Europa

Radiografía del voto a Vox en Madrid: ¿funcionó su estrategia obrerista?

El pasado 4 de mayo se celebraron las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid donde los seis principales partidos políticos con representación en la Asamblea de Madrid, Partido Socialista (PSOE), Partido Popular (PP), Ciudadanos (Cs), Más Madrid, Vox y Unidas Podemos (UP), se disputaban la presidencia y el reparto de escaños. Cuando las urnas hablaron, el veredicto fue claro: Isabel Díaz Ayuso obtenía un 44,7% de los sufragios consiguiendo 65 escaños con el triunfo de su estrategia trumpista. El voto a Vox en Madrid hacía que la formación mejorara levemente su posición pasando de 12 a 13 escaños. Ciudadanos desaparecía pasando de 26 a 0 escaños.

Por su parte, las fuerzas progresistas sufrían un retroceso, marcado principalmente por la caída del PSOE, pasando de un total de 64 escaños a 58. Por otro lado, Más Madrid pasó de los 20 a los 24 escaños y Unidas Podemos de 7 a 11.

Con este mandato claro, Isabel Díaz Ayuso se predisponía a gobernar en solitario con el apoyo externo de la formación ultraderechista.

Desde el partido liderado por Santiago Abascal tenían un sabor agridulce. Por un lado, conseguían su objetivo de parar a la izquierda y subían en votos y escaños. Por otro, sus resultados apenas mejoraban de manera significativa, poniendo fin a la cadena de éxitos electorales que arrastraba la formación y dejando muy atrás las elecciones catalanas de 2020, donde Vox fue la cuarta fuerza más votada.

Habían conseguido pese a todo aguantar la “ola azul” (o eso repetían los miembros de Vox en discursos y medios) impulsada por la Ayusomanía a través de la estrategia de Miguel Ángel Rodríguez y su exitoso discurso de libertad frente a las restricciones de la pandemia, escenificado bajo el lema de guerra comunismo o libertad”.

Además de haber mejorado tan solo en un escaño, pero es necesario realizar una lectura más a fondo de la composición del voto a Vox en Madrid. Y esto es relevante por su nuevo discurso.

Hace cuatro años se presentaban como una formación netamente neoliberal, a favor de las privatizaciones de sanidad y de educación y con un discurso que calaba explícitamente en las clases adineradas, muy similar económicamente al agitado por el PP o el de Ciudadanos.

Sin embargo, desde hace algo más de un año, analistas coinciden en que Vox ha dado un giro en el discurso intentando captar el voto obrero para crecer, en una estrategia que recuerda sin demasiadas dudas a la de los partidos fascistas, ubicados en la extrema derecha ideológica pero con un discurso de masas y obrerista a la vez que apoyados los grandes poderes económicos. Una estrategia también seguida por Amanecer Dorado en Grecia aunque, sin lugar a dudas, liderada por Agrupación Nacional en Francia, por lo que se ha señalado este giro por parte de Vox como «lepenización», en referencia a Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional.

De hecho, Vox tiene incluso su propio “sindicato vertical”, Solidaridad, una estructura propia de los regímenes de este signo.

A continuación, se va a analizar quien es el responsable del voto a Vox en Madrid y si su estrategia obrerista está o no calando en la composición del voto de la formación.

El perfil de los votantes de Vox

Acto 2M Cierre Campaña Colón. Autor: Vox España, 2/05/2021. Fuente: Flickr
Acto 2M Cierre Campaña Colón. Autor: Vox España, 02/05/2021. Fuente: Flickr

Se puede trazar el perfil del votante de Vox a través de la interpretación de los datos obtenidos por las encuestadoras.

Por supuesto, los votantes de una formación suelen ser una masa bastante heterogénea que incluye a distintos grupos sociales. Por ello se analizan los perfiles más comunes y típicos en un intento de buscar patrones comunes o desviaciones típicas con significación estadística.

