.0.)

Este anteproyecto, el cual aún no ha sido llevado al Congreso, parece alejarse un tanto de la visión equidistante de la norma jurídica que le precede y atender de manera más preeminente a los represaliados por la dictadura de Francisco Franco y el golpe de estado que hizo que ésta tuviera lugar.

Así pues, incorpora elementos positivos como pueden ser el hacer un mayor énfasis respecto a esta cuestión en materia educativa, además de abordar la problemática con cierta perspectiva de género, al hablar del “papel activo y singular de las mujeres españolas». También se pretenden revocar (por fin) las condecoraciones o títulos, así como emprender desde la Administración Central el camino (ya trazado por muchas autonomías) de la exhumación de las fosas comunes.

Otros elementos interesantes que se nos presentan son la nulidad de los juicios franquistas o un régimen sancionador encargado de garantizar que no se incumple la norma. Esperaremos a la aprobación en el Congreso de esta nueva ley para ver en que queda todo esto y, sobre todo, cómo se aplica. Si bien aún falta mucho por hacer, parece que se avanza en el camino correcto. Solo se ha tardado 45 años.

Conclusiones

Imaginemos de nuevo, pero esta vez no de Madrid.

Vamos a imaginar un Estado.

Un Estado democrático, más allá de la ideología del Gobierno de turno.

Un país que avanza unido hacia el futuro, precisamente porque ha sabido cerrar de manera conjunta y firme las heridas que durante tantos años han creado tensiones entre sus ciudadanos y ciudadanas.

Un país que honra a los y las demócratas.

Un país que explica en las aulas que hubo personas que murieron por la democracia y la libertad, y que, aunque fueron vencidas, sus ideales jamás fueron derrotados, ya que fueron el más vivo ejemplo de lo que es la dignidad humana.

Pongamos que hablo de España, en unos años.

Enlaces, fuentes y bibliografía:

– Foto destacada: Acto de Memoria Democrática en Andalucía. Autor: Emilio Rodríguez Posada,14/09/2018 Fuente: Flickr (CC BY-SA 2.0.)

Tomás Alfonso

Articulista. Activista por el derecho a la vivienda y los servicios públicos. Convencido de que la lucha contra la ultraderecha es condición de posibilidad para una democracia plena.

2 comentarios en «Pongamos que hablo de Madrid»

    • ¡Muchas gracias Marta!

      A nuestro equipo nos encanta que te haya gustado.

      Un saludo.

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