La policía y los militares franceses con Le Pen: un 60% la votará en 2022
Un nuevo sondeo del Centro de Investigaciones políticas de Sciene Po (Cevifop), realizado por IPSOS y publicado en el diario L’opinion advierte de que un 60% de los policías y militares franceses votarán a la líder de Agrupación Nacional (antes Frente Nacional) Marine Le Pen.
Le Pen obtendría diversos apoyos según el momento de la votación. El sistema francés es un sistema a doble vuelta, donde en una primera vuelta todos los candidatos presidenciales pueden ser votados. De estos los dos con más votos pasan a una segunda vuelta donde se elige al presidente.
En la primera vuelta, la política ultraderechista obtendría un 40% de los votos de policías y militares, el candidato de la coalición derechista Xavier Bertrand obtendría un 24% y Emmanuel Macron, el otrora candidato social liberal que ha escenificado cada vez más un giro a la derecha para competir con Le Pen, un 20%.
En los últimos tiempos el presidente francés ha ido absorbiendo parte del ideario de Le Pen y los partidos de la derecha, especialmente en materia de seguridad e islam, como, con la aprobación de La Ley de Seguridad Global y la Ley contra el separatismo religioso.
Este giro quedo patente con el nombramiento de Gerard Darmanin, antiguo portavoz del conservador presidente Nicolás Sarkozy.
Pese a esto, es incapaz de atraer el voto de policías y militares que consideran que Le Pen “entiende nuestros problemas”.
Esto de todas maneras no debería resultar una sorpresa, en 2017, el 57% de los policías y militares declararon su apoyo a la candidata de la extrema derecha.
Militares franceses advierten al presidente su inacción ante el peligro del islamismo y los antirracistas
El apoyo de estas fuerzas a las ideas y retórica de la extrema derecha no es algo nuevo, pero además hace pocas semanas, volvió a ser un tema visible en Francia.
Entonces se apeló al presidente francés Emmanuel Macron en una carta abierta firmada por 20 generales retirado y más de 1.000 oficiales del Ejército, la policía y la gendarmería y publicada en la revista ultraconservadora Valeurs actuellers
En la tribuna se pedía al líder francés que reaccionase ante el desmoronamiento de Francia provocado por los “antirracistas”, los “islamistas” y las “hordas de la periferia”.
La misiva seguía denunciando este supuesto desmoronamiento, provocado por un antirracismo que “busca crear odio entre comunidades” y llevar a una “guerra racial”, a la par que “despreciar las tradiciones y culturas” del país, entre otras.
La misiva incluso lanzaba un mensaje poco velado de golpe de estado, hablando de que la inacción en este sentido podría provocar la “intervención de nuestros camaradas en activo en una misión peligrosa de protección de nuestros valores y de salvaguarda de nuestros compatriotas en el territorio nacional”.
Esta misiva racista y ultranacionalista fue condenada por buena parte de los políticos franceses mientras que la otra parte exigía neutral a la institución militar.
Por su parte Le Pen invitó a los firmantes a unirse a Agrupación Nacional “Las inquietudes que manifiestan ustedes con valentía (…) exigen la búsqueda de una solución política (…) Ese es el objetivo de mi candidatura a la presidencia” escribía en la tribuna que publicó en el mismo medio.
Tras esta carta, el jefe del Estado Mayo, el genera François Lecointre, ha asegurado que los firmantes serán sancionados y que se encontraba indignado con la misiva.
La preocupante penetración de la extrema derecha en las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad europeos
Las fuerzas y cuerpos de seguridad siempre han estado bajo la sospecha de tener una amplia participación de la extrema derecha, cosa que se ha hecho más evidente con el paso de los años y las evidencias aportadas.
En el caso francés, esto marca una tendencia ascendente con el descubrimiento de neonazis en las unidades.
Una investigación del diario independiente Mediapart descubrió 50 nuevos casos de militares que hacían una apología abierta al nazismo y que contradecía la investigación el ejército que solo hablaba de unos 57 soldados radicalizados en el ejército, ya que Mediapart ya ha descubierto más de 60.
La presencia en los cuarteles de símbolos ultraderechistas también es algo relativamente habitual.
En el caso español y por la ineficiente transición que no depuró el franquismo de la democracia, las fuerzas armadas tienen una fuerte conexión con la extrema derecha, que en realidad se remonta más atrás.
Solo en un par de años han salido varias pruebas de ellos como la investigación realizada por la Marea donde se ven grandes grupos de soldados en fiestas en cuarteles militares haciendo saludos fascistas.
También trascendió una grabación de YouTube del año 2017 donde esquiadores del Ejército cantaban una canción del grupo Estirpe Imperial, conocido por sus letras ultraderechistas y famoso en entornos neonazis.
Más famoso es el chat filtrado donde altos cargos retirados del ejército de carácter franquista pedían fusilar “a 26 millones de hijos de puta” y que posteriormente fue respaldado por militares en activo.
Esta sangría de casos afecta a toda Europa. En Alemania, el 2 de julio de 2020 la Ministra de Defensa decidió disolver la unidad de élite del ejército (KSK) por una serie de escándalos que relacionaban a buena parte de sus miembros con organizaciones de extrema derecha. Escándalos que se remontan a 2017 y que incluye el robo de armamento del ejército, preparación de atentados terroristas y exhibición de simbología nazi.
Solo unos meses más tarde, se suspendía a 29 policía por participar en chats nazis y compartir contenido racista, tras una redada en la que participaron 200 agentes de la policía a 34 edificios policiales.
En Grecia, se estima que entre el 40% y el 50% de la policía votaba a Amanecer Dorado, la extrema derecha griega de corte fascista.
Y así en la mayor parte de ejércitos de Europa.
– Foto de portada: Marine Le Pen debatiendo en el Parlamento Europeo. Autor: Parlamento Europeo, 08/07/2015. Fuente: Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.