Ateniendo a los datos presentados por el CIS de las elecciones generales del 28 de abril de 2019, Vox está sobrerrepresentado por hombres. Un 70% de sus votantes pertenecen a este género.

Mientras que en los otros cuatro grandes partidos las diferencias entre hombres y mujeres son reducidas (el que mayor diferencia presenta es el PP, con un 46,5% de hombres y 53,5% de mujeres), en Vox la diferencia es más del triple, 23’6 puntos, con un 61’8% de hombres y un 38’2% de mujeres. Esta es una característica que Vox comparte con las derechas populistas de otros países, probablemente por el fuerte discurso antifeminista y contrario a las leyes que protegen los derechos de las mujeres.

En las elecciones de Madrid este dato se mantuvo vigente. Según los datos recogidos por el CIS del total de sus votantes el 6,7% son hombres y el 3,2% mujeres, siendo el partido político más masculinizado.

En cuanto a la edad, Vox tiene un electorado sensiblemente más joven que el de la derecha tradicional. Si en 2019 estaba sobrerrepresentado entre los votantes de mediana edad e infrarrepresentado entre los menores de 24 y los mayores de 55, en esta ocasión Vox ha conseguido penetrar ampliamente en la juventud, siendo la franja de 18 a 24 años la que de mayor relevancia dentro de los votantes de la formación ultraderechista con un 9,7%. Le seguían las personas entre 25 y 34 años (7,1%) y las de 35 a 44 años (6,7%), descendiendo en las siguientes capas y bajando a un ínfimo 3% para mayores de 65 años.

El éxito de la formación en estos grupos se debe a que en las capas más envejecidas el voto apenas cambia y que su estrategia está enfocada hacia un público joven, disfrazando el odio de incorrección y al que capta a través de redes con agresivas campañas. Motivaciones muy similares a las que se dan cuando la izquierda alternativa capitaliza el descontento, como sucedió en los años posteriores a las protestas del Movimiento 15-M.

Dado que su votante es bastante joven, sus niveles de estudio están a la par, no encontrando apenas analfabetos o gente sin estudios, como sí ocurre con PP y PSOE.

Para el voto a Vox en Madrid, de la franja de sus votantes, la principal eran estudios superiores (5,6%), igual a los de secundaria. Le seguía un 5,3% de estudios en formación profesional y un 3,4% en educación primaria.

Sin embargo, hay que prestar especial cuidado en no caer una falacia al interpretar estos datos, ya que la variable estudios correlaciona con la variable anterior (la edad) en tanto que a mayor edad, menos estudios, por norma general. Así pues, votantes del PP es la población más envejecida y la que menos estudios tiene, mientras que quien vota a UP es más joven y con más estudios.

A propósito del nivel socioeconómico, el cuerpo electoral de Vox es de clase media alta, ya que la formación verde está sobrerrepresentada entre los votantes con ingresos superiores a 1800 euros mensuales.

Lo paradójico es que en 2019 también consiguió buenos resultados en los 10 municipios más pobres de Españaque el 28 de abril había dominado el PSOE, aún así muy alejado de la izquierda en su conjunto.

Pero esta paradoja tiene una explicación. Por un lado, la derecha y su discurso neoliberal se imponen en las clases más altas; y, por el otro, los barrios más pobres y marginales son, por desgracia, los que menos se movilizan para votar por su justificado desencanto con la clase política, haciéndolo únicamente cuando aparece una formación nueva que se posiciona contra el establishment (o que parece hacerlo). Un efecto similar ocurrió con Donald Trump en 2016, o con Podemos cuando emergió en 2014 y 2015.

Si se analiza la variable económica, ¿Conquistó el voto a Vox en Madrid el cinturón rojo?

Vox a la conquista del voto de la izquierda

Mitin de Vox el 1 de mayo y acto de su sindicato, Solidaridad. Autor: Vox España, 01/05/2021. Fuente: Flickr
Mitin de Vox el 1 de mayo y acto de su sindicato, Solidaridad. Autor: Vox España, 01/05/2021. Fuente: Flickr

La formación ultraderechista lanzó una ofensiva hacia los feudos de la izquierda, inaugurando su campaña en el obrero y antifascista barrio de Vallecas, causando un tumulto en el barrio y la actuación de los antidisturbios.

El objetivo de Vox era conseguir la ansiada “lepenización, llamada así por la extrema derecha francesa, de carácter fuertemente obrerista que ha conseguido conquistar los antiguos feudos socialistas y comunistas. El resultado del voto a Vox en Madrid indica que esta estrategia no ha ido especialmente bien.

La formación calcó prácticamente sus resultados en las elecciones autonómicas de 2019, ganando un escaño y un 0,25% más de voto.

Para ello, lanzó una fuerte campaña centrada en los barrios de la izquierda, donde la formación agitó el miedo a la inmigración y a su objetivo predilecto los MENA, en una estrategia importada con éxito desde la Hungría de Orbán y la Francia de Le Pen.

Mapa de Getafe en el área metropolitana de Madrid (España). Autor: Miguel303xm, 14/06/2007. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.5)
Mapa de Getafe en el área metropolitana de Madrid (España). Autor: Miguel303xm, 14/06/2007. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.5)

Pese a eso sus resultados no han sido buenos, y el voto a Vox en Madrid solo ha conseguido mejorar levemente los resultados de 2019.

A continuación, se muestra una comparativa de los resultados en las distintas elecciones para los cuatro barrios con menor renta media por persona, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde y Carabanchel.

 Autonómicas 20192ª Generales 2019Autonómicas 2021
Usera6,58%14,69%7,5%
Puente de Vallecas5,32%12,18%6,8%
Villaverde6,71%14,33%7,7%
Carabanchel7,52%15,42%7,6%

En el “cinturón rojo” de Madrid, llamado así por la tradicional victoria de las fuerzas de izquierda, Vox sigue una pauta similar, aunque con una ligera mejoría.

 Autonómicas 20192ª Generales 2019Autonómicas 2021
Móstoles8,07%18,7%9,3%
Fuenlabrada7,86%19,96%10,1%
Leganés6,71%15,55%8,0%
Getafe7,05%16,6%8,5%

Además, en otras zonas tradicionalmente vinculadas a la izquierda como Arganzuela, Ciudad Lineal, Hortaleza y Tetuán la formación ultraderechista retrocede en porcentaje de voto.

Es cierto que hay que tener en cuenta que quien ganó en estos distritos fue Ayuso, que consiguió ser primera fuerza en todos, en una ola azul sin precedentes. Pese a eso, el voto mayoritario siguió estando en el lado izquierdo del tablero político.

Vox no triunfó en su estrategia de lepenización, siendo 4 o 5 fuerza en la mayoría de estos distritos. Además, como es costumbre, la abstención en los barrios más humildes y desencantados con la política es mayor, pues conforme baja la renta sube la abstención. La abstención para las zonas con ingresos por debajo de los 11.000 euros brutos fue del 26%.

El voto a Vox en Madrid y los feudos de la derecha madrileña

Barrio de Argüelles. Distrito de Moncloa-Aravaca (Madrid). Autor: Asqueladd, 12/10/2016. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)

Barrio de Argüelles. Distrito de Moncloa-Aravaca (Madrid). Autor: Asqueladd, 12/10/2016. Fuente: Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)

El voto a Vox en Madrid ha sido una opción popular en los tradicionales feudos de la derecha madrileña, ya que buena parte de sus electores provienen del PP.

En los barrios más ricos junto al Partido Popular y Ciudadanos, Vox copaba los primeros puestos. La izquierda en estos barrios quedaba generalmente muy atrás.

En las cuatro zonas más ricas de Madrid, Chamartín, Salamanca, Chamberí y Moncloa-Aravaca, Vox mejoró ampliamente sus resultados entre las autonómicas y las elecciones generales de 2019 pasando de los 33.518 votos a los 63.162.

Aquí el huracán Ayuso ha conseguido hacer más mella en Vox, obteniendo Ayuso una holgada victoria que ha esquilmado a sus socios. A continuación, se muestra una comparativa de los resultados en las distintas elecciones para los cuatro barrios con menor renta media por persona, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde y Carabanchel.

 Autonómicas 20192ª Generales 2019Autonómicas 2021
Chamartín10,95%19,7%9,9%
Salamanca11,64%20,2%10,3%
Chamberí9,85%17,51%8,9%
Moncloa-Aravaca10%18,35%9,5%

Los datos han mostrado como el PP ha conseguido fagocitar tanto a Ciudadanos como parte del voto de Vox, que no solo mejora, sino que se resiente, perdiendo desde 0,5% hasta el 1,34% en la mayoría de estos distritos.

En otros distritos con tradición derechista con rentas altas o medias-altas como Las Rozas, Pozuelo de Alarcón, Barajas, Paracuellos de Jarama o Galapagar, Fuencarral-El Pardo, la formación también nota está perdida, perdiendo entre un 0,5% y un 1,39% de voto.

Lecturas de los datos: ¿Es válido analizarlos en clave nacional?

En definitiva y tras analizar el voto a Vox en Madrid, se puede concluir que la estrategia de penetración de Vox en los barrios obreros no está siendo especialmente eficaz

Vox ha gastado una ingente cantidad de esfuerzos y energías en ir a por estos caladeros de votos de la izquierda, en una estrategia que ya empezó en 2020.

Si bien hay leves mejoras en el porcentaje de voto, estás están lejos de ser compensados al esfuerzo gastado, en poder leerse en clave de victoria y totalmente alejadas de cualquier proceso de «lepenización».

Pese a esto, sí que ha conseguido cierta penetración, ya que Vox aguanta mejor la embestida de la “ola azul” de Ayuso en los barrios obreros que en los tradicionales barrios ricos, lo que puede interpretarse como que esta estrategia a largo plazo está viendo tímidos resultados.

Una vez dicho esto, tras los arrolladores resultados de las elecciones autonómicas con la victoria de Isabel Díaz Ayuso y el bloque de la derecha, el PP se ha dado prisa en ponderar estos datos al ámbito nacional.

El líder del PP Pablo Casado incluso lo ha llegado a comparar con la caída del Muro de Berlín. La verdad es que esta parece una lectura excesivamente positiva y partidista.

Las elecciones andaluzas donde las tres formaciones de derecha derrotaron a la izquierda fueron inmediatamente anteriores a las elecciones generales de abril de 2019, donde España se teñía de rojo con la holgada victoria del PSOE.

En las elecciones gallegas de 2020, el PP absorbía todo el voto de la derecha dejando fuera a Vox y Cs mientras que la coalición en la que se presentó Podemos tampoco obtuvo representación.

Si bien estos datos pueden mandar información, no son extrapolables al conjunto del país.

Cada territorio tiene su propia orientación ideológica tradicional, vicisitudes y peculiaridades, por lo que ponderar estos datos en el largo plazo es un error. Y de las 22 citas electorales que se han dado en Madrid, el PP ha ganado en 19 de ellas.

De hecho, en Vox han limitado esta lectura a la clave autonómica, si bien se puede decir que esta visión es igual que partidista que la del PP, ya que en otros momentos donde la lectura les ha sido especialmente favorable sí que han aceptado esta transposición.

Si bien esta victoria puede impulsar temporalmente al PP, reforzar a su electorado y su discurso, más en un contexto de fatiga pandémica, las próximas elecciones generales son en dos años, lo que en política es toda una vida.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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